2. DEL 23 DE FEBRERO...

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Incógnitas que pueden quedar sin respuesta pese a la Ley de Secretos Oficiales: del 23F al 11M

  • 08/08/2022 04:30h.

23F

El teniente coronel Tejero intenta durante el Golpe de Estado fallido del 23FEFE
  • Hay 56 años de secretos que sólo se desvelarán si lo decide el ministerio que los clasificó o el juez autoriza a un afectado directo
  • La intervención del CNI en el 23F, la guerra sucia contra ETA, o el 11M mantienen extremos sin desvelar pese a los juicios y las sentencias
  • El PSOE asegura que queda poco por saber de los grandes temas de la transición
1968 fue el año en que España empezó a guardar secretos bajo llave de manera oficial. No es que antes no existieran, pero es el año del que data la ley que regula la publicidad de las materias sensibles y la que dejó abocados a la oscuridad eterna documentos y datos sobre algunos de los episodios más críticos del final de la dictadura y las primeras cuatro décadas de la democracia. La clave es que esa ley no preveía la desclasificación y permitía su ocultación por siempre jamás.

Ahora, la nueva norma planteada para sustituir a aquella, sí conlleva la desclasificación de todos los documentos en plazos que van de los cuatro a los 65 años. Sin embargo, no habrá una revelación masiva de lo que ya está guardado. Vale para lo que se clasifique a partir de ahora y para sacar a la luz "algo" de lo anterior. No se sabe ni cuánto ni qué. ¿Conoceremos quién orquestó realmente el 23F? ¿Sabremos detalles de la guerra sucia contra ETA? ¿Habrá información sobre la Corona y el reinado de Juan Carlos I? ¿Se dará respuesta a las dudas que quedan sobre el 11M?.
MÁS
La nueva ley no decreta la desclasificación automáticas de los secretos anteriores a la ley. Sólo dejarán de serlo si los ministerios competentes deciden desempolvar los archivos por su relevancia o si la Justicia accede al reclamo de desclasificación que haga un "afectado directo". El Gobierno evita responder qué información dará a conocer, pero hay varios asuntos sobre los que historiadores y no historiadores se siguen haciendo preguntas.
El papel del Comandante Cortina, del Cesid, en el 23F
En algunas entrevistas, el autor de Anatomía de un instante (sobre el 23F), Javier Cercas, decía que ya apenas queda nada que aclarar sobre el intento del golpe de Estado, y que quizás lo más difuso fue la participación de los espías, los hombres del Cesid, antecesores del CNI. Entre ellos, uno: José Luis Cortina, comandante y jefe de los servicios operativos de ese departamento que fue juzgado y absuelto en el proceso judicial de 1982.

La Fiscalía peleó en el juicio por su condena y relató que el 21 de febrero de 1981, dos días antes de la entrada de Tejero en el Congreso, Cortina se reunió con él y le dio instrucciones. Tejero había hablado de esa reunión que él siempre negó, igual que rechazó saber nada del golpe.
Adolfo Suárez y el general Gutiérrez Mellado forcejean con los golpistas del 23-F

Adolfo Suárez y el general Gutiérrez Mellado forcejean con los golpistas del 23-FCC
El comandante Cortina era hombre de confianza de Armada (el cerebro del 23F según la sentencia), pero para algunos fue el comandante el que se encargó de "montar y desmontar" el intento de derrocar la democracia recién creada. Por un lado como partícipe de los preparativos y por otro, por dar la orden de cortar el alzamiento.

https://www.niusdiario.es/sociedad/...or-edad-perdido-10-000-euros_18_07389651.html



Ermeloíta, el mineral nunca antes visto en el mundo descubierto en un monte de Pontevedra

