La cuestión es más que común cada vez que se conocen las astronómicas cifras y presupuestos destinados a una misión espacial. Mucha gente cree que esos recursos servirían más si se invirtieran aquí en la Tierra, para paliar la falta de alimento y las necesidades de los pobres, o para tener un mejor y más equitativo sistema sanitario. ¿Pero realmente resolvería algo eso?