¿Manué, dónde voy yo con 52 años?
10:52 LOS ministros y los consejeros de la Junta pueden retornar a la Bahía. Que respiren, que la crisis ha finalizado. Delphi cierra, pero deja la llave. Así que estos aconsejadores que gastan menos agallas políticas que las ranas del parque, aunque necesiten tratamiento de infantas, ya no pasarán por los trances de Chaves, que cada vez que visitaba la provincia se topaba con los trabajadores amenazados por el cierre. Hasta la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, se perdió, y de modo voluntario, el inicio de las obras del segundo puente, y no hubo gobernadores ni obispos ni declamaciones de poetas, que fue lo que ocurrió cuando el Carranza. Y es que el presidente de la Junta ha sido uno de los pocos políticos que no ha rehuido el territorio comanche. Él y uno o dos consejeros a lo sumo. En uno de estos encuentros, que eran en realidad encontronazos porque cada vez se agriaban más, un trabajador le espetó: "¿Manué (que es el tratamiento que en Andalucía se le otorga a su presidente), dónde voy yo ahora con 52 años, Manué?" Hoy lo sabemos: de momento, a su casa con unos 75.000 euros -200.000 si es uno de sus 30 directivos- y, pasado el verano, a formarse para entrar en una nueva empresa, y casi aventuro que en el caso de aquellos que hoy cuentan 54 años es posible que, además, se prejubilen. Los cajasoles y unicajas de Puerto Real, a engrosar el pasivo.
A excepción de algunas trifulcas aisladas -y censurables- debido a unos cuantos incontrolados y a otros demasiado controlados, el comité de empresa ha conducido esta crisis con tino: no quemaron la fábrica, se han dejado aconsejar en determinados asuntos y han tenido más paciencia que Delphi. Y, ciertamente, sus intereses están satisfechos: los sindicatos no podían imaginar hace dos meses que la empresa se avendría a pagar 45 días por año trabajado de indemnización y, además, ceder los activos a la Junta, lo que permite el asentamiento de nuevas compañías para ser recolocados.
¿Y por qué Delphi, que mantuvo en un principio una posición titánica, cambió su estrategia?
Una persona que ha intervenido en la negociación ha explicado a Diario de Cádiz que los motivos son dos: el primero, el temor a que la jueza de lo Mercantil de Cádiz abriera una pieza de responsabilidades penales para investigar si había quiebra fraudulenta y, segundo, la necesidad de la compañía matriz de acabar con el conflicto de Puerto Real una vez aclarado su asunto, ya, en Estados Unidos. Inquietud, de ahí que intentarán salvar en una cláusula las posibles responsabilidades de sus directivos, y prisa. Y esto iba para rato porque el comité estaba dispuesto a irse al paro para cobrar un desempleo que no le sería descontado ni por la Consejería de Empleo ni por el Ministerio de Trabajo. Los representantes legales de Delphi también han ayudado a conseguir esta solución satisfactoria. Al final, "la hoja de ruta" a la que se ha referido el consejero de Empleo, Antonio Fernández, se ha ido cumpliendo, aunque fuera, en cierto modo, secreta; entre otras razones porque el hábil jerezano sólo enseñaba a cada parte el trozo de la hoja que más convenía a ese interés particular. Correoso Fernández se hubiera ido a dormir tranquilo el jueves si esa misma tarde no hubieran muerto los cuatro obreros de Almería.
Pero al conflicto de Delphi aún le resta una pieza. Y no es el refrendo del acuerdo de la asamblea de los trabajadores, que se producirá mañana. Siendo importante, no es determinante, porque la jueza de lo Mercantil, que es quien decide este ERE, ya cuenta con un acuerdo firmado entre la empresa, los sindicatos y la administración.
No, lo que se debe resolver en los próximos meses es la llegada de las nuevas empresas. El 23 de mayo, Diario de Cádiz adelantó que la multinacional catalana Ficosa quería instalarse en Puerto Real para convertirse en uno de los grandes proveedores de Airbus. Y a pesar de que las tortas nos llovieron de todas partes -del comité, de una parte de la Junta y de algunos famélicos competidores-, lo cierto es que es Ficosa -contactada por el gabinete económico de Moncloa- y la vasca Alcor quienes optan por entrar en Sacesa, una compañía participada por Idea (Consejería de innovación), para convertirse en el eje de un cluster del sector aeronáutico.
Pero he aquí que el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Santiago Herrero, y varios inversionistas andaluces están de uñas con el consejero de Innovación, Francisco Vallejo, por dejar entrar a los vascos y catalanes en una operación tan suculenta. Si durante meses todos han dado lecciones a los trabajadores de Delphi sobre las economías de libre mercado, cabría decir hoy que tan libre es una multinacional para irse (Delphi) como otras para instalarse (Ficosa y Alcor), y que no va a ser en Andalucía donde le miremos el RH a las empresas. Y es que, hasta ahora, el único argumento esgrimido por el pool andaluz es que los otros son de fuera. Hombre, eso no vale. Ni que el dinero lo pongan los unicajas y cajasoles. Chaves lo tiene muy fácil en la reunión que mantendrá el martes con Santiago Herrero: presenten una oferta financiera e industrial mejor que la de catalanes y vascos. Porque si no, no sería ni legal.
Y que el de los 52 años sepa ya dónde va: si a trabajar con catalanes o andaluces. O a prejubilarse.