El golf... ¡ay, el golf!
Saludos,
forer@s de pro. Mientras nos seguimos cubriendo de gloria a diario (miedo me da ya pensar en diciembre y porque me la voy a perder, pero la vuelta al cole con Yuri al alza y subidas de precios generalizadas vana dejar el terruño patrio como una postal del infierno... aquí los emigrantes que retornan de España suelen venir cabreados, arruinados y espantados de lo mal que les ha ido y fuertemente defraudados en sus expectativas) es interesante que nos planteemos la cuestión del golf y demás atributos complementarios que han proliferado cual venenosa plaga por la geografía pepitil ibérica.
Es interesante comprobar hasta dónde llega la estupidez humana. El golf.
Jamás he entendido cómo es posible que la gente por el mero hecho de practicar ese deporte, lo mismo que por pertenecer a un club de tenis (ápice del pijismo) SE CREA QUE YA PERTENECE A OTRA CLASE SOCIAL SUPERIOR.
Ese sentimiento de pertenencia a otros estratos sociales en teoría superiores es lo que ha hecho que se multipliquen las deudas para tener la TV plasma, el glof y el VW Golf de tropecientos mil caballos, el apartamentito, las vacaciones quieroynopuedo.... de pepitos desesperados por las series de TV y las presiones vecinales que les hacen creerse que si no tienen ciertos bienes y servicios tan necesarios dejan de ser más que el prójimo, aún más menso porque se lo restregaba por la cara.
Ese creerse que por comprar tales cosas al precio que sea y exhibirlas les hace miembros de una clase social alta o media-alta... es uno de los factores que explican la burbuja CREDITICIA, y buena parte de la inmobiliaria.
Ese ascenso en la escala social que se adquiere a inmediato plazo vía tarjetazo, en vez de por méritos propios labrados a lo largo del tiempo y el esfuerzo, como respetabilidad en una profesión, honradez reconocida, cultura académica y científica, trabajo trabajo y más trabajo...
Pobre del país que vive tanto de las apariencias y luego es nada. Ya lo dice un iluminado del foro, Boina de Emidio Tucci. Qué gran verdad.
Ya lo dijeron Federico Chueca y Fdez Shaw en su genial zarzuela...
Cuánto vestido nuevo, cuánta parola... y el puchero a la lumbre con agua sola... (Agua, Azucarillos, Aguardiente... ¡¡¡AGUÁÁÁÁÁÁ!!!)
NOTA: Mis respetos a los jugadores profesionales de deportes de este tipo, o a quien lo practique porque se lo puede permitir, su caso no tiene nada que ver con el comentado. Un pepito quiero y no puedo aunque pueda comprar los palos de segunda mano se va al Corte Inglés y muestra la factura pegada en la solapa.