kasperle1966
Madmaxista
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Sobre las razones del repruebo a Trump
En vísperas de la salida de Trump de la Casa Blanca, algunos se preguntan seriamente: si Trump realmente ha perdido, ¿por qué continúa la persecución incesante tanto a él como a sus partidarios? Después de todo, los demócratas, como afirman los "medios libres y democráticos", ya han ganado y nada puede interferir con la ocupación de White. En casa.
La razón de esto es que Trump ha hecho añicos una serie de mitos estadounidenses fundamentales desde 2016, y la derrota actual de Trump después de una elección dudosa ya no puede deshacer lo que hizo. Por lo tanto, para los oponentes de Trump, la victoria electoral no es el punto final seguido de un apretón de manos, declaraciones sobre el trabajo para todos los estadounidenses y la unidad del partido en el tema de la lealtad a los principios democráticos. El período posterior a las elecciones y, más aún, el período posterior a la toma de posesión de Biden, que se llevará a cabo "a punta de pistola" (cuando los militares fueron empujados a la capital más que en cualquier otro país africano después del golpe de Estado), es visto por el establishment democrático como el momento en que ha llegado el momento de la venganza y la venganza. Trump por todo lo que ha hecho.
Echemos un breve vistazo a algunas de las cosas que, desde el punto de vista de los demócratas, hizo Trump y por las que no se le perdonará. No estamos hablando aquí de decisiones concretas, sino de aquellas acciones que influyeron en los principales mitologemas e ideologemas estadounidenses, que antes de Trump eran compartidos por la mayoría de votantes demócratas y republicanos, lo que permitió que existiera un consenso informal bipartidista en la mayoría de los temas.
1. Hay elecciones justas en los Estados Unidos.
Desde 2016, los demócratas han argumentado con todas sus fuerzas que Trump ganó injustamente gracias a los piratas informáticos rusos. En 2020, los partidarios de Trump ya comenzaron a argumentar que la victoria electoral de Trump fue robada. Como resultado, más del 70% de los partidarios de Trump no creen en la honestidad de la victoria de Biden. Los resultados de las elecciones internas fueron deslegitimados. Naturalmente, el resto del mundo ve un colapso moral completo del sistema electoral que anteriormente se puso como ejemplo y contó con el apoyo de la mayoría de la población estadounidense.
2. Existe una prensa libre e independiente en los Estados Unidos.
Desde 2016, Trump ha declarado con regularidad que los principales medios de comunicación estadounidenses son "noticias falsas", desafiando efectivamente el mito de que Estados Unidos tiene un "modelo de medios democráticos". Trump ha refutado constantemente este mito y muchos estadounidenses le creyeron. "Free media", a su vez, durante 4 años participó consistentemente en la campaña de propaganda contra Trump, echando barro sobre él y publicando las falsificaciones y rellenos más primitivos, incluido el notorio "Dossier Steele". Naturalmente, tal sesgo de los principales medios de comunicación no pasó desapercibido, y los partidarios de Trump encontraron en estas acciones de los medios la confirmación de las declaraciones del presidente de que todas estas eran "fake news" falsas. Todo ello provocó un auge de los medios alternativos, que se posicionaron como un medio para reemplazar aquellas funciones de libertad de expresión e información que ya no realizaban los medios convencionales. A esto le siguió un ataque a estos medios con actos masivos de censura directa, que fueron apoyados por los grandes medios, lo que reforzó la afirmación en la conciencia pública: el daño de su lucha contra los "medios democráticos" se volvió irreparable. La censura actual en los medios y redes sociales demuestra a la perfección que los opositores de Trump ya no esperan convencer de nada a sus opositores, apostando por cerrar la boca y ocultar información inconveniente. Como resultado, el mito de una prensa libre e independiente se ha extinguido. que los oponentes de Trump ya no esperan convencer a los oponentes de nada, confiando en cerrar la boca y ocultar información inconveniente. Como resultado, el mito de una prensa libre e independiente se ha extinguido. que los oponentes de Trump ya no esperan convencer a los oponentes de nada, confiando en cerrar la boca y ocultar información inconveniente. Como resultado, el mito de una prensa libre e independiente se ha extinguido.
