19 de julio - Napoleón derrotado en Bailén y España en armas

Da Grappla Reloaded

Madmaxista
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19 de julio - Napoleón derrotado en Bailén y España en armas

El 2 de mayo de 1808 la gente madrileña, porque no hubo mucha persona de calidad entre ellos, ve como los príncipes son sacados del Palacio Real por los franceses. Llevaban ya aguantando a estos gabachos una buena temporada. Gabachos que siendo ejército de ocupación se comportaban como los dueños del lugar tocándole el trastero a las mujeres y cogiendo lo que les viniese en gana. El español, orgulloso siempre y procrastinador de una constancia digna de admiración, veía esto y se iba enroscando la boina en la cabeza como para no verlo y no saltar…” que yo tengo un pronto mu malo Manolita, ya me conoces“…

Cuando se acumula demasiada potencia explosiva en el mismo sitio, que estalle es cuestión de cualquier minucia. Vaya por Dios que tuvieron los gabachos estos la ocurrencia de llevarse a los principitos, unos niños tan ricos ellos que no tenían culpa de nada. Los madrileños estaban aguantando como campeones el baboseo, las violaciones, las borracheras, el oggdeno y mandó de la gabachada y hasta su forma de hablar gangosa. Pero esto ya sí que no…Francisquito de Paula y María Luisa no se iban ir a Francia secuestrados sin que ellos hicieran algo para evitarlo, que estos gabachos son capaces hasta de darles de comer fgomashhh con moho apestoso y decirles que porque lo hagan en Rochefort, es un manjar. Y van y abren fuego contra los madrileños. Y a cañonazos

A esto que la gente, la gente, el populacho en el mejor de los casos, arrambla con los cacharros que tiene en casa y empieza a pertrecharse de navajeo, el trabuco del abuelo, cuchillos de carnicero y las tijeras esas que usa la vecina para capar gorrinos, y sale a la calle dispuesta a dar de baja de la suscripción de la vida a los fransuas y los tiegguí y los enmanueles. Y que no quede ni uno de esos gaies.




El levantamiento espontáneo es maravilloso. Una reacción instintiva de una población amante de lo suyo y que no acepta que vengan de fuera a cambiar sus modos de vida, que tiene claro que sus miserias y fracasos son suyos pero que no sean otros los que pretendan ni arreglárselas ni menos aún, empeorárselas. Igual de maravilloso, es desastroso. Fueron pocos en una ciudad de tantos y sólo un par de oficiales y sus hombres se les unen con las banderas en la mano y la Libertad en el pecho. Y luego plomo, porque mueren todos y el que no, lo ponen contra una tapia al día siguiente y le dan plomo también.

En principio aquello parece un simple contratiempo, una gentucilla que se ha sublevado contra el Imperio y contra la pretensión Napoleón de poner a su hermano en el trono español. Lo tenía a huevo tras la rendición de aquel castrado Borbón que se llamaba Carlos el IV y que en lugar de parecerse al al III o al I, tuvo que hacerlo al II. Pero en traidor. Y su hijo, Fernando el VII y Traidor el primero también, absurdamente El Deseado después. Aquí Paz, de los fusilamientos, y después Gloria. Imperial, piensa Napoleón. L’Espagne, un país atrasado de cejijuntos amaovejas, vencida.

La noticia de la rebelión corre como la pólvora en una época en la que nadie mandaba un whatsapp a su primo de Sevilla para decirle “ej k noj habemoj sublevao en la kapital”. Es conocida la historia de los dos alcaldes de Móstoles, de las juntas de defensa que se van convocando… Muchos han dado por derrotada a España comentiendo el error de no apagar por completo el fuego. Pocos españoles se necesitan para mantenerlo. Y España, cuando se calienta, quema. Pregúntenselo a los talibán aquellos que confundieron las montañas de Asturias con las de jovenlandia, las de Arabia o las del cagadero halal del que hubieran venido. Don Pelayo se las vio con ellos y les tuvo que firmar la orden de expulsión con efecto inmediato

A los franceses les va a empezar a salir poco a poco la ocupación de España bien cara. Lo de Madrid tenía un pase; que te la monten unos cuantos militares, cuatro patriotas envejecidos y la ralea que vivía a pie de calle cada día, vale. Lo que pasa después ya es otra cosa. No hay camino donde un francés no se pueda llevar un trabucazo. No hay posada ni taberna donde se esté a salvo de varias tortas. En pueblos como Valdepeñas se combate contra ellos a pedradas y con palos. Y los franceses ven algo que jamás se habían echado a la cara; las mujeres también pelean. Sí, tropas francesas derrotan una y otra vez a los soldados españoles, pero luego cualquier vecina te puede tirar un cubo de agua hirviendo en la cabeza desde un balcón.

