no sé, rick, parece la metodología de la normalització lingüística catalana... no somos pero hacemos cosas que hacen los que sí son aunque no tenemos ni idea de por qué han conseguido llegar donde están a ver si así recreando estructuras (pagadas entre todos) como monos invocamos algún espíritu y conseguimos mágicamente la normalización. sea lo que sea eso.
No tiene nada que ver con eso.
Estos restaurantes funcionan allá donde van porque cumplen una función social, que consiste en hacer creer a la gente que no son pobres y aliviar sus penas. Les hacen creer que son personas integradas en la sociedad y que tienen futuro.
- Los McDonald's están llenos de jóvenes, pobres y triunfan en los extrarradios. La gente pobre puede ir a un restaurante bonito y "cool", alegre, y comer caca bien empaquetada. Así se creen integrados en la sociedad.
- Los Starbucks son cafeterías para jóvenes que quieren pasar mucho tiempo en una cafetería y para los cuales una cafetería normal no es "cool". Cumplen la función de hacer creer a cierta gente que son más ricos de lo que en realidad son, de hacerlos creerse importantes. Esta cadena de cafetería está llena de mujeres jóvenes estudiantes y trabajadoras primerizas que gastan 5 o 6€ en un café y creen que tienen un futuro brillante; y la mayoría van a vivir en un piso de hez con hipoteca a 30 años. Incluso triunfadores con adosado o casa independiente (¡wow, qué ricos, tienen una casa! ¡¡¡wow!!!) acuden a menudo para no olvidarse de su estatus.
De esto es de lo que estoy hablando. A esto me refiero cuando hablo del tiempo, la muerte y la futilidad. Hay ideas más amplias en progreso. Sobre todo lo que se debe entre nosotros, como sociedad, para nuestras mutuas ilusiones. Son las cosas que piensas después de 14 horas seguidas viendo fotos de cadáveres con los ojos abiertos, en ese último instante antes de morir. ¿Ya lo has hecho?
Lo ves en los ojos, incluso en una foto, sin que importe si está vivo o muerto, puedes leerlo. Y ¿sabes qué ven? Le dieron la bienvenida. No al principio, pero justo en el último instante hay un inconfundible alivio. Porque ellos tenían miedo, y ahora vieron, por primera vez, lo sencillo que era dejarse ir. Lo que vieron en ese último nanosegundo fue lo que eran: que tú, tu ser, todo este gran drama, nunca fue nada más que una improvisada suposición y sencilla voluntad, y que puedes dejarte ir. Saber que no tenías por qué aferrarte tan fuerte. Darte cuenta de que toda tu vida, lo que amas, lo que odias, tus recuerdos, lo que sufres, todo es la misma cosa. Todo es el mismo sueño, el sueño que tú tienes dentro en un cuarto cerrado.
El sueño de ser una persona. Y como en muchos sueños, hay un monstruo al final: EEUU y las élites occidentales que comercian con sueños a ilusiones.
El sueño americano no puede ser exportado a todo el planeta porque se expandió cuando EEUU controlaba el 40% del PIB mundial. El 5% de la población (o menos) tenía el 40% de la riqueza. Y ahora, además, las élites locales (españolas y de otros países también) impiden la construcción de vivienda al controlar el suelo para no perder su estatus en la pirámide social. Dicha degeneración ya ha llegado incluso a EEUU; pero ellos siguen vendiendo ilusiones.
El mercado de las ilusiones, de la comida rápida y del cine de Hollywood es un mercado que funciona. EEUU lo usa en el campo de la guerra psicológica.
No tuvieron ningún reparo en obligar a sus empresas a perder miles de millones a cambio de intentar causar un daño psicológico en la población rusa, al hacerles ver que ya no eran un país moderno y rico al no tener McDonald's, Starbucks y similares. Esto lo hacen con muchos países como Irán.
La "modernización" occidental de un país llega de la mano de McDonald's y similares. Es toda una ilusión mental.
Cuando en Rusia se quejaron a Adidas (antes de 2022) de por qué en sus anuncios en Rusia estaba todo lleno de personas de color y mulatos y apenas había rusos en los anuncios, cuando en toda Rusia apenas hay "gente de color"... los de Adidas se negaron a hacer anuncios con rusos para Rusia. Es todo una ilusión occidental, un engaño, guerra psicológica. El sueño de un futuro mejor, vender otros mundos imaginarios, pura ciencia ficción.
Este sueño crea monstruos, como se está viendo en Europa Occidental y como se ha visto en Ucrania.
Los ucranianos han ido como cerdos al matadero por creerse que por entrar en Occidente serían ricos. Las élites de Occidente ofrecen sus marcas y su fantasía a cambio de colonizar económicamente un país, además de dinero a espuertas. Ese dinero no lo dan gratis. Si Alemania o EEUU financian a Ucrania no es por defender los valores occidentales sino por instalar a sus empresas, a sus Monsantos.
Todos los países invierten en política exterior.
El coste de poner un "Delicioso - y Punto", un "Stars Coffee" y un "Rostics" en vez del KFC es mínimo. Los productos pueden ser producidos por proveedores locales, y ciertos condimentos o plásticos ser enviados en masa por Rusia.
Son modelos de negocio que funcionan, y si llegaran a dar pérdidas serían mínimas.
Torpedear el mercado asesino de ilusiones occidental no tiene precio, es una inversión ganadora.
Tampoco hablamos de poner uno en cada centro comercial, conque los locales sepan que tienen uno cerca, bastaría, igual que en la España de principios de los 90 en la que había 10 o 20 veces menos cadenas de comida rápida americana que ahora.