Tras salir absuelto, Cortina se reincorporó al Ejército, pero ya en una situación de debilidad. Pasó nueve años más vestido de militar, pero en 1991, el Gobierno de Felipe González lo relevó por negligencia en la filtración de unos documentos sobre una intervención militar española en el Golfo Pérsico. La carrera de Cortina pasó al mundo de la seguridad privada. A los 84 años, Cortina sigue vivo y alejado de los medios, seguro que guardando no pocos secretos sobre aquel 23 de febrero que estuvo cerca de cambiar el curso de la historia.
El asalto al Banco Central de Barcelona
Ocurrió sólo tres meses después del 23F y nunca se ha despejado la duda de si ambos episodios estaban relacionados. El 23 de mayo del 81, nada más abrirse el banco, situado en la céntrica Plaza de Cataluña de Barcelona, once personas entraron en él para "atracarlo".
Al frente, José Juan Martínez Gómez, "El Rubio", que dirigió un atraco con más de 200 rehenes, y un mensaje a las redacciones de los periódicos para que recogieran un comunicado que alguien había dejado en una cabina de teléfono. En ese comunicado, una exigencia, que se dejara en libertad a "cuatro héroes del 23 de febrero y al valiente teniente coronel Tejero".
Para hacer posible esa liberación, pedían un avión en Barajas y otro en El Prat, que permitiera la evacuación de los golpistas desde Madrid y de los atracadores desde Barcelona.
No sólo eso, el comunicado daba un plazo de 72 horas para hacerlo y la amenaza de dar de baja de la suscripción de la vida a 10 rehenes en un primer momento y después, cinco cada hora.
A dos de los rehenes hubo que evacuarlos, uno de ellos herido por un disparo. Y poco después se empezaron a intercambiar rehenes por comida. La situación se complicó para los atracadores, que llegaron a hacer un túnel para escapar, pero tuvieron que desistir.
Fueron en total 37 horas de angustia y de dudas, desde el sábado por la mañana, hasta el domingo bien entrada la tarde. Hubo de todo, negativas de Tejero para ser excarcelado, un asaltante muerto por los disparos de la Policía y una entrada con "tanqueta" que acabó con la detención de 9 atracadores y la fuga de otro.
Hubo detención, juicio y condenas de entre 30 y cuarenta años. La vinculación con la política o la Guardia Civil quedó descartada, pero las respuestas del entonces presidente, alopécico Sotelo, a los Grupos Parlamentarios, tampoco fueron muy claras. En 2009, El Rubio aseguró que a él le habían contactado desde el Cesid para que robara unos documentos muy delicados. La versión del Rubio es que ahí estaban las instrucciones de cómo iba a ser el Gobierno de Armada tras el 23F.
Los GAL, las torturas... la guerra sucia contra ETA
Este jueves, el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, enfriaba las expectativas sobre una desclasificación de documentos de los GAL, los Grupos Antiterroristas de Liberación montados desde las estructuras policiales para responder a ETA con secuestros y asesinatos, sin respetar los límites de un estado de derecho. Esta operación de terrorismo de estado fue uno de los episodios más oscuros de los gobiernos de Felipe González.
A López no le preocupa que se desclasifiquen documentos sobre los GAL pero apunta que, ahí "hay poco que rascar", porque apenas quedan secretos. El caso el caso fue juzgado y condenado, pero la parte política tampoco quedó totalmente esclarecida, más allá de la condena a José Barrionuevo, ministro del Interior, y Rafael Vera, secretario de Seguridad que después fueron indultados. La famosa "X" en la cúpula de los Gal -en expresión del juez instructor Baltasar Garzón- nunca fue despejada. Felipe González nunca fue encausado y sólo declaró como testigo en el Tribunal Supremo.
El expresidente del Gobierno Felipe González en su época de gobierno

