Ni de coña.
San Sebastián y Pamplona son muy oscuras. Sus cascos antiguos son siniestros, y en el caso -sobre todo de San Sebastián- monumentalmente no vale nada. Lo que tiene es, básicamente, un entorno geográfico muy bonito y ya.
Sevilla está mucho más limpia, pese a que cueste más mantenerlo al llover menos y hacerse vida en la calle, y además es más alegre: las casas no son viejas y parduzcas, hay color y está todo muy pintado y cuidado en especial el centro o el circuito turístico. También es por la peculiaridad de que las zonas céntricas, en gran parte, son barrios acomodados. No se produce la característica, tan común en otras ciudades, de que los centros históricos se hayan lumpenizado a partir de 1960. El tener color da alegría y hace lucir más las cosas -por ejemplo, en contraste con Barcelona, que es en gran parte oscura y marrón- independientemente de tener una mayor monumentalidad.
