AYN RANDiano2
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Una tafallesa fue detenida por la fin de su marido por apuñalamiento en el año 2009.
Lean y alucinen con el tratamiento que se da a la noticia:
La tafallesa acusada de dar de baja de la suscripción de la vida a su marido niega que quisiera hacerle daño - - Diario de Navarra
Bien. Resumiendo.
* NO hay denuncias por maltrato de ningún tipo y la mujer dice que trató de mantener los (supuestos) maltratos ocultos. Jamás fue reconocida en un hospital. Sus (supuestos) maltratos no tienen más soporte que lo que ella cuenta.
* La mujer sujeta el cuchillo que mata a su marido, lo cual en cualquier otro contexto se considera <s>ASESINATO</s> HOMICIDIO, con la agravante de que estaban casados (PARRICIDIO).
* El artículo periodístico presenta a la acusada como una víctima, y asus alegaciones como hechos. No hay ni media palabra sobre el hecho de sólo tenemos la versión de la mujer, no la de los hijos ni (por supuesto) la del asesinado.
Si esta mujer sale absuelta o no pisa la guandoca, se confirmará lo que muchos ya sospechamos: Que los hombres tenemos la misma protección jurídica que los judíos en la Alemania nancy.
Si esta mujer sale absuelta cualquier mujer puede ya dar de baja de la suscripción de la vida a su marido/pareja/novio, alegar que "me maltrataba" e irse de rositas.
ACTUALIZACIÓN 3 DÍAS DESPUÉS
Resulta que la herida que mató al marido de esta señora era DESCENDENTE, lo cual invalida su versión de que su marido "se cayó" sobre el cuchillo, VERSIÓN QUE HAN ESTADO DANDO COMO UN HECHO todos los medios de comunicación toda la semana:
Los forenses ven "poco probable que el marido cayera encima del cuchillo" en el crimen de Tafalla. Diario de Noticias de Navarra
Gran ironía: El juicio se celebra en la misma sala y hasta con los mismos peritos (¡!) que el archi-famoso juicio contra José Diego Yllanes, el psiquiatra pamplonica que estranguló a una enfermera.
Es extraordinario ver como ante LA MISMA situación (persona mata a persona de distinto sesso durante una discusión), en la misma sala, y con los mismo peritos incluso, los medios de comunicación o bien se ponen de lado de quienes pedían poco menos que la cadena perpetua (contra el psiquiatra) o bien a favor de la libre absolución (a favor esta tafallesa).
* Aún recuerdo los gritos de "¡Qué poco cuesta asesinar a una mujer!" cuando condenaron a Yllanes a 12.5 años de guandoca por dar de baja de la suscripción de la vida a la enfermera (un crimen execrable y absurdo al que yo hubies epuesto una condena mucho más alta).
* Pues bien, en este juicio la fiscalía pide 11 años contra la tafallesa. 11 años que se quedarán en menos. Por supuesto. Vamos a ver en cuento menos.
...y eso que Yllanes también dijo que no quiso matarla, que fue un accidente, que sólo quería que se callase... además Yllanes y su víctima estaban ambos borrachos en el momento del asesinato.
Nos han estado bombardeando TODA LA SEMANA con las historias de esta señora de Tafalla, con cuánto la quieren sus hijos, con cuánto se merece salir absuelta... y ahora el viernes HABLAN LOS PERITOS y dicen que la historia que cuenta es incompatible con la herida que mató a su marido.
Lean y alucinen con el tratamiento que se da a la noticia:
La tafallesa Pilar M.R., acusada de dar de baja de la suscripción de la vida a su marido el pasado año, ha asegurado hoy que "no tenía intención de hacerle daño" y que cogió el cuchillo "de forma testimonial", pero en el forcejeo su marido perdió el equilibrio y cayó encima del arma.
En su declaración en la primera sesión del juicio con jurado, en el que la fiscalía en su escrito provisional pide 11 años de guandoca por homicidio y la defensa su absolución por entender que la mujer actuó en legítima defensa, la acusada ha relatado los maltratos tanto físicos como psicológicos a la que le sometió su marido, José Antonio G.S., en los más de 40 años de matrimonio.
Ante un jurado compuesto por 8 hombres y una mujer, la procesada, de 64 años, ha reconocido haber cometido "un error, porque a esto no tenía que haber llegado", si bien ha incidido en que "toda" su vida ha estado "sometida" y desde que se casaron había sufrido constantes maltratos que nunca había denunciado, pues de haberlo hecho "yo no hubiera vivido, porque él era muy rencoroso".