El expresidente del Gobierno Felipe González en su época de gobiernoCORDON PRESS
En 1997, el Alto Tribunal consiguió que se desclasificaran documentos que no aportaron datos desconocidos. Pero entre los archivos secretos aún pueden quedar datos, nombres y relatos de operaciones, algunas de dudosa legalidad, que hasta ahora todos los gobierno se han negado a publicar.
Está por ver qué decide el Gobierno sobre los datos de los GAL o sobre las torturas a detenidos. En ambos casos hay víctimas directas que podrían solicitarlo, como la familia de Mikel Zabalza, un joven navarro al que se vio por última con vida en el cuartel de Intxaurrondo. Su cuerpo apareció 20 días después en las aguas del río Bidasoa.
Sólo fueron juzgados los guardias civiles que lo habían custodiado y además fueron absueltos. En cuando a los otros detenidos junto a Mikel, fueron puestos en libertad con cargos.
El 11M y la teoría de la Conspiración
Tras el atentado contra los trenes de Madrid, que provocaron 200 muertos el 11 de marzo de 2004, no pocos se apuntaron a la tesis de que el peor atentado de la historia de nuestro país había sido obra de ETA y no de los yihadistas.
La mochila de Vallecas, la cinta de la Orquesta Mondragón (y no una tarjeta del grupo Mondragón)... distintos elementos se utilizaron para cuestionar la autoría yihadista, y se siguieron usando durante años, pese al juicio y la condena.
Juicio a los encausados por los atentados del 11-M

Juicio a los encausados por los atentados del 11-MPOOL
Pero más allá de eso, también hay dudas por la insistencia del Gobierno de Aznar en señalar a ETA, cuando ya tenía pruebas que apuntaban con mucha más fuerza al entorno del terrorismo islámico. De lo último que se ha conocido, presiones de Aznar al CNI para que se reforzara la acusación sobre ETA.
Está en los archivos de José Bono, exministro de Defensa del que dependía el CNI, y entre esos papeles, notas de Alberto Saíz, el director del CNI tras las elecciones celebradas tres días después de los atentados, el 14 de marzo de 2004. En ellas, Saíz relata lo que -asegura-, le había comentado su antecesor, Jorge Dezcallar: "Me pidieron desde Moncloa que dijera que ETA era la autora del atentado y yo lo hice pero con la cautela de añadir ‘con toda probabilidad", escribió Saíz en referencia a su conversación con Dezcallar.
El 11M no es un atentado más, es el más sangriento de nuestra historia, y los trabajos del CNI sobre lo ocurrido pueden servir para despejar y confirmar o descartar sospechas: tanto a los que sostienen las teorías de la conspiración, como a los que se preguntan por la intencionalidad de las decisiones políticas a sólo tres días de unas elecciones generales.
¿Quién organizó el 11-M?
uis del PinoSeguir a ldpsincomplejos
12/7/2008 - 20:23

