Lo suyo es que si descentralizas competencias estos tengan que administrar los ingresos y la gestión de sus recursos.
El problema viene cuando se suelta dinero a las autonomías por población y se lo gastan como quieren porque hagan lo que hagan harán lo mismo y les da lo mismo gastarse 20 millones en viogen porque si falta dinero en otra parte lo mete Pedrito mediante transferencias directas o la FLA
Otro de los muchos despropósitos de nuestro sistema autonómico.
En los estados que se organizan de forma federal, sus unidades regionales se financian vía sus impuestos para hacer frente a los gastos que supone el ejercicio de sus competencias. La administración central - o nacional, llámesele como quiera - se ocupa de sus competencias y de transferir dinero en aquellos casos en los que una unidad regional, por pobretona, tenga por ejemplo deficiencias en materias sensibles como pueda ser educación o sanidad.
La chapuza que tenemos en España es un estado federal cuyas unidades regionales tienen un gasto público cuyo peso en el total nacional supera a los casos de países como Estadios Unidos o Alemania - países cuya forma de estado es federal por definición -, pero que pasan olímpicamente de recaudar.
Con semejante 'arquitectura' de incentivos, el malgasto está garantizado. Una comunidad autónoma siempre podrá pedir más dinero a la administración central, que en última instancia subirá los impuestos. En las elecciones a los parlamentos autonómicos los electores no pueden sancionar - ni de forma favorable ni desfavorable -
lo eficaz que es el la eficiencia de un gobierno autonómico gastando el dinero público: esa información, sencillamente, no existe. Y, así, por ejemplo, llegamos a que los funcionarios de las autonomías están mejor remunerados, en general, que los de la Administración General del Estado.