Por cierto, estos días veo a muchas viejecillas, monjas, etc currándose mascaras. Mientras, las valientes luchadoras de los mil y un observatorios genaritas se dejan la piel en...
Quejarse de lo que se aburren, pedir que les hagan casito por las redes, aprovechar para atizarle a la derecha y criminalizar cualquier mínimo desacuerdo con los del haz que pase y amigos.
Las de los discursitos sobre la economía del cuidado, los afectos, el querernos todes mucho muchísime. No valen ni para cuidar una planta de plástico, y en las situaciones jodidas es cuando se ve. Los millenials con todos sus defectos y estrógenos son personas infinitamente más dignas que sus coetáneas con papo.