"si hubiera más gente que trabajara se podría asegurar el sistema de pensiones"
Confiemos que nadie deje nunca al cargo de este experto economista televisivo el balance de un banco, ni mucho menos el balance de una mercería de barrio.
El patrimonio de un sistema de pensiones consta de unos activos con los que debe hacer frente a unos pasivos o obligaciones de pago.
La solvencia o insolvencia de ese sistema de pensiones, su viabilidad, depende de que el valor de los activos en el balance alcance el valor de los pasivos adquiridos por el sistema.
El valor de los pasivos adquiridos por el sistema es el valor de los derechos adquiridos por los cotizantes frente al sistema.
Cada vez que un sistema de pensiones adquiere un nuevo cotizante, aparece el flujo de cotizaciones de ese nuevo cotizante que hace crecer el patrimonio de activos del sistema pero también aparece un nuevo beneficiario del sistema cuyos derechos adquiridos frente al sistema crean unos pasivos de igual valor que los activos que aporta.
De modo que el que aumente el número de cotizantes presentes, y pensionistas futuros, no mejora la solvencia de un sistema de pensiones quebrado, del mismo modo que un banco quebrado no puede solventar su quiebra logrando que muchos nuevos clientes depositen en el banco sus ahorros, ya que el ahorrador que deposita sus ahorros en un banco espera poder recuperarlos en el futuro.
El sistema publico de pensiones español nació insolvente y solo ha ido profundizando su insolvencia con el tiempo, entre otras cosas porque como todo lo que queda al alcance de las zarpas de la Bestia estatal, ha sido saqueado innumerables veces.