Su argumentario del caso Ébola me ha parecido demasiado conspiranoico para mí gusto, aunque no descarto que pueda ser cierto.
No, si conspiranóico es, como que me lo he inventado yo especulando desde un teclado. Pero es que entre lo conspiranóico y lo raro de narices, pues, esperando otra conspiranóia más atinada que estoy.
Porque ya fue rara la curación y el alta a los pocos días de que apareciera por allí la Soraya y los de sanidad dejaran de tener el control del hospital. Oiga, ni secuelas ni gritos de ¡milagro, milagro!, ni publicidad de la enfermera del sur muy sur que dio su sangre para la transfusión, ...y anda que la cosa no da para rellenar papeles, noticieros y programas televisivos lacrimógenos durante muchos días.
Pues nada, olvidado de un día para otro.
No, si yo fuera el Amancio Ortega sí daba -no dinero, claro- para la sanidad pública, pero ¿ingresar?, yo ingresaría en la privada.
Amos no aguante.
En cualquier caso no hemos visto al Doc ciscarse en tolosmuertos de su colega, ni en el de los colegas que, como ése, se cruzará a diario por los pasillos y bien que sabrá quiénes son.
Me temo que el Doc cumple con la omertá que impone el corporativismo gremial, incluso en este triste foro.
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FREE ZOUHAM o abandonad toda esperanza.