Es una tema dolido porque hacen competencia a la gente verdaderamente necesitada, y por culpa de ellos no se les da a los que lo necesitan de verdad.
A mí me produce cargo de conciencia el no dar nunca nada a la gente que pide porque siempre pienso que le estaré negando una ayuda, que a mí no me cuesta nada, a alguien que quizá esté en una situación crítica, y si que me gustaría ayudar, sin embargo soy consciente que la inmensa mayoría de los pedigüeños son profesionales cara dura que trabajan para mafias, y por tanto no doy nada, pero se me queda siempre un poco de pesar por dentro. En este tema me gustaría saber separar el trigo de la paja.