La leche en la economía va a ser colosal. La gente se piensa que la vuelta a la normalidad llegará con el momento en que se le vante el estado de alarma, y que en ese mismo instante todo retornará a su origen, es decir, que para finales de abril, o principios de mayo, cuando ya hayamos dejado atrás el pico de infectados y la curva esté en avanzada progresión descendente, entonces todo retornará a la normalidad y nos olvidaremos de la cosa esta del coronavrus, iniciando entonces una recuperación en V.
Nada más lejos, la normalidad social, que es lo que necesita la economía para iniciar la recuperación va a tardar bastante más. Cuando la emergencia sanitaria, que es el motivo del estado de alarma, se solvente porque hemos conseguido reducir notablemente el n úmero de infectados por el bichito, pasaremos a un escenario de otras medias, obviamente más laxas, pero que perdurarán bastante más en el tiempo. No debemos olvidar que la normalidad absoluta solo se logrará cuando se tenga a disposición de los ciudadanos la banderilla y los tratamientos especificos para está nueva enfermedad, será entonces y, solo entonces, cuando podremos regresar a lo que conocímos antes de la aparición del cobi19.
En consecuencia, vamos a tener unos meses de verano un tanto especiales, lo que también afectará a la economía de manera importante:
- Habrá un control exaustivo de los eventos masivos, que probablemente no se permitan hasta que no se tenga totalmente controlada la enfermedad, es decir, que exista una banderilla
- Las fiestas y lo conciertos de verano se verán afectados, no serán como los años anteriores.
- El turismo va a estar muy controlado, dudo mucho que se permita un movimiento entre paises como se hacia hasta la aprición del bichito.
- Los aforos se controlarán mucho en todos los locales de ocio.
- El fútbol con público tardará algo más de tiempo en permitirse
Es una opinión personal, pero mucho me temo, que la vida que nos espera una vez hayamos acabado con la emergencia sanitaria, que NO con el bichito, no va a suponer una vuelta a la normalidad inmediata, sino que deberemos de cumplir con unas medidas, menos severas, pero que tendrán que perdurar hasta que la medicina logre controlar la enfermedad como cualquier otra enfermedad.
Y en definitiva, todo esto tendrá un impacto negativo en nuestra economía, tan dependeinte de este tipo de eventos.