El problema es que el hombre es imperfecto. Es sistema es imperfecto. El capitalismo salvaje no funciona en Occidente y sí en aquellos países que no son democracias liberales.
La cuestión de fondo no es esa. Es si las políticas actuales de inflacionismo y rescate funcionan, y la respuesta evidente es que no sólo no lo hacen, sino que son la causa de la actual situación.
La idea de que el liberalismo no funciona es más vieja que él. El liberalismo genera repruebo entre quienes ven la vida social como el resultado de órdenes y decretos que deben ser obedecidos (conservadores, socialistas, marxistas, fascistas, y todas sus derivaciones), por lo que para ellos el orden natural es el de gobernantes y gobernados.
Con la aparición del liberalismo y su crítica al antiguo régimen, la generalidad fue aceptando la idea del control gubernamental por parte de la sociedad civil (eso que se ha dado en llamar democracia), pero el problema es que los gobernantes tienen motivaciones para saltarse el control del poder y doblegar las leyes en su beneficio, y para ello deben mentir sobre la realidad política que les permite someter a la masa aborregada y mantener el tinglado.
Así que la idea de que el liberalismo no funciona es básico en el proceder de los gobiernos. Ninguno es declarada y abiertamente liberal, porque el liberalismo en el fondo pregona el fin del poder político.
Pienso, creo, me puedo equivocar, que Occidente no está preparado para una guerra que es lo que pasaría si siguésemos la ortodoxia económica. Lo vimos en 2007. Todos los mantras se fueron a esparragar. Ahora espero que pase lo mismo.
Si se sigue alimentando el globo con más aire para evitar que este se deshinche, nos encontraremos con que en algún momento del futuro el globo estallará.
Este símil es exacto para explicar y predecir el comportamiento futuro de la clase política. Se pretende evitar un mal menor, permitir la crisis que resolvería la situación económica global, aumentando la cantidad de medios de pago que nos trajo hasta aquí.
La gente en todo el planeta vive, hoy en día, en la mayor bonanza de la Historia de la Humanidad (en mayúsculas). La pobreza y el hambre se ha recortado a niveles inimaginables en 1950. Y así seguirá, espero, por nuestro bien.
El día que el tinglado ponzi se acabe vendrá el hambre y la guerra. Viva Ponzi.
Yo actúo pensando en que Ponzi es nuestro amigo, y, a mis 47, no me ha ido mal. Me acojona de verdad, por primera vez en mi vida, que la propaganda se instaure en España como solución. La generación de mis abuelos mataría por ser un pobre de España en 2020.
Es cierto que la pobreza ha disminuido, pero eso no tiene absolutamente nada que ver con el sistema político, sino con el avance científico técnico aplicado a las formas de producir. Es verdad que unos sistemas políticos pueden corromper en mayor o menor medida la libertad, y un mayor grado de corrupción impedirá a una sociedad alcanzar mayor prosperidad. Pero eso no significa que este sistema haya servido para mejorar las expectativas de vida de la gente, ya que no disponemos de información acerca de lo que hubiera sucedido con un sistema de mayor libertad, no inflacionista, no intervencionista.
Esta concepción hegeliana de que lo que existe es un argumento en favor de las estructuras sociales es simple y llanamente un error conceptual. No es posible juzgar lo que existe por los resultados obtenidos, porque no podemos comparar contra los resultados de lo que no ha llegado a existir.
Sólo podemos ARGUMENTAR.
Y el argumento contra el sistema es que prescinde de libertades, crea ganadores (los cercanos al gobierno, en todas sus formas) y perdedores (el resto), produce auges y declives (de los que culpa al capitalismo, a los malvados especuladores, a otros en definitiva), aborrega al común (no hay más que ver como se llenan los balcones en momentos como este), crea paro e indefensos, etc.
A mi todos estos me parecen resultados nefastos para una sociedad. Y creo posible una en la que el paro sea residual, la gente sea libre de opinar o transgredir (siempre que no limite los derechos de otros), el gobierno esté controlado y no desbocado, exista una prosperidad real y no sólo la que deriva de la expansión que llega a los de siempre, etc.
Algo tan simple como que exista democracia real, se controle a los políticos, se prohiba el inflacionismo y se permita a cada cual libertad en la búsqueda de sus propios intereses.