Vlad_Empalador
Será en Octubre
A la caza de la última piscina
Con la mayoría de las públicas y comunitarias aún cerradas, conseguir una desmontable se ha convertido en todo un reto
PACO RODRÍGUEZ
P. CALVEIRO
SANTIAGO / LA VOZ 25/05/2020 05:00 H
Dicen que primero fue el papel higiénico, luego la levadura y ahora las piscinas. Con las mayoría de las públicas y comunitarias cerradas, aquellos que disponen de un jardín donde instalarlas han agotado las existencias. La caza y captura de una piscina desmontable ha sido una odisea, cuenta un matrimonio de Ames. Ellos consiguieron, tras mucho buscar, la última de un lineal en Santiago, relata María Pazos.
«Vivimos en una urbanización con piscina comunitaria, pero todavía no se sabe cuándo se podrá abrir y cómo ni tampoco qué pasará con las playas. Tenemos una piscina hinchable, a la que no dimos mucho uso, por eso no me había planteado hasta ahora comprar una elevada», asegura esta vecina de Aldea Nova.
Sube la demanda de piscinas con la temporada de playa en duda
MARTA LÓPEZ
«En Amazon estaban completamente agotadas. Lo mismo en las webs de grandes superficies, como Leroy Merlin o Decathlon. Vimos un modelo que se ajustaba a lo que queríamos, miramos en todas las páginas habidas y por haber, y no lo encontramos en ningún lado. Al final, mi marido fue a varias tiendas físicas. En Alcampo quedaba una, no era exactamente como la que queríamos, pero me hubiera abrazado al carro para que no se la llevase otro», comenta entre risas esta internista. Con dos hijos, de 9 y 7 años, Nico y Álvaro, explica que «toda distracción va a ser poca» cuando acaben las clases.
«Nico estaba tan ilusionado que me dijo que iba a estallar de la emoción y Álvaro ya se metió cuando la llenábamos, con solo 10 centímetros de agua», relata. Estos pequeños afortunados rebosan ahora sonrisas a remojo en la última piscina del lineal.
Las de construcción
En cuanto a las de construcción, en Maside Piscinas indican que a la demanda propia de la llegada de los meses de calor se unió «el retraso en el trabajo» a causa del parón por el estado de alarma. «Y personas que antes no pensaban en poner una piscina ahora se lo platearon con el confinamiento», reconoce José García Maside. La reanudación del trabajo en el sector, indica, se vio condicionada también por las circunstancias y «empezamos la jornada antes porque hasta ahora no había dónde comer».
Con la mayoría de las públicas y comunitarias aún cerradas, conseguir una desmontable se ha convertido en todo un reto
PACO RODRÍGUEZ
P. CALVEIRO
SANTIAGO / LA VOZ 25/05/2020 05:00 H
Dicen que primero fue el papel higiénico, luego la levadura y ahora las piscinas. Con las mayoría de las públicas y comunitarias cerradas, aquellos que disponen de un jardín donde instalarlas han agotado las existencias. La caza y captura de una piscina desmontable ha sido una odisea, cuenta un matrimonio de Ames. Ellos consiguieron, tras mucho buscar, la última de un lineal en Santiago, relata María Pazos.
«Vivimos en una urbanización con piscina comunitaria, pero todavía no se sabe cuándo se podrá abrir y cómo ni tampoco qué pasará con las playas. Tenemos una piscina hinchable, a la que no dimos mucho uso, por eso no me había planteado hasta ahora comprar una elevada», asegura esta vecina de Aldea Nova.
Sube la demanda de piscinas con la temporada de playa en duda
MARTA LÓPEZ
«En Amazon estaban completamente agotadas. Lo mismo en las webs de grandes superficies, como Leroy Merlin o Decathlon. Vimos un modelo que se ajustaba a lo que queríamos, miramos en todas las páginas habidas y por haber, y no lo encontramos en ningún lado. Al final, mi marido fue a varias tiendas físicas. En Alcampo quedaba una, no era exactamente como la que queríamos, pero me hubiera abrazado al carro para que no se la llevase otro», comenta entre risas esta internista. Con dos hijos, de 9 y 7 años, Nico y Álvaro, explica que «toda distracción va a ser poca» cuando acaben las clases.
«Nico estaba tan ilusionado que me dijo que iba a estallar de la emoción y Álvaro ya se metió cuando la llenábamos, con solo 10 centímetros de agua», relata. Estos pequeños afortunados rebosan ahora sonrisas a remojo en la última piscina del lineal.
Las de construcción
En cuanto a las de construcción, en Maside Piscinas indican que a la demanda propia de la llegada de los meses de calor se unió «el retraso en el trabajo» a causa del parón por el estado de alarma. «Y personas que antes no pensaban en poner una piscina ahora se lo platearon con el confinamiento», reconoce José García Maside. La reanudación del trabajo en el sector, indica, se vio condicionada también por las circunstancias y «empezamos la jornada antes porque hasta ahora no había dónde comer».