A mi no me gusta ni ella ni el programa. Lo vi en casa del vecino un par de veces. Es un saco de huesos con cara angulosa con pinta de ser estirada como si se hubiera tragado el atizador, de las que en la cama se mueven menos que un gato escayola. El programa es un máximo exponente del cuquismo, con un coche (guapo, eso sí) que ella en su vida diaria seguro que no conduciría ni borracha de Beaujolais pero con recetas que ella generalmente se limita a describir, porque apenas se enguarra ni mete mano en los fogones más que para jijijajear oh la la un poquico.
Hay un programa en cambio en un canal de aquí, que el logo es un huevo frito, que se llama Fogones tradicionales o algo así, que sale gente de pueblo muy auténtica y nada profesional, con unas recetas cojonudas y sin tanto cuquismo ni platanos gabachas, se ven trébedes, fuegos a tierra, cazuelas de barro, cortinillas y manteles de cuadricos...
Ese programa más bien refleja el cuquismo europeo buenista que está permitiendo toda la cosa que está pasando.