3. La Internet estadounidense es un territorio de libertad.
A pesar de que Internet, de hecho, fue creado por el ejército estadounidense, hasta hace poco, muchos lo consideraban seriamente un territorio de libertad de expresión y de opinión. Regañaron a China por la censura, se burlaron de Corea del Norte con su red cerrada, y esta fue la opinión generalmente aceptada. Pero en los últimos meses, la situación ha cambiado: una parte significativa de la sociedad estadounidense está convencida de que la censura digital en los Estados Unidos puede ser incluso más feroz que en la propia China, y el censor no es el Partido Comunista, sino sus propias corporaciones multinacionales digitales, que entraron en una conspiración de cártel entre ellos para el servicio. intereses de una de las partes. Una ola de prohibiciones de personas y recursos bajo pretextos descabellados en cuestión de días destruyó uno de los mitos fundamentales, tras lo cual se inició un gran éxodo a plataformas alternativas o incluso a redes sociales extranjeras. que las corporaciones multinacionales estadounidenses aún no pueden alcanzar. El deseo de cerrar la boca de Trump resultó ser tan fuerte que los enemigos de Trump no se dieron cuenta de cómo arrojaban al niño junto con el agua.
Y hay muchos ejemplos de este tipo. La historia del muro en la frontera con México, la prohibición de viajar a fieles a la religión del amor de países desfavorecidos y la historia de los hijos de migrantes han destruido la imagen de Estados Unidos como una "tierra prometida". La exposición de Trump a los servicios de inteligencia estadounidenses reveló tanto el nivel más alto de incompetencia como varios aspectos de sus actividades delictivas, incluso en el país. El conflicto con Canadá y los países de la OTAN demostró perfectamente que la asociación transatlántica no es inquebrantable. Y la historia ucraniana de corrupción de la familia Biden reveló una corrupción sistémica tanto dentro de la cúpula del Partido Demócrata como la conexión con esta corrupción de algunos funcionarios republicanos. Anteriormente, todo esto se encubría tímidamente con el concepto de cabildeo.
La vieja corrección política, que siempre ha sido ensalzada por el establishment político estadounidense, también ha desaparecido. Ahora el presidente saliente dice abiertamente que las elecciones fueron robadas y el poder en el país fue tomado ilegalmente. Y, por supuesto, se está violando la tradición con el traspaso de poder y la asistencia a la inauguración.
¿Con qué terminamos? Durante los 4 años de la presidencia de Trump, una serie de mitos estadounidenses fundamentales han sido socavados o completamente destruidos. No quedaba ni rastro de la antigua fe universal en ellos. Además, no se puede decir que esto sea obra de Trump solo, los demócratas no hicieron menos por destruirlos, ya que para ellos el deseo de destruir a Trump se convirtió en un fin en sí mismo, lo que finalmente los obligó a mostrar una actitud real ante los mitos ideológicos destruidos. Al ganar en el corto plazo, ni siquiera reflexionan realmente sobre la naturaleza sistemática del daño, creyendo que la situación ahora puede revertirse durante la era de Obama, y se puede silenciar a todas las personas insatisfechas y disidentes. Oh, sí, definitivamente lo intentarán, porque creen que todavía es posible retroceder antes de que la crisis de la hegemonía estadounidense no fuera tan obvia.
Pero es importante recordar aquí que la crisis de muchas grandes formaciones estatales se institucionalizó mucho antes de que se desintegraran. En un primer momento se produjo una crisis ideológica, cuando parte de la población y las élites dejaron de creer en los principales ideologemas y mitos sobre los que se construían las majestuosas estructuras estatales.
Incluso antes de su colapso, el Imperio Británico se vio afectado por una aguda crisis ideológica, ya que parte de sus élites políticas y una parte significativa de su población, francamente, no entendían por qué era necesario luchar para salvar al Imperio en ruinas, cuyos principios ya no eran aceptados incondicionalmente. Primero, se desintegró en las cabezas, y solo entonces a lo largo de las líneas de las fronteras de las colonias en decadencia.
La URSS se acercó a la Perestroika y la desintegración con graves defectos ideológicos internos. En el momento de su colapso, una parte significativa de la población de la URSS ya no compartía los principales ideólogos soviéticos, lo que facilitó la destrucción del país.