El bandolerismo, problema endémico de España desde hacía tiempo, se hace fuerte contra el francés, que una cosa es robar a los tuyos y otra soportar a los otros. Los correos franceses son capturados uno tras otro por los delincuentes, ahora guerrilleros Cada día son más, que muchos vecinos ven en tirarse al monte la única manera de empezar a resistir con ciertas garantías contra el franchute. Pequeñas unidades, correos, avitualladores…Todos se las ven tarde o temprano con los bandoleros, tipos duros con master y doctorado en Ciencias Criminales y del Delito, que llevan años viviendo a salto de mata, conocedores de cada piedra y cada revuelta de la vereda más estrecha. Tienen chivatos en los pueblos y en los campos y en cada casa un botijo para beber. España se ha inventado las guerrillas y contra eso, por nuevo y por imprevisible, no se sabe combatir.

Es verdad que la situación es incómoda para los napoleónicos y también verdad que por ahora las pérdidas son pocas y admisibles. A todo esto la escuadra francesa que estaba en Cádiz desde la batalla de Trafalgar (donde gracias a un genio inglés,Nelson, y a un demorado francés,Villeneuve, se pudo derrotar a dos valientes españoles, Churruca y Gravina) se rinde a los españoles. Esto es inadmisible para el corso emperador que la propaganda inglesa nos ha retratado como un pobre acondroplásico megalómano. Medía 1,69, estatura decente para esa época. Napoleón encarga al general Dupont que el ejército de la Gironda acabe con esta función de circo española, ocupe las ciudades andaluzas y una vez con la escuadra recuperada, se ataque Gibraltar por mar y tierra y a ver qué hacen estos fulastres ingleses sin poder controlar el Estrecho.

Pues ese ejército español en derrota permanente se va a portar bien. Bajo la dirección del general Castaños, se recluta una fuerza importante en el sur de la península ibérica. Las juntas de Sevilla y Granada consiguen a más de 30000 voluntarios. Muchas veces se confunden gobiernos, mandatarios e instituciones con el país, que es más que eso. Y con la patria, que es mucho más. Basta quitar de en medio las politiquerías, los caciquismos y los intereses particulares de cuatro (muchos más en realidad) mangantes. Cuando España llama no hay español sordo. Y si lo hay, ya se le ajustarán las cuentas por lgtb afrancesado.

A quien le interese la historia bélica se le puede recomendar el libro de Francisco Vela “La Batalla de Bailén. El águila derrotada”. Ahí describe mil veces mejor que nosotros los movimientos de los ejércitos previos al enfrentamiento de mitad de julio de 1808. Cómo se ordenaron las unidades, los generales que las dirigían, las fuerzas que componía cada división…Es una lectura bien interesante en la que se ve como la información es poder y como la contrainformación es contrapoder. Los dos ejércitos cayeron en engaños provocados por el otro, pero el español salió mejor parado y también se lo montó mejor. Recuerden; cuando improvisamos, somos de los buenos.

Y el 19 de julio las tropas de ambos ejércitos se encuentran en Bailén, un pueblo de Jaén. En la misma puerta de Andalucía, muy cerca de donde siglos antes en otro día de julio, el 16, los reyes de Castilla, Aragón y Navarra y el arzobispo de Toledo habían crujido para siempre al ISIS de la época en Las Navas de Tolosa. Y si de aquellas le tocó el turno de salir derrotadísimos a nuestros enemigos del sur, los jovenlandeses, en 1808 llevaban los boletos premiados nuestros enemigos del norte, los gabachos.


Escudo del pueblo con el lema Bailén 19 de julio

La gabachada cometió muchos errores propios de la falta de coordinación de quien se sabe en una situación desconocida y bien diferente a las acostumbradas hasta entonces. Se habían juntado contra ellos unas fuerzas superiores en número, buena artillería y buenos mandos. Todos contagiados por el ardor de la primera rebelión, del vamos a echar a estos de aquí y que corran hasta los Pirineos, que nos ponemos y le echamos narices y no paramos hasta mearnos en el Sena y prenderle fuego a esa horterada gaia de Versalles. Los españoles además jugaban en casa, que eso siempre viene bien. Y tan bien vino que fue una de esas condiciones necesarias para la victoria.

