El año pasado a primeros de octubre media Europa estaba en modo triunfalista "ya hemos vencido al bichito" pero en una semana todo cambió cuando los datos se dispararon y entonces llegó el toque de queda. En España ya estábamos en de camino al guano para entonces, sobre todo arrastrados por Cataluña y Madrid y luego ya todo se precipitó.
De momento creo que Europa occidental ha dado la orden de "convivir con el bichito muera quien muera". Pero el otoño acaba de empezar y queda todo el invierno por delante. Imagino que ningún país querrá tener los hospitales llenos con la crisis energética sobre el horizonte.
Bueno, veo que el hilo vuelve a tener mucha actividad tras tres meses de relativa calma. Parece que está sucediendo lo mismo que el año pasado, que la esa época en el 2020 de la que yo le hablo se reactivó a lo bestia con la llegada de octubre, y no tanto por la progresiva bajada de temperaturas, sino por la disminución de la radiación solar.
La temperatura no se comporta de forma uniforme en todo el continente europeo a la vez, de manera que unos años hay octubres más frescos de lo normal, otras veces octubres más fríos, otras veces octubres más lluviosos que la media. Además, al mismo tiempo puede pasar que la media de temperaturas de un mes de octubre en España sea superior a la media mientras que en Grecia sea inferior a la media. Vamos, que todo parece indicar que las condiciones de temperatura y humedad, aunque influyen, no son determinantes.
En cambio, la disminución de la radiación solar típica de estas fechas sí ocurre de forma lineal y dicha disminución sucede con la misma intensidad en todos los lugares que están situados a la misma latitud. Así, en Portugal, España, Italia y Grecia, por compartir latitud (y debido al movimiento de traslación), la disminución de la radiación solar en estas fechas nos afecta a los cuatro con la misma intensidad.
Más al norte, en Noruega, Suecia, Finlandia y países bálticos tienen un nivel de radiación solar mucho menor, pero como esos países nórdicos están aproximadamente a la misma latitud, la disminución de la misma en estas fechas les afecta a todos ellos con una intensidad similar.
Resumiendo, la disminución de la radiación solar más las costumbres estacionales en toda Europa, (ya que al acabar el verano volvemos a pasar mucho tiempo en interiores), están detrás del fuerte aumento de la curva en casi toda Europa al unísono. Igualito que el año pasado, y parece que la campaña de vacunación no hace el efecto deseado inmunizante. Una vez más, parece que el bichito y sus variantes llevan la delantera a la comunidad médica y científica, así que veremos a ver que país es el primero en verse forzado a decretar toques de queda generalizados para toda su población.
Y peor aún, además de los violentos disturbios que se darían en ese caso (al ver la borregada que la campaña de vacunación no es 100% efectiva), veremos a ver si en alguno de esos países que empiecen a llenar sus hospitales suceden apagones masivos que pongan en entredicho los planes alternativos de suministro de energía del sistema hospitalario.