El portavoz de Interior del PSOE en el Congreso de los Diputados, Antonio Hernando, ha declarado que le gustaría poder castigar al PP a escribir mil veces en una pizarra gigante que no ha sido ETA la autora del 11-M. No tengo noticias de que nadie del PP haya respondido hasta el momento al señor Hernando, como tampoco he oído a nadie del PP contestar a los exabruptos anteriores, en el mismo sentido, de Rubalcaba o de José Blanco. Con lo cual el PP contribuye, con su silencio, a propagar la misma consigna gastada con la que el PSOE lleva cuatro años intentando adormecer al conjunto de los españoles y, muy en especial, a sus propias bases: "todo está claro, no fue ETA y vale ya de cuestionar las investigaciones".
Continúan por tanto, unos y otros, con la misma comedia con la que nos han estado estomagando durante toda una legislatura, tratando de encerrar a la ciudadanía española en la falsa disyuntiva que se puso en marcha en la propia mañana del 11-M: "O fue ETA, o fue Al Qaeda. Y si eres del PP y no te crees que fue Al Qaeda, entonces es que crees que fue ETA. Y si eres del PSOE, ¿cómo no vas a creer que fue Al Qaeda?"
Yo no sé si fue ETA o Al Qaeda. Pero lo que sí sé es que esa disyuntiva es tan falsa como un euro de madera, porque existen muchas otras posibilidades al margen de ETA y de Al Qaeda. Incluyendo la de que el 11-M fuera un golpe de timón destinado a poner en marcha la dinámica de superación confederal de la Constitución del 78.
Porque el problema fundamental es que la furgoneta Kangoo no fue cargada de pruebas falsas por ETA, ni por Al Qaeda. Y no fueron ni ETA ni Al Qaeda los que depositaron el coche Skoda Fabia en Alcalá tres meses después de los atentados. Como no fueron ni ETA ni Al Qaeda quienes ordenaron la destrucción de los trenes, la ocultación de informes de análisis, la incineración de las prendas de las víctimas o el escamoteo de los restos de los focos de explosión. Igual que no pudieron ser ni Josu Ternera ni Ben Laden quienes efectuaron falsas llamadas de despedida en nombre de los presuntos suicidas de Leganés.
Tampoco son ETA ni Al Qaeda los que han detenido a ochenta magrebíes que ni siquiera han llegado a juicio, pero que contribuyeron involuntariamente a sembrar de confusión las investigaciones, para que todo el mundo se perdiera en un mare magnum de nombres árabes. Al igual que tampoco hablan vasco ni árabe los que decidieron ofrecernos un teatro de falsos culpables que terminarán, cómo no, yéndose de rositas, y en el que los papeles estelares los han desempeñado los hermanos Toro, Abdelmahid Bouchar, Mohamed El Egipcio o Rafá Zouhier.
No es ETA, ni tampoco Al Qaeda, quien ha enviado a empleados del Ministerio de Interior a intentar controlar y explotar cualquier movimiento de víctimas o movimiento ciudadano que pudiera poner en riesgo esa falsa disyuntiva con la que se ha pretendido tapar la masacre.
No son ETA ni Al Qaeda quienes han estado, desde instancias políticas, judiciales y policiales, retardando las investigaciones para que empiecen a entrar en juego los mecanismos de prescripción de delitos y de caducidad de documentos.
No son ETA ni Al Qaeda quienes han hurtado durante cuatro años a la ciudadanía un relato coherente de los hechos.
No son ETA ni Al Qaeda quienes amenazan con querellas o con habitaciones sin estado de derecho a quienes se niegan a comulgar con ruedas de molino y exigen que nos digan quién mató a 192 españoles.
No son ETA ni Al Qaeda los que se dedican a inventar consignas estúpidas como las de las conspiraciones de cucarachas, o los ácidos bóricos para pies, en lugar de hablar a los ciudadanos como personas dotadas de raciocinio.
No son ETA ni Al Qaeda los que ordenan a los fiscales asignar la autoría intelectual a determinados imputados, para luego ordenarles que se opongan a que se les considere autores intelectuales.
No son ETA ni Al Qaeda, en definitiva, quienes llevan cuatro años tratando de negar a los ciudadanos las explicaciones sobre los atentados a las que tienen derecho, y pretendiendo enfangar en un pozo de confusión cada dato que se pone encima de la mesa.
¿Quién organizó la masacre, señor Zapatero? ¿Quién la organizó, señor Rajoy?
Porque si hubiera sido Al Qaeda, no hubiera debido existir ningún obstáculo para que las investigaciones se realizaran con total transparencia. Y si hubiera sido ETA, no hubiera debido existir ningún obstáculo para que el PP reclamara la verdad con todas sus fuerzas.
Pero ni Zapatero ha querido aportar transparencia a las investigaciones, ni Rajoy se ha atrevido tampoco a reclamarla. Así que lo único que cabe inferir de sus actitudes, señores miembros de la clase política, es que no fueron ni ETA, ni Al Qaeda.
Por tanto... ¿quién organizó el 11-M?


De este modo con el acto infame del 16 de diciembre de este 2022... entendemos lo que pasó en el 23F EL 11M Y SIN CONSPIRACIONES NI TAPUJOS ESTE PASADO 16 DE DICIEMBRE 2022...
 
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