Las tretas y contratretas se suceden. Amagos y fintas entre ataques reales. La artillería española destruye a la francesa sin muchos problemas y más bien que mal, los milicianos españoles aguantan el tipo cuando cargan las columnas francesas a la bayoneta. La adrenalina, la tensión constante y el nerviosismo de la inexperiencia le juega alguna mala pasada a los españoles que cuando ven que los franceses se retiran entre los olivos, les persiguen sólo para caer fusilados por los mosquetes galos. En cualquier caso la apuesta francesa por la carga frontal es frenada y la caballería española remata la acción consiguiendo que se retiren con el regazo entre las piernas. Algunos escuadrones demasiado enardecidos se adelantan en los flancos perdiendo el apoyo de sus compañeros y de repente se las ven contra los jinetes gabachos pero los mandos de los regimientos cercanos se anticipan también y con su apoyo se mantiene la línea ya adelantada y vuelta a la formación.

El general Dupont lidera la desesperada carga final en la que espera hacer valer la experiencia y combatividad de sus hombres, conquistadores de Europa y de España. No funciona. Es un espectacular día de calor propio del verano de esa zona, se pasan los 40º y los franceses no tienen ni agua. Las norias y pozos han sido fortificados y defendidos a hierro por los españoles y no hay manera de poder echarse algo a la garganta. Los vecinos de Bailén han ido llevando comida y sobre todo agua a sus soldados para que no les falten las fuerzas que no consiguen reunir los enemigos pobres y de sed. El escudo de Bailén es un botijo, adivinen el motivo.

Asfixiados y escupiendo polvo, los gabachos fracasan. El propio Dupont se lleva un balazo que casi lo deja con el cuerpo en la tierra para no levantarse. Para colmo llegan los refuerzos españoles. Rendición. Capitulaciones. Cabreo de l’Empereur. Por este orden.



El general Castaños saluda a los vencidos

Ha sucedido lo imposible o por lo menos lo que no se había visto. Después de hacerse con toda Europa, ésta es la primera derrota de un ejército napoleónico. Y ha tenido que ser en el país del ejército que perdía una y otra vez. La francesada en inferioridad numérica, vale, pero por muy poco y eran profesionales de la guerra. Los españoles, novatos recién alistados que habían sujetado por vez primera un mosquete pocos días antes.

A Napoleón no le faltan motivos para estar enfadado, después de esto tiene que venir a España para reconducir la situación en persona. Derrota a varios ejércitos españoles y alguno inglés que ha desembarcado en las costas peninsulares, pero el daño, siente, ya está hecho. Los ejércitos españoles pueden ser derrotados pero los españoles luego se escabullen, es como querer retener arena seca con las manos. El ejército español en 1808 es inútil en campo abierto, qué se le va a hacer. Indisciplina, falta de capacidad de los mandos, doctrina militar, táctica y estratégica desfasadísimas, lucha de egos y falta de medios materiales y pésima logística .

Pero el español como individuo liberado del ordeno y mando y dejado a su criterio, se revela (y se rebela) como un hábil improvisador capaz de llevar la lucha en su terreno como si hubiera nacido para ello. Bosques, montes, barrancos y callejuelas son sus campos de batalla. Partidas de guerrilleros que como tribus de tamaño pequeño o mediano mantienen una presión constante contra El Francés practicando una muerte de los 1000 cortes a través del desgaste continuo, a cuentagotas, mordiendo pequeños bocados del gigantesco corpachón imperial que no es capaz de deshacerse de tantas pulgas.

España se dejó invadir pero se negó a someterse cuando ya estaba invadida. Es algo extraño, dejar hacer hasta que ya no se aguanta. España, como el español, funciona así. A golpe de instinto razonable. No somos un país tan absurdo como se quisiera pensar, el instinto nos pide una cosa y si la razón lo respalda, entonces se lucha. No hay forma de negar las glorias conquistadas en el campo de batalla por los españoles en la Guerra de África a partir de Annual pero tampoco podemos ocultar que las razones de esa guerra y la mera presencia española en jovenlandia era consecuencia de intereses particulares de los grandes caciques españoles. Resultado; la gente no quería pelear ahí y a mí que se me ha perdido en África y no me han dado vela para este (mi) entierro. El mismo país se lanzó contra sí mismo sin dudarlo en 1936 sintiendo y pensando que había que pelear. Les salía del corazón y lo validaban con la cabeza.

No tiene sentido pedir una reacción mesurada, pensada, meditada y planeada. No va con nosotros. Necesitamos estar contra las cuerdas, entre la espada y la pared. Es la única manera de que un pueblo levantisco y orgulloso se ponga de acuerdo. En Covadonga, en Las Navas de Tolosa, en México, y en Lepanto. Y también en la Puerta del Sol aquel 2 de mayo (aunque se perdiera) y en Bailén (aunque se ganara sólo por esa vez) porque fue ahí donde se dijo basta. Siempre al límite. En el último asalto, ganadores por KO. En las grandes empresas esto lo llaman “trabajar bajo presión”. En España se ha dicho siempre tener narices y que para usarlos hay ocasiones. Y cuanto toca dar lo mejor estando en lo peor, nunca fallamos.

