Madrid ha tenido casi todas las características favorables en verano para que el bichito como este se propague.
1. Urbanismo compacto. Ascensores, transporte público (metro), etc.
2. Baja humedad ambiental en verano. En la meseta española rara vez el punto de rocío supera los 16°C mientras en el resto de Europa es más frecuente.
3. Falta de control de las fronteras, espcialmente con Latinoamérica, lo cuál es competencia del nefasto gobierno central. Latinoamericanos que durante el verano han celebrado reuniones masivas, con lo que ello implica.
4. Jornada partida paco española, que obliga a los trabajadores a destinar en algunos casos más de la mitad de un día laboral al empresario, con una generosa pausa para comer entre medias en restaurantes. La jornada partida en España ha sido una forma extremadamente cortoplacista de aumentar la masa de cotizantes a la SS (hipertrofiando sectores como la restauración) para contentar a la masa de pensionistas.
5. Y por supuesto tener a impresentable de la Ayuso al frente, que apenas ha contratado rastreadores, que ha estado haciendo muy pocos tests, que ha estado manipulando reiteradamente las estadísticas, etc.
No obstante, hay un par de aspectos que en frenan en verano la propagación del bichito.
1. La población en verano huye despavorida de la gran ciudad, con lo que en esa época del año está mucho menos atestada de gente. Menos gente, menos riesgo, pero aún así el 1 de julio Madrid estaba poco afectada y el 31 de agosto ya lideraba la IA14, aún manipulando las estadísticas.
2. El auge del teletrabajo.