Sí. Tienes que explicar bien qué les pasa, cómo está ese organismo. No se trata de decirle que a partir de tal edad no tiene opción de UCI. No es cierto, aunque la mayoría de los que no tienen posibilidades de recuperarse son los más mayores. Hay que pensárselo. Si entras en la UCI a un paciente que sabes que no tiene posibilidades de salir, se va a pasar allí 28 días. El que sí sale adelante pasa entre 7 y 11. Hay que intentar acertar y seleccionar. Porque si me equivoco, bloqueo las posibilidades de tres que sí se recuperarían.
¿Tiene casos jóvenes?
Acabamos de intubar a un hombre de 40 años. El bichito se aloja en las vías aéreas e inflama el pulmón. Ya sabes, el 80% lo pasa como una gripe fuerte. Nosotros estamos con el otro 20%, el que al octavo día se agrava. Se empieza a inflamar el pulmón, nota más cansancio y hay dificultades para respirar. Según sean esas dificultades necesita cuidados intensivos y meterle en una máquina que regule su respiración. Sedado. Con tratamientos que frenen la proliferación del bichito y la inflamación. Hay que intentar que esos pulmones aguanten hasta que la reacción inflamatoria descienda.
Esos son muchos respiradores para la semana que viene.
Y mucho personal. Cada paciente de UCI tiene la mitad del tiempo de una enfermera experta, una auxiliar y un octavo de médico. Por cada turno.
¿Les falta material? ¿Se sienten poco atendidos en sus necesidades?
Intentamos hacer un uso razonable. Si la mascarilla que usamos, la FPP2, dice el prospecto que dura 6 horas, ahora las estiramos hasta 12. Porque lo que no nos podemos permitir es quedarnos a cero. Tenemos mucho apoyo, eso sí. Las familias son impresionantes. “No le abrazo porque no puedo hacerlo”, nos decía un hombre. Y recibimos continuos mensajes.