De aquella que la destrucción de la grandeur imperial de Napoleón comenzó en España. Más tarde el emperador no tuvo otra idea que poner sus ojos en Rusia, país que se había tragado a los mongoles, los caballeros teutones, el Imperio Sueco, el Otomano y Persia. Hay una ley histórica que dice que Rusia no se conquista y otra que España nunca se controla del todo. Hoy es Rusia quien resiste al globalismo destructor de pueblos. España ya sabe la parte que le toca; tenemos una cita con la Historia para renovar el papel en esta función.

Que nos acorralen y que Dios les coja confesados. Les va a hacer falta.
 

Santutxu

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19 de julio - Napoleón derrotado en Bailén y España en armas

El 2 de mayo de 1808 la gente madrileña, porque no hubo mucha persona de calidad entre ellos, ve como los príncipes son sacados del Palacio Real por los franceses. Llevaban ya aguantando a estos gabachos una buena temporada. Gabachos que siendo ejército de ocupación se comportaban como los dueños del lugar tocándole el trastero a las mujeres y cogiendo lo que les viniese en gana. El español, orgulloso siempre y procrastinador de una constancia digna de admiración, veía esto y se iba enroscando la boina en la cabeza como para no verlo y no saltar…” que yo tengo un pronto mu malo Manolita, ya me conoces“…

Cuando se acumula demasiada potencia explosiva en el mismo sitio, que estalle es cuestión de cualquier minucia. Vaya por Dios que tuvieron los gabachos estos la ocurrencia de llevarse a los principitos, unos niños tan ricos ellos que no tenían culpa de nada. Los madrileños estaban aguantando como campeones el baboseo, las violaciones, las borracheras, el oggdeno y mandó de la gabachada y hasta su forma de hablar gangosa. Pero esto ya sí que no…Francisquito de Paula y María Luisa no se iban ir a Francia secuestrados sin que ellos hicieran algo para evitarlo, que estos gabachos son capaces hasta de darles de comer fgomashhh con moho apestoso y decirles que porque lo hagan en Rochefort, es un manjar. Y van y abren fuego contra los madrileños. Y a cañonazos

A esto que la gente, la gente, el populacho en el mejor de los casos, arrambla con los cacharros que tiene en casa y empieza a pertrecharse de navajeo, el trabuco del abuelo, cuchillos de carnicero y las tijeras esas que usa la vecina para capar gorrinos, y sale a la calle dispuesta a dar de baja de la suscripción de la vida a los fransuas y los tiegguí y los enmanueles. Y que no quede ni uno de esos gaies.




El levantamiento espontáneo es maravilloso. Una reacción instintiva de una población amante de lo suyo y que no acepta que vengan de fuera a cambiar sus modos de vida, que tiene claro que sus miserias y fracasos son suyos pero que no sean otros los que pretendan ni arreglárselas ni menos aún, empeorárselas. Igual de maravilloso, es desastroso. Fueron pocos en una ciudad de tantos y sólo un par de oficiales y sus hombres se les unen con las banderas en la mano y la Libertad en el pecho. Y luego plomo, porque mueren todos y el que no, lo ponen contra una tapia al día siguiente y le dan plomo también.

En principio aquello parece un simple contratiempo, una gentucilla que se ha sublevado contra el Imperio y contra la pretensión Napoleón de poner a su hermano en el trono español. Lo tenía a huevo tras la rendición de aquel castrado Borbón que se llamaba Carlos el IV y que en lugar de parecerse al al III o al I, tuvo que hacerlo al II. Pero en traidor. Y su hijo, Fernando el VII y Traidor el primero también, absurdamente El Deseado después. Aquí Paz, de los fusilamientos, y después Gloria. Imperial, piensa Napoleón. L’Espagne, un país atrasado de cejijuntos amaovejas, vencida.