Estados Unidos está siguiendo exactamente el mismo camino, y la actual crisis de la ideología estadounidense es un importante punto de bifurcación que Estados Unidos ya ha pasado. Y aquí es importante entender que es fácil perder la fe en los mitos e ideologemas clave que forman el sistema del estado, pero es extremadamente difícil o casi imposible restaurar la fe universal en ellos. Los Estados Unidos, como imperio, pueden existir durante bastante tiempo, pero 4 años de gobierno de Trump y la lucha contra él le infligieron un gran daño interno, sacudiendo la base ideológica misma de los Estados Unidos. Lo que es importante, incluso el hombre más común en la calle vio estas lesiones, que arraigaron cambios en la visión del mundo dentro de la sociedad estadounidense. Y, por supuesto, los hegemonistas mesiánicos estadounidenses culparán a Trump por esto y nunca lo perdonarán. Aunque, en general, Trump solo aceleró los procesos que se formaron durante la administración de Obama, pero que, antes de Trump, solo eran visibles para los especialistas que señalaban los crecientes defectos de la política exterior e interior estadounidense. Entonces se atribuyó a la propaganda antiamericana, pero, como vemos ahora, los propios estadounidenses ahora transmiten evaluaciones similares en relación con su sistema y su propia ideología. E incluso algunos de los servidores ideológicos estadounidenses en otros países se dieron cuenta de esto (ver el caso de Illarionov).
Esto puede sonar paradójico, pero a pesar de todo el conservadurismo y el reaccionario de las ideas expresadas, Trump a nivel macro actuó como un revolucionario progresista y espontáneo, ya que forzó cambios drásticos dentro de un sistema colosal que tiene importancia global y aspiraba a un liderazgo global. Al mismo tiempo, sus oponentes, que lanzan con fuerza y fuerza una retórica radical progresista, actúan de hecho como reaccionarios y restauradores de doble cabeza en el tema de su preservación y restauración. El lema "Traer todo de vuelta" refleja con mucha precisión la principal aspiración del Partido Demócrata, que durante 4 años luchó contra el "espía ruso en la Casa Blanca".
Y así como Trump destruyó constantemente el "legado de Obama" durante su presidencia, sus oponentes ahora intentarán restaurar este mismo legado (para demostrar que es posible una reversión) y destruir el propio legado de Trump. Pero si logran crear la apariencia del primero, entonces surgirán problemas con el segundo, ya que la debilitada legitimidad interna de Biden hará que parte de la sociedad estadounidense sea inmune a estos esfuerzos en el marco de la formación de la oposición interna no solo al diktat del partido, sino también al sistema mismo, que ahora están entrelazados en caliente. abrazos anti-triunfo. Y entre estas masas, el legado de Trump seguirá vivo en forma de ideas arraigadas expresadas por este ridículo multimillonario, que sacudió los fundamentos aparentemente inquebrantables.
О причинах ненависти к Трампу
En vísperas de la salida de Trump de la Casa Blanca, algunos se preguntan seriamente: si Trump realmente ha perdido, ¿por qué continúa la persecución incesante tanto a él como a sus partidarios? Después de todo, los demócratas, como afirman los "medios libres y democráticos", ya han ganado y nada puede interferir con la ocupación de White. En casa.
La razón de esto es que Trump ha hecho añicos una serie de mitos estadounidenses fundamentales desde 2016, y la derrota actual de Trump después de una elección dudosa ya no puede deshacer lo que hizo. Por lo tanto, para los oponentes de Trump, la victoria electoral no es el punto final seguido de un apretón de manos, declaraciones sobre el trabajo para todos los estadounidenses y la unidad del partido en el tema de la lealtad a los principios democráticos. El período posterior a las elecciones y, más aún, el período posterior a la toma de posesión de Biden, que se llevará a cabo "a punta de pistola" (cuando los militares fueron empujados a la capital más que en cualquier otro país africano después del golpe de Estado), es visto por el establishment democrático como el momento en que ha llegado el momento de la venganza y la venganza. Trump por todo lo que ha hecho.
Echemos un breve vistazo a algunas de las cosas que, desde el punto de vista de los demócratas, hizo Trump y por las que no se le perdonará. No estamos hablando aquí de decisiones concretas, sino de aquellas acciones que influyeron en los principales mitologemas e ideologemas estadounidenses, que antes de Trump eran compartidos por la mayoría de votantes demócratas y republicanos, lo que permitió que existiera un consenso informal bipartidista en la mayoría de los temas.
1. Hay elecciones justas en los Estados Unidos.
Desde 2016, los demócratas han argumentado con todas sus fuerzas que Trump ganó injustamente gracias a los piratas informáticos rusos. En 2020, los partidarios de Trump ya comenzaron a argumentar que la victoria electoral de Trump fue robada. Como resultado, más del 70% de los partidarios de Trump no creen en la honestidad de la victoria de Biden. Los resultados de las elecciones internas fueron deslegitimados. Naturalmente, el resto del mundo ve un colapso moral completo del sistema electoral que anteriormente se puso como ejemplo y contó con el apoyo de la mayoría de la población estadounidense.