En cuanto al día de los hechos, ha recordado que sobre las 21:00 horas del 2 de noviembre de 2009 en el domicilio conyugal de Tafalla, donde convivían con una de los cinco hijos del matrimonio, comenzó una discusión que motivó la marcha de la hija y, cuando se quedaron solos, el marido "se terminó de poner loco" y "empezó a cargar" contra ella "con todo tipo de insultos", algo que "era el pan nuestro de cada día".
Según su versión, en un momento de la discusión ella comenzó a contestarle y él dio una patada a una silla, la tiró contra la pared y le dijo: "no me extraña que haya hombres de 70 años que maten a sus mujeres".
Ella le advirtió de que no permitiría que le pusiera "la mano encima" pero él le pegó un puñetazo en la cabeza, golpe que le lanzó a ella contra una mesa, donde había un cuchillo de 12 centímetros de filo que empuñó contra él de forma "testimonial" porque "si hubiese querido hacerle daño le podía haber dado. No quería hacerle daño, sólo quería que supiera que no iba a soportar más palizas".
En ese momento, el hombre le cogió la mano y la mujer "interpretó" que era para "volver el cuchillo" y clavárselo a ella, ha dicho, para reconocer que "nunca le había plantado cara de esa manera".
El forcejeo causó una herida en el brazo del hombre, quien lanzó contra la mujer una "enorme patada", si bien al volver a poner la pierna en el suelo "le falló" el apoyo por una lesión previa que padecía y se sujetó "haciendo palanca hacia abajo" en el brazo de su mujer.
"Levanté la cabeza y me encontré con el cuchillo metido hasta el mango", ha dicho para reconocer que quedó "espantada" porque su marido "se cayó encima del cuchillo", lo que le produjo una herida en el pulmón izquierdo que, al verla, ella misma se encargó de taponar con trapos de cocina al tiempo que llamaba a los servicios de emergencia y a uno de sus hijos, si bien la gravedad de la herida provocó la fin del hombre.
Pese a señalar en declaraciones anteriores que hacía 14 años que su marido no le agredía físicamente, la mujer ha puntualizado hoy que sí recibía constantes pequeños golpes y empujones, aunque "no lo considero agresión física en proporción a las palizas que me había dado" años antes.
Ha asegurado que el fallecido "no tenía nunca un buen modo. Mi marido siempre me ha faltado de palabra, obra y omisión, pero yo siempre he callado", una actitud que ha justificado en su deseo de ocultar "en lo posible" a sus hijos esta realidad y en su concepto del matrimonio, porque ella se casó "para toda la vida".
En su exposición inicial, la fiscal ha advertido al jurado de que en la vista oral tan solo iban a contar con el testimonio de una de las partes al haber muerto la víctima y ha expuesto su tesis de que los hechos eran constitutivos de un delito de homicidio, ya que en la discusión la acusada "de forma desproporcionada" cogió un cuchillo, se lo clavó y mató "sin motivo justificado o aparente" a José Antonio G.S.
Al respecto, ha apreciado como agravante que hubiera entre ellos un vínculo matrimonial, aunque también ha considerado la atenuante de arrepentimiento espontáneo ya que, consumados los hechos, ella misma "intentó evitar" la fin taponando la herida y llamando a las asistencias sanitarias.
Por su parte, la defensa ha considerado lo sucedido "una tragedia familiar" y ha advertido de que la mujer sufrió "malos tratos a lo largo de toda la vida del matrimonio", pero ha advertido de que para que haya un delito de homicidio, "hace falta un ánimo de querer dar de baja de la suscripción de la vida" que no existe en este caso, pues su patrocinada "jamás, jamás, jamás" quiso hacerlo.
En su declaración en la primera sesión del juicio con jurado, en el que la fiscalía en su escrito provisional pide 11 años de guandoca por homicidio y la defensa su absolución por entender que la mujer actuó en legítima defensa, la acusada ha relatado los maltratos tanto físicos como psicológicos a la que le sometió su marido, José Antonio G.S., en los más de 40 años de matrimonio.
Ante un jurado compuesto por 8 hombres y una mujer, la procesada, de 64 años, ha reconocido haber cometido "un error, porque a esto no tenía que haber llegado", si bien ha incidido en que "toda" su vida ha estado "sometida" y desde que se casaron había sufrido constantes maltratos que nunca había denunciado, pues de haberlo hecho "yo no hubiera vivido, porque él era muy rencoroso".