La noticia de la rebelión corre como la pólvora en una época en la que nadie mandaba un whatsapp a su primo de Sevilla para decirle “ej k noj habemoj sublevao en la kapital”. Es conocida la historia de los dos alcaldes de Móstoles, de las juntas de defensa que se van convocando… Muchos han dado por derrotada a España comentiendo el error de no apagar por completo el fuego. Pocos españoles se necesitan para mantenerlo. Y España, cuando se calienta, quema. Pregúntenselo a los talibán aquellos que confundieron las montañas de Asturias con las de jovenlandia, las de Arabia o las del cagadero halal del que hubieran venido. Don Pelayo se las vio con ellos y les tuvo que firmar la orden de expulsión con efecto inmediato

A los franceses les va a empezar a salir poco a poco la ocupación de España bien cara. Lo de Madrid tenía un pase; que te la monten unos cuantos militares, cuatro patriotas envejecidos y la ralea que vivía a pie de calle cada día, vale. Lo que pasa después ya es otra cosa. No hay camino donde un francés no se pueda llevar un trabucazo. No hay posada ni taberna donde se esté a salvo de varias tortas. En pueblos como Valdepeñas se combate contra ellos a pedradas y con palos. Y los franceses ven algo que jamás se habían echado a la cara; las mujeres también pelean. Sí, tropas francesas derrotan una y otra vez a los soldados españoles, pero luego cualquier vecina te puede tirar un cubo de agua hirviendo en la cabeza desde un balcón.

El bandolerismo, problema endémico de España desde hacía tiempo, se hace fuerte contra el francés, que una cosa es robar a los tuyos y otra soportar a los otros. Los correos franceses son capturados uno tras otro por los delincuentes, ahora guerrilleros Cada día son más, que muchos vecinos ven en tirarse al monte la única manera de empezar a resistir con ciertas garantías contra el franchute. Pequeñas unidades, correos, avitualladores…Todos se las ven tarde o temprano con los bandoleros, tipos duros con master y doctorado en Ciencias Criminales y del Delito, que llevan años viviendo a salto de mata, conocedores de cada piedra y cada revuelta de la vereda más estrecha. Tienen chivatos en los pueblos y en los campos y en cada casa un botijo para beber. España se ha inventado las guerrillas y contra eso, por nuevo y por imprevisible, no se sabe combatir.

Es verdad que la situación es incómoda para los napoleónicos y también verdad que por ahora las pérdidas son pocas y admisibles. A todo esto la escuadra francesa que estaba en Cádiz desde la batalla de Trafalgar (donde gracias a un genio inglés,Nelson, y a un demorado francés,Villeneuve, se pudo derrotar a dos valientes españoles, Churruca y Gravina) se rinde a los españoles. Esto es inadmisible para el corso emperador que la propaganda inglesa nos ha retratado como un pobre acondroplásico megalómano. Medía 1,69, estatura decente para esa época. Napoleón encarga al general Dupont que el ejército de la Gironda acabe con esta función de circo española, ocupe las ciudades andaluzas y una vez con la escuadra recuperada, se ataque Gibraltar por mar y tierra y a ver qué hacen estos fulastres ingleses sin poder controlar el Estrecho.

Pues ese ejército español en derrota permanente se va a portar bien. Bajo la dirección del general Castaños, se recluta una fuerza importante en el sur de la península ibérica. Las juntas de Sevilla y Granada consiguen a más de 30000 voluntarios. Muchas veces se confunden gobiernos, mandatarios e instituciones con el país, que es más que eso. Y con la patria, que es mucho más. Basta quitar de en medio las politiquerías, los caciquismos y los intereses particulares de cuatro (muchos más en realidad) mangantes. Cuando España llama no hay español sordo. Y si lo hay, ya se le ajustarán las cuentas por lgtb afrancesado.

A quien le interese la historia bélica se le puede recomendar el libro de Francisco Vela “La Batalla de Bailén. El águila derrotada”. Ahí describe mil veces mejor que nosotros los movimientos de los ejércitos previos al enfrentamiento de mitad de julio de 1808. Cómo se ordenaron las unidades, los generales que las dirigían, las fuerzas que componía cada división…Es una lectura bien interesante en la que se ve como la información es poder y como la contrainformación es contrapoder. Los dos ejércitos cayeron en engaños provocados por el otro, pero el español salió mejor parado y también se lo montó mejor. Recuerden; cuando improvisamos, somos de los buenos.

Y el 19 de julio las tropas de ambos ejércitos se encuentran en Bailén, un pueblo de Jaén. En la misma puerta de Andalucía, muy cerca de donde siglos antes en otro día de julio, el 16, los reyes de Castilla, Aragón y Navarra y el arzobispo de Toledo habían crujido para siempre al ISIS de la época en Las Navas de Tolosa. Y si de aquellas le tocó el turno de salir derrotadísimos a nuestros enemigos del sur, los jovenlandeses, en 1808 llevaban los boletos premiados nuestros enemigos del norte, los gabachos.


