Los demonios se mueven por el aire, nos proporcionan sugestiones, ideas, visiones ….
En algún momento de los últimos años salieron todos del infierno … intuyo que desde que empezó a funcionar internet.
El mundo tal y como lo conocíamos era un mundo diabólico … ideas diabólicas … economía diabólica … cultura y costumbres diabólicas ... no las voy a enumerar, pero todos las conocemos.
Pero se ha desatado la guerra espiritual, no una guerra contra personas, sino una guerra contra los Principados y Potestades, como decía Saulo. Es hora de luchar por el Reino. A partir de ahora, muchos de los que estábamos callaos viéndolas venir, deberemos acudir a la llamada.
Luchar por nuestra Fe, por la Verdad y por la Justicia. Nuestra principal arma será el Amor y la Compasión y la Confianza en el Padre. Desde hace ya bastantes meses he detectado un aumento considerable de gentes que también ha sentido la llamada al combate.
Parece que las hostilidades se han desatado. En mi caso, hay un pensamiento recurrente, algo que se me ha insertado en la mente como una astilla, que todo lo que tengo es un regalo de Dios, siempre he vivido bien, nunca me ha faltado nada, sin excesos, pero nunca me faltó nada … me considero afortunado. El pensamiento recurrente es la intuición de que tendré que devolver ese regalo, tendré que compartirlo con mis semejantes ( aunque no sé qué forma tomará ese reparto ) … que esa es mi misión en esta guerra, compartir todo lo que tengo, material o inmaterial con mis semejantes, y que deberé hacerlo sin perder la sonrisa.
Por eso, todos los pensamientos, ideas o sugestiones que no vayan encaminadas a instaurar el Reino de Dios, de Verdad y Justicia, me parecen sembrados por el diablo, una más de sus tácticas de combate. Narrativas diabólicas.
Y creo que si Dios me dio la Libertad de elegir, el Diablo también respetará ese principio.
Yo seré el dueño de mi destino y, como Teresa Sánchez de Cepeda, elijo el abandono en Dios, partir de ahí, pasará lo que deba de pasar. Mi único poder es mi Libertad.