Sólo hasta cierto punto se lo cree, la prueba está en que cuando le conviene, dice que esto es parte del show y que está haciendo un experimento social.
Ya lo expliqué hace mucho pero lo vuelvo a explicar.
Ludo, tiene una vida desordenada, en soledad, con muchos hándicaps tanto físicos como cognitivos, bastante triste al fin y al cabo y él, que vive de su pensión y su canal (según mi opinión, lícitamente) se siente en cierta manera con el compromiso de ofrecer un contenido que no sea estar fumando puros y bebiendo litros delante de la cámara, entre otras cosas, por vergüenza propia.
El se siente mejor consigo mismo intentado hacer que parezca que el canal va sobre política, cuando en realidad va sobre la debacle de un ser humano, además, él cree que con lo de la política crea espectación y genera visitas y donaciones, cuando en realidad, la gente lo que quiere es verlo a él, hablando de política, del tiempo, de las momias de Egipto o de las diferencias entre la lenteja castellana y la pardina, de lo que sea, y si puede ser, borracho perdido.
De ahí nace VyP, de esa necesidad que el siente de ofrecer un contenido blanco, o de que parezca que lo ofrece. Más tarde la paranoia de los abuelos, viene a ser un recurso más para intentar crear espectación y ganar notoriedad.
Todo esto son argucias suyas, él no se cree nada de esto en un primer momento, pero de tanto tiempo mintiendo, al final, vive dentro de su propia mentira y se ha convertido en un personaje parte de la historia que ha ido creando. Él, al principio interpretaba un personaje, ahora, se ha convertido en el personaje o el personaje se ha convertido en él, según se mire.
Para los que no os creáis lo que os digo, hay muchos actores que han terminado teniendo problemas mentales después de interpretar a locos, igual que muchos se han aficionado al extremo a un deporte después de interpretar en una película a un deportista. Siempre se ha dicho que los actores están un poco locos y es por eso, porque crean una personalidad durante un tiempo, una mezcla de la suya propia y la que pretenden interpretar y en el punto intermedio entre ambas, a veces hay una pequeña fusión.
El tema es que Ludo, como dije al principio, aunque lo veas tan guay y montándose sus películas, es un tío bastante infeliz y cuando empieza a interpretar al futuro creador de un partido político, nieto poco agraciado de dos legendarios dictadores, se evade de su realidad, igual que hace con el alcohol, deja de ser él mismo, deja de ser esa persona que sufre para convertirse en esa persona con un gran futuro por delante y de alguna manera, así se siente, es muy adictivo eso y Ludo es proclive también a caer en vicios.
Al final es todo un círculo vicioso que se retroalimenta y aunque el en un principio se lo inventó todo, puede llegar a creérselo.