Escudo del pueblo con el lema Bailén 19 de julio

La gabachada cometió muchos errores propios de la falta de coordinación de quien se sabe en una situación desconocida y bien diferente a las acostumbradas hasta entonces. Se habían juntado contra ellos unas fuerzas superiores en número, buena artillería y buenos mandos. Todos contagiados por el ardor de la primera rebelión, del vamos a echar a estos de aquí y que corran hasta los Pirineos, que nos ponemos y le echamos narices y no paramos hasta mearnos en el Sena y prenderle fuego a esa horterada gaia de Versalles. Los españoles además jugaban en casa, que eso siempre viene bien. Y tan bien vino que fue una de esas condiciones necesarias para la victoria.

Las tretas y contratretas se suceden. Amagos y fintas entre ataques reales. La artillería española destruye a la francesa sin muchos problemas y más bien que mal, los milicianos españoles aguantan el tipo cuando cargan las columnas francesas a la bayoneta. La adrenalina, la tensión constante y el nerviosismo de la inexperiencia le juega alguna mala pasada a los españoles que cuando ven que los franceses se retiran entre los olivos, les persiguen sólo para caer fusilados por los mosquetes galos. En cualquier caso la apuesta francesa por la carga frontal es frenada y la caballería española remata la acción consiguiendo que se retiren con el regazo entre las piernas. Algunos escuadrones demasiado enardecidos se adelantan en los flancos perdiendo el apoyo de sus compañeros y de repente se las ven contra los jinetes gabachos pero los mandos de los regimientos cercanos se anticipan también y con su apoyo se mantiene la línea ya adelantada y vuelta a la formación.

El general Dupont lidera la desesperada carga final en la que espera hacer valer la experiencia y combatividad de sus hombres, conquistadores de Europa y de España. No funciona. Es un espectacular día de calor propio del verano de esa zona, se pasan los 40º y los franceses no tienen ni agua. Las norias y pozos han sido fortificados y defendidos a hierro por los españoles y no hay manera de poder echarse algo a la garganta. Los vecinos de Bailén han ido llevando comida y sobre todo agua a sus soldados para que no les falten las fuerzas que no consiguen reunir los enemigos pobres y de sed. El escudo de Bailén es un botijo, adivinen el motivo.

Asfixiados y escupiendo polvo, los gabachos fracasan. El propio Dupont se lleva un balazo que casi lo deja con el cuerpo en la tierra para no levantarse. Para colmo llegan los refuerzos españoles. Rendición. Capitulaciones. Cabreo de l’Empereur. Por este orden.



El general Castaños saluda a los vencidos

Ha sucedido lo imposible o por lo menos lo que no se había visto. Después de hacerse con toda Europa, ésta es la primera derrota de un ejército napoleónico. Y ha tenido que ser en el país del ejército que perdía una y otra vez. La francesada en inferioridad numérica, vale, pero por muy poco y eran profesionales de la guerra. Los españoles, novatos recién alistados que habían sujetado por vez primera un mosquete pocos días antes.

A Napoleón no le faltan motivos para estar enfadado, después de esto tiene que venir a España para reconducir la situación en persona. Derrota a varios ejércitos españoles y alguno inglés que ha desembarcado en las costas peninsulares, pero el daño, siente, ya está hecho. Los ejércitos españoles pueden ser derrotados pero los españoles luego se escabullen, es como querer retener arena seca con las manos. El ejército español en 1808 es inútil en campo abierto, qué se le va a hacer. Indisciplina, falta de capacidad de los mandos, doctrina militar, táctica y estratégica desfasadísimas, lucha de egos y falta de medios materiales y pésima logística .

Pero el español como individuo liberado del ordeno y mando y dejado a su criterio, se revela (y se rebela) como un hábil improvisador capaz de llevar la lucha en su terreno como si hubiera nacido para ello. Bosques, montes, barrancos y callejuelas son sus campos de batalla. Partidas de guerrilleros que como tribus de tamaño pequeño o mediano mantienen una presión constante contra El Francés practicando una muerte de los 1000 cortes a través del desgaste continuo, a cuentagotas, mordiendo pequeños bocados del gigantesco corpachón imperial que no es capaz de deshacerse de tantas pulgas.

