Un "gorila" diciendo por lenguaje de signos que no está permitido dar de comer a los animales.
Un hijo de p**a disfrazado riéndose de la gente, básicamente..
No me importa llegar tarde a algo que ya no necesito para tener el asunto claro.
La primera vez que me entró la mosca por la oreja fue cuando vi un oso, no un gorila, en un zoo, saludar de una forma demasiado humana. Me largué de allí totalmente convencido de la burla (además fue la última "atracción" que vi). Porque, si bien pasé durante unos instantes, por un intento de tratar de re-encajarlo, de súbito, pudo mucho más la fuerza interior. Fue como una revelación, una realización. Pero no sobre la verdad acerca de los osos graciosos, por dios, sino sobre mí mismo. Acerca de escucharme a mí mismo en primer lugar. Si no se ha vivido, no se puede comprender; y de esto va todo, en este escenario.
Después, llegué a convencerme por completo de que la evolución humana es una farsa, escribiendo los informes de Antropología Física durante los cursos de doctorado. Aunque no hace falta ningún estudio profundo para darse cuenta de que todo es un constructo menso y perverso. Ya que no son lagunas, de millones de años, sino que únicamente hay un par de cráneos antes de los australopitecos (y a partir de estos, todos los homos son casi idénticos). No falta un eslabón, falta la cadena entera. Esos cráneos están en el Museo de Historia Natural de Londres, dentro de urnas, para todo el que quiera, y pueda, verlos.
Este hilo de Napoleón, como todos los suyos, fue para mí un consuelo. Saber que, podrás pasar por majara, pero al menos hay alguien más, ahí afuera, que ve las cosas como tú, y además sigue teniendo el ánimo de continuar diciendo lo que piensa. La única igualdad en la que creo, es con relación a la libertad de expresión, como en este foro. Esto es precisamente lo primero que machaca esa pretensión de igualdad a martillazos, que sólo genera una masa uniformemente aplastada.
El resto de la evolución, bueno, con ver que todos los supuestos seres evolucionados, por presión selectiva, siguen viviendo, y conviviendo, junto a sus predecesores y sucesores, abortos afortunados, como si tal cosa... Peces, anfibios, reptiles, mamíferos... Todos están presentes. ¿Qué pasa con la presión ésa, que sólo aprieta hasta ver criado al aborto, y luego ya afloja para que sobreviva también el abortante? El tatarabuelo, el bisabuelo, los primos... Todos, en nochevieja, a comer gambas. Sólo faltan los tíos dinosaurios, los cuales no van, porque están enfadados por la herencia del meteahorrito. A tomar por trastero, hombre.