¿La gente se ha vuelto completamente iluso? Lanzan bemoles y agua a una mujer que iba con su hijo de 4 años a comprar el pan

Cainismo en estado puro. De la abducción a la idiocia regada por miles de problemas mentales y frustraciones mal digeridas, en escasas horas y sin solución de continuidad, vía wasap. Analfabetismo populachero en estado puro. Para juzgar están algunos jueces, no los gañanes balconettis que pasan de la pedrada a la batucada a un metro del vecino de la ventana de al lado. iluso.

¿Monte Alto? Acabáramos.

Qué puñetero ardor de estomago
 
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¿La gente se ha vuelto completamente iluso?

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Una mujer y su hijo menor, increpados sin motivo por sus vecinos cuando volvían de comprar el pan

La cuarentena comienza a hacer estragos en las grandes ciudades gallegas. La situación parece haber llegado a un límite inadmisible con el suceso de un linchamiento colectivo en pleno centro de La Coruña. Una mujer residente en la calle Merced sufrió insultos, jarros de agua e incluso dos bemoles que estallaron frente a sus pies durante la mañana de este jueves, en el trayecto de 200 metros que separan su portal de la panadería más cercana a su domicilio. La mujer se ha visto obligada a denunciar los hechos ante la Policía Local de La Coruña, que lamenta, esto no ha hecho nada más que empezar.

Los hechos ocurrieron este jueves al mediodía, cuando sobre las 13.00 horas, la denunciante y su hijo de 4 años de edad se dirigían a comprar el pan en un establecimiento de la misma calle en que residen. En un primer momento, una vecina comenzó a insultarla llamándola «zascandil», aludiendo directamente al hecho de estar acompañada de su hijo en la calle, a lo que la mujer le respondió que «se informara bien». Este lamentable episodio se tornó aún más violento cuando, al salir de la panadería tras comprar «con normalidad y guardando todas las medidas de seguridad», asegura la denunciante, otros vecinos de la calle se sumaron a este acoso y derribo.

La misma mujer que la había insultado al salir de su portal, volvió a salir a su ventana, esta vez con una jarra llena de agua con la que intentó mojar a la denunciante. Otro vecino de la acera de enfrente salió también a increparles y a decir que «él se quedaba en su casa trabajando», relata en su denuncia. Todo ello en medio de más gritos e insultos venidos de ambos lados de la calle, una nueva salida de la primera vecina para grabarla a ella y su hijo menor de edad con el móvil y el lanzamiento de dos bemoles que impactaron justo en frente de la acera que tenían delante. La mujer, al ver que no cesaba el linchamiento, agarró a su hijo en brazos y se dirigió corriendo hasta su portal.




Al parecer, el motivo por el que esta mujer habría sido increpada por sus vecinos es el hecho de ir acompañada de su hijo pequeño. En su denuncia ante la Policía Local de La Coruña, argumenta que no le queda otro remedio, ya que «en otro caso se quedaría solo en casa». En efecto, la progenitora no incumplió en ningún momento las restricciones dispuestas en el Real Decreto por el que el Gobierno declaró el estado de alarma, en vigor desde el pasado 15 de marzo. El artículo 7 de dicha ley contempla dentro la limitación de la libertad de circulación de personas, entre otros casos, la «asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables» durante el estado de alarma. Por lo que la mujer no habría cometido ninguna infracción en ningún momento.

La Policía prevé más indicios de histeria colectiva
En su respuesta a la denuncia formulada por esta mujer, la Policía Local de La Coruña ha lamentado que esperan un agravamiento de la situación en los próximos días, pues las medidas del estado de alarma para contener el cobi19 se endurecerán previsiblemente. La denunciante se ha visto obligado a redactar una nota que ha repartido por los edificios en que vive la gente que salió a increparla, en las que advierte que no es ella quien está sobrepasando el confinamiento, sino ellos, al tomarse la justicia por su mano. El aviso en que la mujer invita a sus increpantes a llamar a la Policía ante cualquier sospecha de delito, ha sido sin embargo sustraido de algunos portales este viernes, desde los que, denuncia, ha vuelto a ser insultada.



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Lejos de retractarse en su actitud errada, cuenta la denunciante que al volver de colgar el aviso de los portales de sus vecinos, encontró otra nota en su propio edificio en la cual se la identifica a ella y a su hijo y se anima a continuar con el linchamiento hacia ambos.

La denunciante ha podido saber tras ponerse en contacto con residentes en otras zonas de la ciudad, que este tipo de actos se están extendiendo por La Coruña. En concreto, los vecinos de Monte Alto y Novo Mesoiro están haciendo llamadas al linchamiento contra personas que vayan por la calle o lo hagan acompañados de menores a través de foros y grupos de Whatsapp. Para ser el blanco de este tipo de actuaciones el único requisito es estar dentro de todo lo que a ellos «les parezca» que incumple con el estado de alarma. Sin duda, una iniciativa basada en la desinformación y la ignorancia sobre las medidas de la cuarentena que ensalzan la histeria colectiva, en lugar de un comportamiento verdaderamente ejemplar.
La policía ya te dice por donde van las cosas; "histeria colectiva".
Gente con escasa cultura, inteligencia mediocre, problemas de diversa índole previos a la cuarentena, adicciones, problemas de convivencia, incertidumbre y ansiedad ante el futuro, miedo etcétera; le aplicas un confinamiento domiciliario necesario pero duro de llevar para cualquiera que no tenga una buena resiliencia y unos niveles aceptables de autocontrol y ya tienes una bomba de relojería montada y haciendo tic tac tic tac
Cómo además hay una parte importante de la sociedad pasada de revoluciones, con una educación de cosa, escasa tolerancia a la frustración y bastantes iluso que tienen la costumbre de descargar sobre los demás sus neuras y encabronamientos pues peor aún.

Ésta pobre mujer y su hijo han tenido la mala suerte de estar en el sitio y momentos equivocados y han pagado los platos rotos; y lo que me temo que vendrá; creo que la policía está en lo cierto
 
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