Breve resumen. Aún me quedaba sin vender en la noeba hezpantxa un local heredado -400 m2 de planta y 950 m2 construidos-, el cuál me resistía a convertir en bárbaras reliquias amarillas a pesar de tener muy buenas ofertas por razones principalmente sentimentales. A finales de enero, viendo el cariz que estaba tomando la situación a raíz de la movida del el bichito-19, hablé con cuatro de los interesados y en febrero se lo vendí a un hecu. Ahora el hecu lleva tres semanas importunándome por teléfono continuamente con sus cuitas. Que si lo ahogan las pérdidas, que si el peje es un jijo de la gran txingada, que si nomás a ver si aguantamos el jalón y ya reabren de una pintxe ves, que si blablabla etcetcetc...
A mí me valen madres las txingaderas del hecu. El punto que me interesa es que el novohezpantxo empezó ofreciendo que se lo recomprara por un 50% y ha ido bajando hasta el 20% que me pidió hoy. Como ya he dicho, mi estrategia patrimonial desde hace años ha ido siendo progresivamente cada vez mas conservadora, saliendo progresivamente tanto de los activos inmobiliarios como de otro tipo para ir convertiéndolos en chatarrilla amarilla y echarla en el montoncito. Pero como ya he dicho, ese local tiene valor sentimental para mí, lo cuál no quiere decir que este dispuesto a malgastar mi fiat por motivos puramente emocionales...
Opinen libremente y con criterio como si éste fuese un foro de economía y finanzas...