Progretón
Muy Serenísima y Golísima Sociedad de la Niebla
Así que tenemos elecciones autonómicas en Galicia el próximo 5 de abril de 2020. Y yo votaré a Vox.
Desde el año 2009 gobierna el PP, liderado por un señor gris y aseado llamado Alberto Núñez Feijóo. Uno de los millones de votos que ha recibido en anteriores comicios fue el mío, aunque cada vez con menos entusiasmo por mi parte; en las últimas, tanto entusiamo como el que me produciría la perspectiva de visitar la consulta del proctólogo. El mío fue siempre un voto a la contra, para evitar que una coalición de sociatas, bloqueiros y demás gente se hiciese con el poder.
Últimamente me he preguntado: si la anterior coalición de mugrientos se hiciese con el poder en la región, ¿qué diferencia habría? Y, descontado el cambio dejetas caras, el cambio sería mínimo.
¿Cómo es la Galicia gobernada por Feijóo y sus chicos del PP?
El PP de Casado, al igual que el de Rajoy y el de Aznar, es el ala derecha de la socialdemocracia globalista que gobierna Europa occidental. Al nivel de la región de Galicia se da el mismo fenómeno: la oposición es el ala izquierda del PP o, equivalentemente, el PP es el ala derecha de la oposición.
Así, votar a Vox en las próximas elecciones gallegas no implica ningún riesgo y, además, hasta puede traernos alguna mejora. En caso de que gobierno y oposición se intercambien, tendremos más de lo mismo; y en caso de que el PP precise de los diputados de Vox para gobernar, algunos de los anteriores disparates podrían enmendarse.
Desde el año 2009 gobierna el PP, liderado por un señor gris y aseado llamado Alberto Núñez Feijóo. Uno de los millones de votos que ha recibido en anteriores comicios fue el mío, aunque cada vez con menos entusiasmo por mi parte; en las últimas, tanto entusiamo como el que me produciría la perspectiva de visitar la consulta del proctólogo. El mío fue siempre un voto a la contra, para evitar que una coalición de sociatas, bloqueiros y demás gente se hiciese con el poder.
Últimamente me he preguntado: si la anterior coalición de mugrientos se hiciese con el poder en la región, ¿qué diferencia habría? Y, descontado el cambio de
¿Cómo es la Galicia gobernada por Feijóo y sus chicos del PP?
- En lo cultural, la rendición al nacionalismo y al marxismo cultural es completa. Un ejemplo es el seguidismo que hace el gobierno de la Xunta de Galicia a la oposición en la tentativa de confiscación del Pazo de Meirás a los herederos de Franco.
- Normalización lingüística del gallego por doquier: hablar castellano empieza a ser besugo en ciertos ámbitos. Como muestra un botón: sale la sentencia judicial por una denuncia que presenté, mi abogada me la remite por correo electrónico y veo con sorpresa que está redactada íntegramente en gallego pese a que la denuncia había sido presentada en castellano.
- La Xunta de Galicia es una dictadura burocrática. ¿La humedad propia del clima gallego ha estropeado la pintura de su casa y quiere arreglarla? La Xunta le dice de qué color debe pintar su casa, para lo cual ha elaborado una guía que consta de 12 tomos. ¿A usted, ganadero, el lobo le ha dado de baja de la suscripción de la vita unas cuantas cabezas de ganado? La Xunta de Galicia le indemniza tarde, poco y de mala gana. ¿Ha perdido su casa debido a la explosión de un almacén clandestino de pirotecnia? Siete meses después ni se habían retirado los escombros ni los vecinos habían accedido a las ayudas.
- Enorme aumento de la deuda pública de la Xunta de Galicia. En 2009, año en el que Feijóo es nombrado presidente, la deuda pública de la Xunta de Galicia era el 8,60% del PIB regional, o 1.429 EUR per capita; en el año 2019, dicha deuda es el 18% del PIB regional o 4.200 EUR per capita.
El PP de Casado, al igual que el de Rajoy y el de Aznar, es el ala derecha de la socialdemocracia globalista que gobierna Europa occidental. Al nivel de la región de Galicia se da el mismo fenómeno: la oposición es el ala izquierda del PP o, equivalentemente, el PP es el ala derecha de la oposición.
Así, votar a Vox en las próximas elecciones gallegas no implica ningún riesgo y, además, hasta puede traernos alguna mejora. En caso de que gobierno y oposición se intercambien, tendremos más de lo mismo; y en caso de que el PP precise de los diputados de Vox para gobernar, algunos de los anteriores disparates podrían enmendarse.
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