Una prueba inequívoca de que las ideologías no sirven para nada y no se adaptan a la realidad, especialmente la ideología de izquierdas, fantasiosa y alejada del funcionamiento real de la vida y la economía.
La ideología que debería prevalecer es la PRACTICIDAD y el sentido común. Cuando tú ideología se apoya en mundos de fantasía y en idealismos de adolescente calimochero con camiseta del Che, pasa lo que le ha pasado a este, que la vida y el sentido común le ponen en su sitio de una leche en la fruta cara.
Hale campeón, sigue votando a la ultraizquierda que verás qué bien.