M. Priede
Será en Octubre
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- 14 Sep 2011
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Insoportable. Pretenciosa. Con situaciones forzadas al máximo para mostrar no se sabe qué. Busca el humor continuamente y no lo consigue ni una vez. Es un disparo fallido. De haberlo abordado de manera realista, la película tendría base y recorrido, pero está claro que no habría sido ni nominada.
Ninguno de los dos -ni los ricos ni los pobres- son malos de origen, sólo se ven envueltos por el modo de vida que se ven obligados a llevar. Bajo esa perspectiva no hay responsables, todos son culpables, con lo cual la supuesta denuncia social se queda en nada. Análogo a lo de apadrinar la rebeldía ante la casta, una 'spanish revolution', y así seguirás mandando.
¿No buscaba el autor denunciar esa situación de injusticia? ¿Entonces qué buscaba? Porque el humor brilla por su ausencia, y de la nada del humor se pasa al final de película, que es totalmente ridículo porque pretende ser trágico y no lo es. El problema es que la película está mal concebida, falla desde que se sentaron a escribir el guión. Si lo que pretendes es mostrar la pudrición jovenlandesal de las clases humildes al entrar en el juego y quedar como perdedores, hazlos perversoss de verdad, no pretendas hacer humor con ello, y menos si ves que no lo consigues.
Un país al que el cine le debe todo, exhibe su decadencia premiando una película como ésta para dárselas de modernos multiculturales y que tienen sentimiento de culpa por la pobreza que generan. La película es estulta y el premio pura hipocresía: es del gusto de la élite norteamericana, la misma que se queja de que sus jornaleros pagan más impuestos que ella, caso de Buffett con su secretaria; o los Soros, Ray Dalio y tantos otros pidiendo que les suban los impuestos para atajar la desigualdad. Esta oscarización es tanto como si el Vaticano premiase a Almodóvar, y algún día ocurrirá; sólo que el Vaticano va a remolque, como España, y EEUU continúa mandando. Almodóvar ya fue 'oscarizado' en su día por convenir a la ideología sorosiana dominante, pero no tanto como esta película coreana.
Son los marqueses de Galapagar pero ingenuos, y con unos criados y escoltas maliciosos que sueñan con ser marqueses de Galapagar y a los que el espectador no puede apoyar debido al egoísmo desatado que exhiben. Es decir, excelente para los marqueses de Galapagar maliciosos, que no son precisamente los de la película.
Es la primera vez desde que existen los Oscar que una película de habla no inglesa resulta la más premiada.
¡Anda que no han hecho buenas películas los italianos desde el 45 al 75, o los franceses y japoneses!, y nunca fueron 'oscarizados' de manera tan obsequiosa. 'Viridiana', de Buñuel, recibió en 1961 la Palma de Oro en Cannes, y esta película, 'Parásitos', parece una mala parodia suya.
Si la vais a ver comparad con esta 'última cena', cuando los mendigos toman la casa de quien les socorre diariamente:
En España tenemos una larga tradición de realismo y surrealismo (el esperpento es justamente esa mezcla), en el cine y en la literatura, y con mucho éxito. Por el contrario la película coreana es una mezcla de Viridiana y Amelie, y ni lo uno ni lo otro.
Ninguno de los dos -ni los ricos ni los pobres- son malos de origen, sólo se ven envueltos por el modo de vida que se ven obligados a llevar. Bajo esa perspectiva no hay responsables, todos son culpables, con lo cual la supuesta denuncia social se queda en nada. Análogo a lo de apadrinar la rebeldía ante la casta, una 'spanish revolution', y así seguirás mandando.
¿No buscaba el autor denunciar esa situación de injusticia? ¿Entonces qué buscaba? Porque el humor brilla por su ausencia, y de la nada del humor se pasa al final de película, que es totalmente ridículo porque pretende ser trágico y no lo es. El problema es que la película está mal concebida, falla desde que se sentaron a escribir el guión. Si lo que pretendes es mostrar la pudrición jovenlandesal de las clases humildes al entrar en el juego y quedar como perdedores, hazlos perversoss de verdad, no pretendas hacer humor con ello, y menos si ves que no lo consigues.
Un país al que el cine le debe todo, exhibe su decadencia premiando una película como ésta para dárselas de modernos multiculturales y que tienen sentimiento de culpa por la pobreza que generan. La película es estulta y el premio pura hipocresía: es del gusto de la élite norteamericana, la misma que se queja de que sus jornaleros pagan más impuestos que ella, caso de Buffett con su secretaria; o los Soros, Ray Dalio y tantos otros pidiendo que les suban los impuestos para atajar la desigualdad. Esta oscarización es tanto como si el Vaticano premiase a Almodóvar, y algún día ocurrirá; sólo que el Vaticano va a remolque, como España, y EEUU continúa mandando. Almodóvar ya fue 'oscarizado' en su día por convenir a la ideología sorosiana dominante, pero no tanto como esta película coreana.
Son los marqueses de Galapagar pero ingenuos, y con unos criados y escoltas maliciosos que sueñan con ser marqueses de Galapagar y a los que el espectador no puede apoyar debido al egoísmo desatado que exhiben. Es decir, excelente para los marqueses de Galapagar maliciosos, que no son precisamente los de la película.
Es la primera vez desde que existen los Oscar que una película de habla no inglesa resulta la más premiada.
¡Anda que no han hecho buenas películas los italianos desde el 45 al 75, o los franceses y japoneses!, y nunca fueron 'oscarizados' de manera tan obsequiosa. 'Viridiana', de Buñuel, recibió en 1961 la Palma de Oro en Cannes, y esta película, 'Parásitos', parece una mala parodia suya.
Si la vais a ver comparad con esta 'última cena', cuando los mendigos toman la casa de quien les socorre diariamente:
En España tenemos una larga tradición de realismo y surrealismo (el esperpento es justamente esa mezcla), en el cine y en la literatura, y con mucho éxito. Por el contrario la película coreana es una mezcla de Viridiana y Amelie, y ni lo uno ni lo otro.
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