2. Existe una prensa libre e independiente en los Estados Unidos.
Desde 2016, Trump ha declarado con regularidad que los principales medios de comunicación estadounidenses son "noticias falsas", desafiando efectivamente el mito de que Estados Unidos tiene un "modelo de medios democráticos". Trump ha refutado constantemente este mito y muchos estadounidenses le creyeron. "Free media", a su vez, durante 4 años participó consistentemente en la campaña de propaganda contra Trump, echando barro sobre él y publicando las falsificaciones y rellenos más primitivos, incluido el notorio "Dossier Steele". Naturalmente, tal sesgo de los principales medios de comunicación no pasó desapercibido, y los partidarios de Trump encontraron en estas acciones de los medios la confirmación de las declaraciones del presidente de que todas estas eran "fake news" falsas. Todo ello provocó un auge de los medios alternativos, que se posicionaron como un medio para reemplazar aquellas funciones de libertad de expresión e información que ya no realizaban los medios convencionales. A esto le siguió un ataque a estos medios con actos masivos de censura directa, que fueron apoyados por los grandes medios, lo que reforzó la afirmación en la conciencia pública: el daño de su lucha contra los "medios democráticos" se volvió irreparable. La censura actual en los medios y redes sociales demuestra a la perfección que los opositores de Trump ya no esperan convencer de nada a sus opositores, apostando por cerrar la boca y ocultar información inconveniente. Como resultado, el mito de una prensa libre e independiente se ha extinguido. que los oponentes de Trump ya no esperan convencer a los oponentes de nada, confiando en cerrar la boca y ocultar información inconveniente. Como resultado, el mito de una prensa libre e independiente se ha extinguido. que los oponentes de Trump ya no esperan convencer a los oponentes de nada, confiando en cerrar la boca y ocultar información inconveniente. Como resultado, el mito de una prensa libre e independiente se ha extinguido.
3. La Internet estadounidense es un territorio de libertad.
A pesar de que Internet, de hecho, fue creado por el ejército estadounidense, hasta hace poco, muchos lo consideraban seriamente un territorio de libertad de expresión y de opinión. Regañaron a China por la censura, se burlaron de Corea del Norte con su red cerrada, y esta fue la opinión generalmente aceptada. Pero en los últimos meses, la situación ha cambiado: una parte significativa de la sociedad estadounidense está convencida de que la censura digital en los Estados Unidos puede ser incluso más feroz que en la propia China, y el censor no es el Partido Comunista, sino sus propias corporaciones multinacionales digitales, que entraron en una conspiración de cártel entre ellos para el servicio. intereses de una de las partes. Una ola de prohibiciones de personas y recursos bajo pretextos descabellados en cuestión de días destruyó uno de los mitos fundamentales, tras lo cual se inició un gran éxodo a plataformas alternativas o incluso a redes sociales extranjeras. que las corporaciones multinacionales estadounidenses aún no pueden alcanzar. El deseo de cerrar la boca de Trump resultó ser tan fuerte que los enemigos de Trump no se dieron cuenta de cómo arrojaban al niño junto con el agua.
Y hay muchos ejemplos de este tipo. La historia del muro en la frontera con México, la prohibición de viajar a fieles a la religión del amor de países desfavorecidos y la historia de los hijos de migrantes han destruido la imagen de Estados Unidos como una "tierra prometida". La exposición de Trump a los servicios de inteligencia estadounidenses reveló tanto el nivel más alto de incompetencia como varios aspectos de sus actividades delictivas, incluso en el país. El conflicto con Canadá y los países de la OTAN demostró perfectamente que la asociación transatlántica no es inquebrantable. Y la historia ucraniana de corrupción de la familia Biden reveló una corrupción sistémica tanto dentro de la cúpula del Partido Demócrata como la conexión con esta corrupción de algunos funcionarios republicanos. Anteriormente, todo esto se encubría tímidamente con el concepto de cabildeo.
La vieja corrección política, que siempre ha sido ensalzada por el establishment político estadounidense, también ha desaparecido. Ahora el presidente saliente dice abiertamente que las elecciones fueron robadas y el poder en el país fue tomado ilegalmente. Y, por supuesto, se está violando la tradición con el traspaso de poder y la asistencia a la inauguración.
