Hoy me ha ocurrido una cosa que me ha dejado trastornado. Algo que verdaderamente ya es de película de terror.
Resulta que iba andando por la acera y había un coche aparcando en un aparcamiento. Yo mientras iba pasando miré , por curiosidad , el coche sin decir nada ni hacer gestos de ningún tipo ni nada de nada. Sin parar de andar , con calma , escucho desde dentro del coche algo que no sé bien qué era , parecía la voz de una mujer. Seguí caminando para llegar al portal de la vivienda a donde iba y mientras estoy buscando las llaves para abrir la puerta , una mujer de unos cuarenta y cinco años , bien parecida , blanca , con gafas, delgada y cara descompuesta de ira se coloca a mi espalda a unos tres metros de distancia y me suelta a bocajarro : "Soy la que estaba aparcando y tú me has mirado con muy mala cara . La próxima vez que me mires así te pego un guantazo que te arranco los ojos de la cara, criminal, canalla . Soy una mujer , soy una mujer y tú no me tienes que mirar . Yo no soy un objeto " Yo me quedé sin habla . La individua venía con una mala leche que me quería comer. Por un momento creí que me iba a golpear . Yo le dije que se tranquilizara preguntándome de dónde me venía a mí aquella tormenta ni qué narices había hecho yo para encontrarme en semejante embolado. Más alterada se ponía " Tú eres un chulo de cosa y te mueves por la calle como si fueras un chulo de cosa . Voy a llamar a la policía . Te vas a enterar meterte con una mujer . Te voy a arrancar la cara de un guantazo . No me mires a la cara , que no me mires a la cara . Yo soy una mujer y me tienes que respetar . Yo no soy un objeto " Por un momento pensé en irme hacia algún sitio donde hubiese testigos de lo que estaba pasando porque en esos momentos comprendí que estaba en un embolado muy rellenito y que mi palabra no vale nada frente a la de una mujer . Me aturrullé , de espaldas a la puerta , acorralado . No me daba tiempo a abrir la puerta y no quería darle la espalda a ella . Yo le decía que no me fuera a golpear , que llamara a la policía si quería y que no me insultara . Aguanté el chaparrón como pude y afortunadamente a la individua no se le ocurrió golpearme . Se fue insultándome y amenazándome diciendo que me iba a enterar. Yo me metí en el portal corriendo y me escondí dentro de la vivienda . No miré por la ventana ni quise abrir persianas del piso ni nada . La tía cuando hablaba mostraba una seguridad en sí misma que daba miedo . Asumía con total aplomo que era intocable y que podía provocar e insultar con patente de corso a cualquier hombre . Y que me podía manda a la guandoca en el momento que ella quisiera . Eso es lo que más me perturbó . Todavía tengo el disgusto en el cuerpo. Y no sé si la cosa va a tener consecuencias . Por mirar a una mujer por la calle. Que yo en principio no sabía ni que fuera mujer .
La situación en este país cada vez alcanza cotas más aberrantes de distopía. Esto no lleva buen camino.
