Ya se ha constituido el nuevo gobierno. Durante la campaña electoral y meses previos, casi desde la famosa moción de censura -que todo sea dicho, Rajoy se podía haber echado a un lado y dejar a Soraya presidiendo el gobierno y evitar la llegada de Sánchez a la presidencia en funciones- El caso es que desde entonces se fueron constituyendo unos bloques en los que por un lado las derechas no tienen mayoría suficiente y Sánchez se ha encontrado con las derechas en frente, con los catalanes de la JxCat en frente y con la izquierda de la izquierda que es la CUP enfrente; por tanto, con los resultados electorales en la mano ha tenido que llegar a acuerdos con casi todos los demás.
Ya se vislumbró con los resultados en la mano que Sánchez sería investido presidente en segunda vuelta; y que el PP no iba a poder ni abstenerse porque ello sería dejar la figura, no formal pero sí en el imaginario popular, la figura de jefe de la oposicón al gobierno en manos de VoX.
Inteligéntemente, como no podía ser de otra forma, mientras han sido las sesiones de investidura y sus semanas previas, el PP, Casado, ha actuado como lo que es, jefe de la oposición. Así apareció con un discurso duro, para no dejarle ese espacio a VoX. También Arrimadas se subió al carro, también Arrimadas quiere ser oposición anti-Sánchez. Todos con el discurso duro, para reclarmarse jefes de la oposición. Puesto que con los resultados electorales en la mano corresponde a Casado; y al PP el ser la hipotética alternativa de gobierno (algo muy difícil). Una vez alejadas ya las cámaras, como en la noche de San Juan, apagados ya los fuegos, vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas.
Vox se echa a la calle. Pero ni PP, ni C`s, que es probable que estén trabajando ya en la puesta en marcha de un España Suma, no se han unido a la fiesta. Lo de hoy no era la noche de San Juan. PP y C's empiezan a alejarse de Vox y sus manifestaciones callejeras, se alejan de la protesta continua de Vox. El PP hará manifestaciones; sí, además multitudinarias; apoyadas por importantes sectores sociales no políticos, pero cuando tengan una bandera clara de enganche para todas las gentes de la derecha: defensa de la asignatura de Religión en la enseñanza; defensa de la libertad de enseñanza; etc. Esas cuestiones en que todas las derechas están más o menos de acuerdo y que además afectan a millones de ciudadanos y ciudadanas que no son de derechas, sino que prefieren un colegio concertado para sus hijas e hijos.
Está por ver si UPN va a seguir fiel a NA+ o tal vez intente reeditar aquellos tiempos en que ellos y los socialistas se repartían el poder en la Comunidad Foral; pero para ello van a tener que romper con sus socios y aparecer en el Parlamento Foral como grupo propio. El tiempo dirá; pero parece que paradójicamente, el reagrupamiento de la derecha que le lleve a disputar la ser la fuerza con más diputados al PSOE, va a tener que pasar por un periodo en el que los diferentes partidos de la derecha marquen diferencias unos con otros. El PP sabe que necesita un reagrupamiento de la derecha, pero necesita más que nada ganar el espacio de centro. Difícil tarea con Vox en las plazas de los ayuntamientos. El tiempo dirá si al final vuelve a ganar el centro frente a los más escorados; o sea, el tiempo dirá si vuelve a ganar un refundido PP, que agrupe todas las sensibilidades a la derecha de los socialistas.
Las diferentes estrategias ya se han puesto en marcha.