Pongo este post de una forera que me ha parecido muy interesante. Mirad lo que dice del olor:
Todo lo que os voy a relatar es real y se basa en mi experiencia propia. Podéis creer que es un cuento chino, os podéis reír, pero mientras haya una sola persona que llegue a recapacitar y a cuestionar hacia dónde vamos a ir con todo esto, yo ya me quedo satisfecha.
Empiezo por aclarar que no soy una magufa y estoy muy lejos de aceptar teorías conspiranoicas. Estudié microbiología y hice prácticas en una farmacéutica para la que después trabajé un tiempo. Es por ello que, cuando salió la banderilla, la contemplé con escepticismo y no he dejado de cuestionarla. Ni yo, ni la mayoría de mis ex compañeros de trabajo y de facultad. No estoy vacunada ni lo estaré.
Aclaro antes también, que ninguno de los casos que aparecen en esta historia superan los treinta años.
Ahora, voy a remontarme al inicio de verano, cuando se comenzó a vacunar a los funcionarios. Algunos de mis amigos eran profesores, por lo que acudieron raudos al pinchazo, ya que querían viajar durante las vacaciones. Dos de ellos se ponen la segunda dosis. Pasan dos días con fiebre, con calambres musculares, agarrotamiento y malestar generalizado. A los dos fías exactos, empeoran. Al tercer día, se hacen una PCR (prueba que jamas ha sido veraz en el diagnóstico de una enfermedad y cuyos artículos en los que se constata lo que expongo han sido retirados de la red). Dicha PCR les diagnostica un cobi19.
Uno de dichos amigos necesitaba urgentemente su viajecito (no voy a entrar en criterio de si son estupidos o no) y decide hacerse, tres días después, otra PCR, ya que ya se encontraba bien. Esta vez la PCR arroja un resultado negativo. Se va tan feliz de vacaciones y, a los tres días de estar en el lugar de veraneo, se vuelve a encontrar mal. Según sus palabras “siento lo mismo que el primer día que me vacunaron”.
El otro amigo pasa cinco días con dolores y “sensaciones extrañas”. Al quinto, desaparecen de golpe.
En este punto, no le di mucha importancia al tema, la verdad.
Comienza Julio, los de nuestra franja de edad ya podían pedir cita para la vacunación. Mi hermano, de 28 años, se banderilla con la primera dosis (creo recordar que de AstraZeneca). Es una persona muy saludable y jamás ha tenido ninguna patología ni enfermedad. Esa misma tarde, le entran taquicardias y arritmias. Acude a urgencias y se lo confirman. Pide cita con un cardiólogo, se hace las respectivas pruebas y le detectan una anomalía “eléctrica” en el corazón. No se ha recuperado.
Una amiga de 25 años se banderilla “con mucha ilusión”. Le da un infarto a la media hora y, de camino a la ambulancia, otro. Todavía no se sabe qué demonios ha pasado. Estaba sana.
Se empiezan a vacunar los demás de mi grupo de amigos. Todos se ponen malos uno o dos días después de la primera o segunda dosis (eso era totalmente aleatorio).Todos de cosas muy distintas. Una tiene una hemorragia uterina, en otro aflora un herpes zoster agresivo que jamas había tenido; otro pilla amigdalitis; otro, un supuesto el bichito. Hay algo que sí comparten: durante más de una semana, tienen los ganglios linfáticos muy inflamados. Ambos ganglios del cuello y no solo uno en el lado en el que les aplicaron la banderilla, como se dice en la prensa. banderillas distintas para cada caso.
Esto a mediados de Julio. A día de hoy, se han puesto enfermos varias veces de cosas aleatorias. Nunca tuvieron este problema y, evidentemente, están preocupados. Desde que se vacunó, la chica no ha tenido la regla. Han pasado dos meses.
He de decir que los covids diagnosticados eran muy diferentes entre sí. Se supone que es una enfermedad vascular que ataca a un órgano diana, pero que tiene una sintomatología muy parecida. No obstante, a uno le dolía la espalda cinco días y tenía décimas de fiebre; a otro solo le dolía la garganta y le faltaba un poco el aire; otro tenía mareos y diarrea…
Y ahora sí que viene un punto que tiene tintes magufos; pero quería añadirlo porque me parece cuanto menos curioso:
Yo tengo muchísimo olfato. Puedo notar si un ingrediente se está poniendo malo aunque esté camuflado en mil salsas, me llega cualquier olor desde mucha distancia, etc… Cada persona, cuando exhala, tiene un olor particular. A toda esta gente mencionada la conozco desde que era muy jovencita, he pasado años y años con ellos y sé perfectamente cuál es su olor. Estas personas, desde que se vacunaron, ya no huelen igual. Lo he ido comprobando uno por uno mientras han ido recibiendo el pinchazo; porque fue lo que más me chocó en los primeros dos que se vacunaron: que parecía que su olor propio había sido sustituido por uno agridulce muy particular, diría hasta que con cierto toque químico. Ahora todos huelen así.
Quiero contar otra anécdota relacionada:
Tengo dos perros y un gatito. Estas personas han acudido a mi casa durante este verano. Mis animales, que los conocen, se acercaban a ellos. Un día, a principios de Agosto, hicimos una reunión. Éramos diez personas, seis no vacunadas y cuatro vacunadas (recién banderilleados). Mis perros, se acercaron a saludarlos a todos y, cuando llegaron a los banderilleados, se retiraron sin olfatearlos si quiera y no quisieron estar en la terraza con nosotros en ningún momento. Ahora bien, cuando llegó mi gato y se paseó para que todos lo acariciasen, se aproximó con cierta intriga a dos de los banderilleados. En uno hizo una mueca como de repulsión y entre abrió la boca, pero, en otro, el que se acababa de vacunar no haría ni un par de días, fue olerlo, pegar un bote y vomitar. Se me hizo muy extraño.
A medida que ha ido pasando el tiempo, he comenzado a observar un comportamiento más extraño en dicho gato y las banderillas. Él siempre se ha rebozado con todas las personas. Ahora, si viene alguien que está medicado, ni se le acerca y, si esa persona le intenta tocar, le bufa. Cuando nunca le ha bufado a nadie. Y no falla, porque, con los no banderilleados se sigue rebozando igual. Es algo que me parece rarísimo, os garantizo que es así y no soy capaz de encontrarle ninguna explicación lógica ni científica. Hay enfermedades que cambian el olor de la persona, pero estas son muy concretas.
Aquí está pasando algo extraño y, en breves, espero encontrar la manera de investigarlo.
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