España se dejó invadir pero se negó a someterse cuando ya estaba invadida. Es algo extraño, dejar hacer hasta que ya no se aguanta. España, como el español, funciona así. A golpe de instinto razonable. No somos un país tan absurdo como se quisiera pensar, el instinto nos pide una cosa y si la razón lo respalda, entonces se lucha. No hay forma de negar las glorias conquistadas en el campo de batalla por los españoles en la Guerra de África a partir de Annual pero tampoco podemos ocultar que las razones de esa guerra y la mera presencia española en jovenlandia era consecuencia de intereses particulares de los grandes caciques españoles. Resultado; la gente no quería pelear ahí y a mí que se me ha perdido en África y no me han dado vela para este (mi) entierro. El mismo país se lanzó contra sí mismo sin dudarlo en 1936 sintiendo y pensando que había que pelear. Les salía del corazón y lo validaban con la cabeza.

No tiene sentido pedir una reacción mesurada, pensada, meditada y planeada. No va con nosotros. Necesitamos estar contra las cuerdas, entre la espada y la pared. Es la única manera de que un pueblo levantisco y orgulloso se ponga de acuerdo. En Covadonga, en Las Navas de Tolosa, en México, y en Lepanto. Y también en la Puerta del Sol aquel 2 de mayo (aunque se perdiera) y en Bailén (aunque se ganara sólo por esa vez) porque fue ahí donde se dijo basta. Siempre al límite. En el último asalto, ganadores por KO. En las grandes empresas esto lo llaman “trabajar bajo presión”. En España se ha dicho siempre tener narices y que para usarlos hay ocasiones. Y cuanto toca dar lo mejor estando en lo peor, nunca fallamos.

De aquella que la destrucción de la grandeur imperial de Napoleón comenzó en España. Más tarde el emperador no tuvo otra idea que poner sus ojos en Rusia, país que se había tragado a los mongoles, los caballeros teutones, el Imperio Sueco, el Otomano y Persia. Hay una ley histórica que dice que Rusia no se conquista y otra que España nunca se controla del todo. Hoy es Rusia quien resiste al globalismo destructor de pueblos. España ya sabe la parte que le toca; tenemos una cita con la Historia para renovar el papel en esta función.

Que nos acorralen y que Dios les coja confesados. Les va a hacer falta.
Gravina era Italiano, y Txurruka Vasco.


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Vamosya

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La España peninsular, saqueada y la transatlántica, dividida (y pudiera decirse, a la merced del anglosajón). Francia no fue castigada ni dividida como Alemania. Y todavía se le conquistaría la Cochinchina
 

ominae

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La España peninsular, saqueada y la transatlántica, dividida (y pudiera decirse, a la merced del anglosajón). Francia no fue castigada ni dividida como Alemania. Y todavía se le conquistaría la Cochinchina
Es mucho peor, España estuvo todo el siglo XVI derrotando a Francia, encima que eran los franceses los que atacaban continuamente a los aliados de los españoles, hicieron preso al rey, e incluso en San Quintin, con el ejercito frances destruido los españoles no quisieron entrar en Paris.

Luego lees las cosas de la leyenda negra y los endofobos izquierdistas contra españa como pais cavernicola y asesino y es que flipas en colores de donde habrá sacado esas cosas.
 
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A ver en ese artículo hay varias afirmaciones que además de no ser ciertas es que ya rozan directamente el disparate...

-España no "se dejó invadir" fué invadida a traición por un país que era nuestro aliado y con el que se firmó un tratado que permitía el acceso militar a su ejército, oficialmente para atacar Portugal (en realidad con la intención de ocupar los puntos clave de España).

- El ejército español antes de Bailén no había sufrido ninguna "derrota permanente " ni perdieron "una y otra vez" porque no hubo batallas previas ( es increíble como se puede tener la pretensión y las ínfulas de escribir un artículo con semejantes niveles de ignorancia sobre lo que se escribe:roto2:)

-Tampoco el alzamiento contra los franceses fué sólo de los "bandoleros" es una merluzez que demuestra que ésto lo escribe un analfabeto, es como decir que todos los habitantes de Madrid, Gerona o Zaragoza eran bandoleros.

- Una batalla como Bailén no se improvisa, se planificó de antemano (Plan Saavedra-Castaños) cosa que parece desconocer el autor del artículo. Tampoco el ejército de Castaños estaba compuesto de "novatos recién alistados"porque les habrían dado la del pulpo, de los 27.000 españoles en Bailén cerca de 20.000 eran fuerzas regulares encuadradas en 18 regimientos de infantería y 3 de caballería.

- Y esto es mentira , cito: "El ejército español en 1808 es inútil en campo abierto, qué se le va a hacer. Indisciplina, falta de capacidad de los mandos, doctrina militar, táctica y estratégica desfasadísimas, lucha de egos y falta de medios materiales y pésima logística "....lo demuestra la misma batalla de Bailén; pero es mas interesante el caso de la batalla de Albuera que no acabó en desastre gracias precisamente a que las 3 Divisiones españolas presentes frenaron y diezmaron a la infantería y la caballería francesas, precisamente gracias a su disciplina y a una táctica acertada.....el ejército francés con sus "avanzadas" tácticas (el ataque en columna) fué machacado por el fuego de la infantería española pese a sus "desfasadas" tácticas, que por cierto que erasn las mismas que usaban los ingleses.
 