En cuanto al día de los hechos, ha recordado que sobre las 21:00 horas del 2 de noviembre de 2009 en el domicilio conyugal de Tafalla, donde convivían con una de los cinco hijos del matrimonio, comenzó una discusión que motivó la marcha de la hija y, cuando se quedaron solos, el marido "se terminó de poner loco" y "empezó a cargar" contra ella "con todo tipo de insultos", algo que "era el pan nuestro de cada día".
Según su versión, en un momento de la discusión ella comenzó a contestarle y él dio una patada a una silla, la tiró contra la pared y le dijo: "no me extraña que haya hombres de 70 años que maten a sus mujeres".
Ella le advirtió de que no permitiría que le pusiera "la mano encima" pero él le pegó un puñetazo en la cabeza, golpe que le lanzó a ella contra una mesa, donde había un cuchillo de 12 centímetros de filo que empuñó contra él de forma "testimonial" porque "si hubiese querido hacerle daño le podía haber dado. No quería hacerle daño, sólo quería que supiera que no iba a soportar más palizas".
En ese momento, el hombre le cogió la mano y la mujer "interpretó" que era para "volver el cuchillo" y clavárselo a ella, ha dicho, para reconocer que "nunca le había plantado cara de esa manera".
El forcejeo causó una herida en el brazo del hombre, quien lanzó contra la mujer una "enorme patada", si bien al volver a poner la pierna en el suelo "le falló" el apoyo por una lesión previa que padecía y se sujetó "haciendo palanca hacia abajo" en el brazo de su mujer.
"Levanté la cabeza y me encontré con el cuchillo metido hasta el mango", ha dicho para reconocer que quedó "espantada" porque su marido "se cayó encima del cuchillo", lo que le produjo una herida en el pulmón izquierdo que, al verla, ella misma se encargó de taponar con trapos de cocina al tiempo que llamaba a los servicios de emergencia y a uno de sus hijos, si bien la gravedad de la herida provocó la fin del hombre.
Pese a señalar en declaraciones anteriores que hacía 14 años que su marido no le agredía físicamente, la mujer ha puntualizado hoy que sí recibía constantes pequeños golpes y empujones, aunque "no lo considero agresión física en proporción a las palizas que me había dado" años antes.
Ha asegurado que el fallecido "no tenía nunca un buen modo. Mi marido siempre me ha faltado de palabra, obra y omisión, pero yo siempre he callado", una actitud que ha justificado en su deseo de ocultar "en lo posible" a sus hijos esta realidad y en su concepto del matrimonio, porque ella se casó "para toda la vida".
En su exposición inicial, la fiscal ha advertido al jurado de que en la vista oral tan solo iban a contar con el testimonio de una de las partes al haber muerto la víctima y ha expuesto su tesis de que los hechos eran constitutivos de un delito de homicidio, ya que en la discusión la acusada "de forma desproporcionada" cogió un cuchillo, se lo clavó y mató "sin motivo justificado o aparente" a José Antonio G.S.
Al respecto, ha apreciado como agravante que hubiera entre ellos un vínculo matrimonial, aunque también ha considerado la atenuante de arrepentimiento espontáneo ya que, consumados los hechos, ella misma "intentó evitar" la fin taponando la herida y llamando a las asistencias sanitarias.
Por su parte, la defensa ha considerado lo sucedido "una tragedia familiar" y ha advertido de que la mujer sufrió "malos tratos a lo largo de toda la vida del matrimonio", pero ha advertido de que para que haya un delito de homicidio, "hace falta un ánimo de querer dar de baja de la suscripción de la vida" que no existe en este caso, pues su patrocinada "jamás, jamás, jamás" quiso hacerlo.
La tafallesa acusada de dar de baja de la suscripción de la vida a su marido niega que quisiera hacerle daño - - Diario de Navarra
Bien. Resumiendo.
* NO hay denuncias por maltrato de ningún tipo y la mujer dice que trató de mantener los (supuestos) maltratos ocultos. Jamás fue reconocida en un hospital. Sus (supuestos) maltratos no tienen más soporte que lo que ella cuenta.
* La mujer sujeta el cuchillo que mata a su marido, lo cual en cualquier otro contexto se considera <s>ASESINATO</s> HOMICIDIO, con la agravante de que estaban casados (PARRICIDIO).
* El artículo periodístico presenta a la acusada como una víctima, y asus alegaciones como hechos. No hay ni media palabra sobre el hecho de sólo tenemos la versión de la mujer, no la de los hijos ni (por supuesto) la del asesinado.
Si esta mujer sale absuelta o no pisa la guandoca, se confirmará lo que muchos ya sospechamos: Que los hombres tenemos la misma protección jurídica que los judíos en la Alemania nancy.
