Fuente: ardor de estomago, mal gusto y desprecio a menores en las fiestas de la Mercé
ardor de estomago, mal gusto y desprecio a menores en las fiestas de la Mercé
Redacción | 25 septiembre, 2019
Lo último de Ada Colau, cuya cabeza es digna del mejor psicoanálisis, es haber organizado un espectáculo para las Fiestas de la Mercé cuyo final incluía un streaptease masculino ante un público infantil. Con esta señora la degradación de Barcelona no tiene parangón. Ha pasado de ser la capital cultural de España a ser un nido de delincuencia urbana; de ser una ciudad envidiable a convertirse en un espacio de marginalidades y degradaciones; de ser una ciudad de grandes y elegantes comercios a convertirse en sede mundial del topmanta; de ser un lugar elegante y hermoso a transformarse en un nido de bajeza jovenlandesal, mal gusto y abyección. Ahora, además, se ha convertido en plaza pública del exhibicionismo ante menores.
Lo de ayer sobrepasa todos los límites. Al parecer el numerito estaba anunciado como hip-hop, danza contemporánea y acrobacias, a cargo de la compañía Losin Form Alls (a partir de ahora ya saben los demás ayuntamientos de España como terminan estos señores sus actuaciones); sin embargo, al final del numero, dos de los actores-bailarines hicieron un streaptease y se quedaron en tanga ante un público infantil que gritaba, se daba la vuelta y se tapaba la cara con espanto.
Visto el vídeo, lo primero que llama la atención es el mal gusto, la cosa chabacana y hortera del numerito en cuestión: dos tios feos y escasamente aseados van quitándose la ropa como si fueran streepers de Las Vegas hasta quedarse en tanga (uno tonalidad rojo, el otro neցro), mientras bailan una canción pasada de moda a cuyo final los dos sujetos se dan la vuelta y enseñan sus horrendos culos a un publico lleno de menores, niños y niñas que habían ido a pasar la tarde con sus padres para disfrutar de las fiestas. poco agradable y lamentable espectáculo.
Parece que el concejal del PP se ha quejado al Ayuntamiento. Lo exigible, al PP y a todos los políticos con representación en Cataluña, no es solo la queja, sino alzar la voz y decir: hasta aquí hemos llegado. Acaso quepa la presentación de la correspondiente denuncia ante el Sindic (a ver si acaba sirviendo para algo), o ante la Fiscalía de Menores de Barcelona, por si los hechos hubieran sido constitutivos de alguno de los delitos contra los menores, su integridad jovenlandesal o el derecho de los padres a evitar que sus hijos tengan que verle el ojo ciego a dos señores.
El ordenamiento jurídico, en el caso de los menores, tutela el bien jurídico de la “indemnidad sensual”, es decir el derecho del menor a no sufrir daño alguno en su proceso educativo, de maduración y de formación en materia sensual. Por tal razón, el artículo 185 del Código Penal dice que el que ejecutare o hiciere ejecutar a otra persona actos de exhibición obscena ante menores de edad será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses. A lo mejor ha llegado la hora de que alguien investigue los hechos.
¿Dónde queda la protección del infancia que consagra el artículo 39.4 de la Constitución cuando dice que “Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos”. ¿Dónde queda el interés superior del menor que se proclama enfáticamente en todos esos acuerdos? Los niños son sujetos de derechos que no se pueden violentar de esa manera.
Lo dicho, Barcelona, un horror también en la protección del menor.
Enviado desde mi Mi MIX 2 mediante Tapatalk