Lopedeberga
Bravo y noble defensor del metal
Resulta que hace días conocí a una tía por internet, hacía días que decíamos de quedar para tomar algo, y este otro día quedamos. Ya sabía que no amaríamos porque ya me dijo el día antes que estaba con la regla y tenía un humor de perros a ratos, pero bueno, estuvimos hablando, tomando algo, luego a cenar, y como tenía que levantarse temprano para ir a currar, antes de despedirnos empecé a morrearla, ella no se resistió, al contrario, le gustó, pero se tuvo que ir. Luego me dijo por teléfono que dentro de 15 días (la semana que viene no podemos) me vaya preparando que la dejé cachonda perdida. Caballeros, a veces merece la pena esperar un poco para tener un buen polvazo.