@lowfour , desde el cariño, creo que tu mensaje al mundo tiene un error de "conceto".
Tooooodos los emprendedores del mundo que buscan una idea se hacen caricias con la fruta escalabilidad, buscar ideas que no tengan techo, que puedan crecer hasta el infinito... Y ese no es un problema para el comienzo del proyecto. Qué hay de malo en montar un negocio que no sea escalable pero te deje todos los años 100K?? jorobar! no hace falta que todo dios llegue a ser Amancio Ortega!
Creo que antes de preocuparse de la escalabilidad hay que preocuparse primero de sobrevivir y después de tener un sueldo todos los meses. Y si acabas facturando al año medio millón y la cosa no da más de sí, pues chico, no creo que nadie se pueda considerar un luser de la vida con esos números.
La escalabilidad me parece un problema a partir del tercer año de supervivencia.
Buenísima apreciación. Aunque discrepo en cierta manera.
Déjame que te cuente una batallita. Cada año me voy a las montañas de los samis en la frontera con Noruega (vivo en Suecia) con uno de mis mejores amigos, emprendedor seriado y multimillonario (unos 60 o 70 kilotones tiene como poco). Y nos subimos ahí con otra gente al quinto cachopo, que no hay nadie ni nada y nos separamos y nos aislamos durante una semana totalmente (sin ver a nadie, sin internet, sin nada) a meditar, beber agua de las cascadas, tener visiones y de todo. No estoy de coña, es buenísimo. La razón es que te quitas todo el ruido, todas las redes sociales, el teléfono, la tele, los videojuegos, el recoger al niño, el leer el periódico, el pelearte con la mujé, la compra, cocinar. TODO queda en standby. Y suceden cosas increíbles. De repente a veces tienes visiones, de repente los días duran como meses. Estás solo, ahí. Y la naturaleza te acoge, no da miedo. Yo pensaba que daba miedo estar en backcountry aislado con osos y lobos y wolverines y su querida madre. Pero no. Es como estar en el salón de tu casa (salvo si hay tormenta, que te cagas). A veces pasas tres días dentro de la tienda porque jarrea que da gusto.
Pero al grano. Y en esos aislamientos llegas a conocimientos profundos. Uno de ellos fue para mi darme cuenta de que mi familia ahora ya no eran mis padres y mi hermano y mis tíos. Mi familia ahora era mi mujer y mi hijo. Parece una tontería, porque ya lo sabía. Pero en el silencio de repente llegas a comprender la verdad de tus sentimientos de una forma brutal, casi mística.
Una de las cosas que estuve rumiando hace dos o tres años era sobre mi labor de emprendedor. Obnubilado por mi amigo, que ha hecho empresas muy tochas que muchos conocéis... siempre intentaba hacer negocios TOCHOS. Cosas brutales. El nuevo Facebook y tal. Y me sentía muy fraca porque eso era muy complicado. Así que iba dando un paseo por la montaña y de repente vi el árbol que estaba más arriba. Está todo pelado ahí. Y el árbol estaba hecho una hez. Tenía un tronco totalmente desprovisto de hojas. El viento lo había arrasado todo. Y el cabrón de árbol. a unos 20 cm del suelo, había generado un tronco paralelo, como una bifurcación, que era altísimo también y también estaba arrasado. por el viento, el frío y la intemperie. Pero en lo que es la cepa, a ras del suelo y protegido por una pequeña hendidura ahí estaba superfrondoso y había creado cantidad de hojas y de ramas. Bajitas, pero llenas de vida.
Fue como una revelación. El árbol quería hacer lo más grande y se dio la ostra. Luego hizo un pivot y se volvió a dar la ostra. La respuesta era hacer algo más pequeño pero que le daba vida y nutrientes.
Efectivamente. La gente que intenta montar un Instagram o un FB está abocada en su mayoría al fracaso. Si, está genial tener ambiciones altas... pero la dificultad es extrema. En cambio conozco muchos emprendedores con negocios que facturan poquito, 3 o 6 millones de euros, o 20 al año.. pero que se llevan unos dividendos de 500.000€ al año o más o tienen márgenes del 50%. Esos son los negocios bonitos. Esos son los mejores negocios, porque no es tan complicado llegar a ese nivel.
PERO
Todos esos negocios son escalables hasta un punto.
Una frutería nunca lo va a ser
Un bar tampoco
Una consultoría muy difícilmente
Un producto que fabriques en China o en Móstoles si que es escalable
Un SaaS si que lo es
Es decir, necesitas una cierta escalabilidad para no quedarte atrapado currando como un bestia. Con enfocar el negocio de una forma algo más escalable trabajarás lo mismo y tendrás muchas más satisfacciones y la posibilidad de crear un negocio que no dependa sólo de ti.