Henna
Madmaxista
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Este jueves 25 de noviembre es el Día de Acción de Gracias en EE.UU. Según Wikipedia el origen es este:
Los estadounidenses actuales ¿acuden a un restaurante siux? ¿viajan a alguna reserva india para confraternizar con ellos? No hacen nada de esto a pesar de las imágenes que decoran esta fiesta:
Celebran que sus ciudades están libres de nativos americanos.
Cada vez que llega el 12 de octubre empieza la fiesta del victimismo indígena, el rencor por tener lo que en realidad merecen pero no pueden aceptar y necesitan echar la culpa a una guerra de hace 500 años. A esta fiesta se apunta el presidente Biden, el papa Francisco, las burguesías vasca y navarra que apoyaron al franquismo y a sus perritos de izquierda.
Pero en cuanto llega la fiesta que enmascara un genocidio real, un genocidio sistemático ordenado en leyes (los nativos no fueron ciudadanos de EE.UU. hasta 1924) toda la izquierda "antiimperialista" se queda totalmente callada. Especialmente la latinoamericana que, como siempre, calla obedientemente mientras sueña en secreto ser anglosajón. Por ejemplo los hijos del comunista indigenista y presidente del Perú, Pedro Castillo, no se llaman " Atahualpa" o "Chachapuma", se llaman Jennifer y Arnold.
Sería buena idea citar en twitter a Iñaki López (yo no tengo) para que nos explique cuántos indios murieron en este genocidio. Según él existía un censo en Hispanoamérica que contó 50 millones de muertos.
Dado que al principio la colonia de Plymouth no tenía suficiente comida para alimentar a la mitad de los 102 colonos, los nativos de la tribu Wampanoag ayudaron a los peregrinos dándoles semillas y enseñándoles a pescar.
Los estadounidenses actuales ¿acuden a un restaurante siux? ¿viajan a alguna reserva india para confraternizar con ellos? No hacen nada de esto a pesar de las imágenes que decoran esta fiesta:
Celebran que sus ciudades están libres de nativos americanos.
Cada vez que llega el 12 de octubre empieza la fiesta del victimismo indígena, el rencor por tener lo que en realidad merecen pero no pueden aceptar y necesitan echar la culpa a una guerra de hace 500 años. A esta fiesta se apunta el presidente Biden, el papa Francisco, las burguesías vasca y navarra que apoyaron al franquismo y a sus perritos de izquierda.
Pero en cuanto llega la fiesta que enmascara un genocidio real, un genocidio sistemático ordenado en leyes (los nativos no fueron ciudadanos de EE.UU. hasta 1924) toda la izquierda "antiimperialista" se queda totalmente callada. Especialmente la latinoamericana que, como siempre, calla obedientemente mientras sueña en secreto ser anglosajón. Por ejemplo los hijos del comunista indigenista y presidente del Perú, Pedro Castillo, no se llaman " Atahualpa" o "Chachapuma", se llaman Jennifer y Arnold.
Sería buena idea citar en twitter a Iñaki López (yo no tengo) para que nos explique cuántos indios murieron en este genocidio. Según él existía un censo en Hispanoamérica que contó 50 millones de muertos.