Mary Celeste

Madmaxista
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"El ejército español en 1808 es inútil en campo abierto, qué se le va a hacer. Indisciplina, falta de capacidad de los mandos, doctrina militar, táctica y estratégica desfasadísimas, lucha de egos y falta de medios materiales y pésima logística "
Suena a ese autoodio tan de Pérez Reverte, "este país de hez pero en plan guay" pero sin gracia, mal imitado y aún más cutre.
 

otroyomismo

Madmaxista
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Offtopiqueo pidiendo ayuda. Busco titulo de un libro que se ha editado este año o el año pasado dedicado a la participacion española en el contexto de la guerra de Independencia Americana. Lo vi en la Central o en La Casa del libro, pero no recuerdo titulo.


aunque buscando, buscando me acabo de topar con una tesis doctoral que puede resultar muy interesante (y densa):

Bernardo de Gálvez y América a finales del siglo XVIII

Bernardo de Gálvez y América a finales del siglo XVIII - E-Prints Complutense
 
Última edición:

Mineroblanco

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En 1808 la mayor parte de las unidades militares españolas que se opusieron a la invasión estaban formadas por voluntarios inexpertos, frecuentemente sin armas suficientes, sin ninguna preparación militar, y varios de sus jefes eran malos generales, por eso el ejército español sufrió durante los primeros años de la guerra de la Independencia muchas más derrotas que victorias. Bailén fue una de las pocas victorias que consiguió, aunque fue muy importante, pues levantó la moral de los españoles y les animó a resistir y formar guerrillas en la retaguardia francesa.
 

Redbull Vol. II

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La imagen del escudo de Bailen no es un botijo, es un cantaro agujereado por una bala.

Es recordatorio de la gesta de la mujeres de Bailen que en plena batalla hicieron de aguadoras para la tropa, una llamada Maria Bellido apodada "la culiancha" (facil imaginar el motivo) cuando ofrecia agua al general Reding recibio un balazo en el cantaro, ella sin inmutarse ni asustarse le ofrecio al general el agua que quedaba en el fondo del roto cantaro.

Muchas decadas despues Isabel II visito el campo de batalla, le regalaron la supuesta bala que rompio la cantara y quedo en el fondo y ella fijo una pension para la anciana hija de Maria Bellido
 

chemarin

Será en Octubre
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El artículo nació en la guardería y ahí debió quedarse, los que saben de historia ya han señalado los disparates que contiene, a mí, que soy más frívolo, se me ha despertado la curiosidad por saber de dónde sale eso de:

Gabachos que siendo ejército de ocupación se comportaban como los dueños del lugar tocándole el trastero a las mujeres y cogiendo lo que les viniese en gana.
Y luego:

El español, orgulloso siempre y procrastinador de una constancia digna de admiración, veía esto y se iba enroscando la boina en la cabeza como para no verlo y no saltar…” que yo tengo un pronto mu malo Manolita, ya me conoces“…
Aquí se intuye un tufillo huelebráguico notable.
 

Johnny Bravo

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Lugar
Los madriles
El artículo es un poco inexacto.

La batalla de Bailén la perdió Napoleón principalmente por estos motivos:

1- Subestimó al enemigo
2- Desconocimiento del terreno
3- Bases de apoyo muy lejos (cientos Km con Madrid)

Errores que no volvería a cometer.
De hecho, España es un actor bastante influyente de la caída de Napoleón ya que debido a la situación Napoleón se vió forzado a tener más efectivos en el país y no poder usarlos en otras batallas.
 

Mineroblanco

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Napoleón no mandó a las tropas francesas en Bailén. Entonces no estaba en España.
 

Don Meliton

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Es mucho peor, España estuvo todo el siglo XVI derrotando a Francia, encima que eran los franceses los que atacaban continuamente a los aliados de los españoles, hicieron preso al rey, e incluso en San Quintin, con el ejercito frances destruido los españoles no quisieron entrar en Paris.

Luego lees las cosas de la leyenda negra y los endofobos izquierdistas contra españa como pais cavernicola y asesino y es que flipas en colores de donde habrá sacado esas cosas.
Seras tan cinico e me gusta la fruta como para preguntarlo.

Del magin de tus queridos anglos, o vas a decir que se lo invento la KGB?