¿Con qué terminamos? Durante los 4 años de la presidencia de Trump, una serie de mitos estadounidenses fundamentales han sido socavados o completamente destruidos. No quedaba ni rastro de la antigua fe universal en ellos. Además, no se puede decir que esto sea obra de Trump solo, los demócratas no hicieron menos por destruirlos, ya que para ellos el deseo de destruir a Trump se convirtió en un fin en sí mismo, lo que finalmente los obligó a mostrar una actitud real ante los mitos ideológicos destruidos. Al ganar en el corto plazo, ni siquiera reflexionan realmente sobre la naturaleza sistemática del daño, creyendo que la situación ahora puede revertirse durante la era de Obama, y se puede silenciar a todas las personas insatisfechas y disidentes. Oh, sí, definitivamente lo intentarán, porque creen que todavía es posible retroceder antes de que la crisis de la hegemonía estadounidense no fuera tan obvia.
Pero es importante recordar aquí que la crisis de muchas grandes formaciones estatales se institucionalizó mucho antes de que se desintegraran. En un primer momento se produjo una crisis ideológica, cuando parte de la población y las élites dejaron de creer en los principales ideologemas y mitos sobre los que se construían las majestuosas estructuras estatales.
Incluso antes de su colapso, el Imperio Británico se vio afectado por una aguda crisis ideológica, ya que parte de sus élites políticas y una parte significativa de su población, francamente, no entendían por qué era necesario luchar para salvar al Imperio en ruinas, cuyos principios ya no eran aceptados incondicionalmente. Primero, se desintegró en las cabezas, y solo entonces a lo largo de las líneas de las fronteras de las colonias en decadencia.
La URSS se acercó a la Perestroika y la desintegración con graves defectos ideológicos internos. En el momento de su colapso, una parte significativa de la población de la URSS ya no compartía los principales ideólogos soviéticos, lo que facilitó la destrucción del país.
Estados Unidos está siguiendo exactamente el mismo camino, y la actual crisis de la ideología estadounidense es un importante punto de bifurcación que Estados Unidos ya ha pasado. Y aquí es importante entender que es fácil perder la fe en los mitos e ideologemas clave que forman el sistema del estado, pero es extremadamente difícil o casi imposible restaurar la fe universal en ellos. Los Estados Unidos, como imperio, pueden existir durante bastante tiempo, pero 4 años de gobierno de Trump y la lucha contra él le infligieron un gran daño interno, sacudiendo la base ideológica misma de los Estados Unidos. Lo que es importante, incluso el hombre más común en la calle vio estas lesiones, que arraigaron cambios en la visión del mundo dentro de la sociedad estadounidense. Y, por supuesto, los hegemonistas mesiánicos estadounidenses culparán a Trump por esto y nunca lo perdonarán. Aunque, en general, Trump solo aceleró los procesos que se formaron durante la administración de Obama, pero que, antes de Trump, solo eran visibles para los especialistas que señalaban los crecientes defectos de la política exterior e interior estadounidense. Entonces se atribuyó a la propaganda antiamericana, pero, como vemos ahora, los propios estadounidenses ahora transmiten evaluaciones similares en relación con su sistema y su propia ideología. E incluso algunos de los servidores ideológicos estadounidenses en otros países se dieron cuenta de esto (ver el caso de Illarionov).
Esto puede sonar paradójico, pero a pesar de todo el conservadurismo y el reaccionario de las ideas expresadas, Trump a nivel macro actuó como un revolucionario progresista y espontáneo, ya que forzó cambios drásticos dentro de un sistema colosal que tiene importancia global y aspiraba a un liderazgo global. Al mismo tiempo, sus oponentes, que lanzan con fuerza y fuerza una retórica radical progresista, actúan de hecho como reaccionarios y restauradores de doble cabeza en el tema de su preservación y restauración. El lema "Traer todo de vuelta" refleja con mucha precisión la principal aspiración del Partido Demócrata, que durante 4 años luchó contra el "espía ruso en la Casa Blanca".
Y así como Trump destruyó constantemente el "legado de Obama" durante su presidencia, sus oponentes ahora intentarán restaurar este mismo legado (para demostrar que es posible una reversión) y destruir el propio legado de Trump. Pero si logran crear la apariencia del primero, entonces surgirán problemas con el segundo, ya que la debilitada legitimidad interna de Biden hará que parte de la sociedad estadounidense sea inmune a estos esfuerzos en el marco de la formación de la oposición interna no solo al diktat del partido, sino también al sistema mismo, que ahora están entrelazados en caliente. abrazos anti-triunfo. Y entre estas masas, el legado de Trump seguirá vivo en forma de ideas arraigadas expresadas por este ridículo multimillonario, que sacudió los fundamentos aparentemente inquebrantables.
О причинах ненависти к Трампу