Si esta mujer sale absuelta cualquier mujer puede ya dar de baja de la suscripción de la vida a su marido/pareja/novio, alegar que "me maltrataba" e irse de rositas.
ACTUALIZACIÓN 3 DÍAS DESPUÉS
Resulta que la herida que mató al marido de esta señora era DESCENDENTE, lo cual invalida su versión de que su marido "se cayó" sobre el cuchillo, VERSIÓN QUE HAN ESTADO DANDO COMO UN HECHO todos los medios de comunicación toda la semana:
Los forenses ven "poco probable que el marido cayera encima del cuchillo" en el crimen de Tafalla
AFIRMAN QUE LA ACUSADA DEBÍA DE TENER EL BRAZO LEVANTADO PORQUE "LA HERIDA ERA DESCENDENTE"
Los forenses concluyeron que el varón falleció por "una hemorragia masiva interna causada por una herida pulmonar" y que el cuerpo presentaba dos heridas, una casi en el hombro "que era una erosión superficial" y otra a la altura del hemitórax izquierdo que causó la fin. Sobre este último corte consideraron "poco probable" la versión de la acusada, que sostiene que su marido, al darle a ella un rodillazo y padecer problemas de cadera, perdió el equilibrio y "cayó encima del cuchillo" cuando la acusada lo portaba en posición vertical en la mano izquierda
Un agente de la Policía Foral que actuó de perito analizando las lesiones y el informe de la autopsia aseguró asimismo "me cuesta creer" la versión de la acusada (sobre la manera de producirse la herida) porque "la herida necesita cierta fuerza". Preguntado por un miembro del jurado por el grado de probabilidad de que el acusado perdiera el equilibrio y así se clavara el arma, el policía declaró: "Me parece muy poco probable".
AFIRMAN QUE LA ACUSADA DEBÍA DE TENER EL BRAZO LEVANTADO PORQUE "LA HERIDA ERA DESCENDENTE"
Los forenses concluyeron que el varón falleció por "una hemorragia masiva interna causada por una herida pulmonar" y que el cuerpo presentaba dos heridas, una casi en el hombro "que era una erosión superficial" y otra a la altura del hemitórax izquierdo que causó la fin. Sobre este último corte consideraron "poco probable" la versión de la acusada, que sostiene que su marido, al darle a ella un rodillazo y padecer problemas de cadera, perdió el equilibrio y "cayó encima del cuchillo" cuando la acusada lo portaba en posición vertical en la mano izquierda
Un agente de la Policía Foral que actuó de perito analizando las lesiones y el informe de la autopsia aseguró asimismo "me cuesta creer" la versión de la acusada (sobre la manera de producirse la herida) porque "la herida necesita cierta fuerza". Preguntado por un miembro del jurado por el grado de probabilidad de que el acusado perdiera el equilibrio y así se clavara el arma, el policía declaró: "Me parece muy poco probable".
Los forenses ven "poco probable que el marido cayera encima del cuchillo" en el crimen de Tafalla. Diario de Noticias de Navarra
Gran ironía: El juicio se celebra en la misma sala y hasta con los mismos peritos (¡!) que el archi-famoso juicio contra José Diego Yllanes, el psiquiatra pamplonica que estranguló a una enfermera.
Es extraordinario ver como ante LA MISMA situación (persona mata a persona de distinto sesso durante una discusión), en la misma sala, y con los mismo peritos incluso, los medios de comunicación o bien se ponen de lado de quienes pedían poco menos que la cadena perpetua (contra el psiquiatra) o bien a favor de la libre absolución (a favor esta tafallesa).
* Aún recuerdo los gritos de "¡Qué poco cuesta asesinar a una mujer!" cuando condenaron a Yllanes a 12.5 años de guandoca por dar de baja de la suscripción de la vida a la enfermera (un crimen execrable y absurdo al que yo hubies epuesto una condena mucho más alta).
* Pues bien, en este juicio la fiscalía pide 11 años contra la tafallesa. 11 años que se quedarán en menos. Por supuesto. Vamos a ver en cuento menos.
...y eso que Yllanes también dijo que no quiso matarla, que fue un accidente, que sólo quería que se callase... además Yllanes y su víctima estaban ambos borrachos en el momento del asesinato.
Nos han estado bombardeando TODA LA SEMANA con las historias de esta señora de Tafalla, con cuánto la quieren sus hijos, con cuánto se merece salir absuelta... y ahora el viernes HABLAN LOS PERITOS y dicen que la historia que cuenta es incompatible con la herida que mató a su marido.
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