potatosalsa
Madmaxista
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Acabo de volver de unas pequeñas vacaciones con mi mujera en La Gomera " to get away from everything" tras dos años sin poder coger unos días libres.
Temperaturas tropicales, 25 grados en enero, el paraíso.
Al grano. Durante nuestras caminatas por el sur de la isla nos hemos encontrado con multitud de europeos, especialmente alemanes, viviendo en tiendas de campaña, en playas vírgenes, dedicados a la vida contemplativa. Gente que se supone debería estar produciendo en sus respectivos países, disfrutando desde noviembre hasta abril del invierno canario. Su único trabajo a lo largo del día consiste en ir andando hasta donde llega el camino de los coches para comprar garrafas de agua y alguna vianda que vende un avispado emprendedor..
mujeres ( no creo que llegaban a los veinte años) correteando desnudas por la playa 3 de Playa Santiago. En enero y a 25 grados. Año sabático, nos decían.Manda bemoles.
Cientos de veinteañeros europeos, tocándose los bemoles a dos manos, invernando, tocando el ukelele, viviendo experiencias.
Y vosotros, mientras tanto, seguís remando y preocupados con el coletas.
Y nuestros hijos, soñando con Londres.
Enviado desde mi Moto G (4) mediante Tapatalk
Temperaturas tropicales, 25 grados en enero, el paraíso.
Al grano. Durante nuestras caminatas por el sur de la isla nos hemos encontrado con multitud de europeos, especialmente alemanes, viviendo en tiendas de campaña, en playas vírgenes, dedicados a la vida contemplativa. Gente que se supone debería estar produciendo en sus respectivos países, disfrutando desde noviembre hasta abril del invierno canario. Su único trabajo a lo largo del día consiste en ir andando hasta donde llega el camino de los coches para comprar garrafas de agua y alguna vianda que vende un avispado emprendedor..
mujeres ( no creo que llegaban a los veinte años) correteando desnudas por la playa 3 de Playa Santiago. En enero y a 25 grados. Año sabático, nos decían.Manda bemoles.
Cientos de veinteañeros europeos, tocándose los bemoles a dos manos, invernando, tocando el ukelele, viviendo experiencias.
Y vosotros, mientras tanto, seguís remando y preocupados con el coletas.
Y nuestros hijos, soñando con Londres.
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