Bueno aunque yo no fui testigo directo de lo ocurrido durante la II República, como nacida sobre esas fechas y siendo hija de un activista del comunismo radical, mi padre y de una activista de Falange, mi madre y con mi infancia que se desarrolló en un cafetucho donde acudían gente principalmente de izquierdas, en una de las zonas más rojas de España, tuve ocasión de contrastar a través de miles de conversaciones, dimes y diretes de ambos bandos que fue lo que ocurrió.
Desconozco cuantas víctimas mortales hubo de ambos bandos, lo que se con toda seguridad es, que la izquierda o frente popular además sin estar aún en guerra, fueron de un sadismo brutal en sus crímenes que, con la mentalidad de hoy nos resulta difícil aceptar que, españoles, compatriotas nuestros, tuvieran en masa esa capacidad de orates demencial, toda la imaginativa de como dar de baja de la suscripción de la vida con los sufrimientos más inconcebibles y muertes lentas eran el pan nuestro de cada día, a una tía mía por parte materna, la mataron introduciendo por el ano una bomba de llenar ruedas de bicicletas después de violarla en grupo, mi abuelo materno estuvo casi un mes prisionero en una Iglesia junto a otros 20,s , todos los días les decían que era un día menos para arder junto con la Iglesia, apenas les daban de comer o beber, justo en ese pueblo en una carnicería de poca monta, colgaron la pierna y muslo de un cura con el letrero de a tanto el kgs. de cerdo, eso era nada para las atrocidades que se escuchaban de Cataluña, Asturias, Sevilla, Málaga y algunas que ya ni recuerdo. Mi padre también fue encarcelado y le libró de la sentencia a muerte, un cura, ironía de la vida porque mi padre era un anticrerical de tres pares de narices.
El ejército de Franco luchó contra otro ejército, el republicano y hubo muertos de un lado y de otro según la batalla, cuando el frente nacional entró en pueblos y ciudades, la derecha denunció a sus agresores que fueron encarcelados y sometidos a juicio, seguramente no todas las sentencias fueron justas, los juicios eran rápidos y las pruebas mayoritariamente estaban basadas en testimonios de los vecinos, pero en general a aquellos que condenaron a muerte se lo merecían, después de la sentencia a muerte eran conducidos a prisión y de allí a cementerios donde los fusilaban y los enterraban en fosas comunes abiertas al propósito, por eso no entiendo lo de buscar muertos de los gente de izquierdas en las cunetas, los muertos de Franco no necesitaban de cunetas para esconder sus crímenes porque cada muerto por Franco era reconocido por una sentencia judicial documentada, los que enterraban en cunetas eran los gente de izquierdas porque eran crímenes clandestinos, desde 2007 está aprobada la ley de memoria histórica, 12 años, ¿sabéis de alguna cuneta donde hayan aparecido ni un solo muerto de los gente de izquierdas? . La demagogia de la izquierda sigue igual a través del tiempo.
La izquierda es muy jodida, ahí tenéis a Cristina Almeída, a los padres de Pit y cientos de miles más que han conseguido éxito en sus vidas gracias a Franco, mi madre lo supo bien y se convirtió a pesar de todo lo que sufrió de la izquierda, en votante socialista, según ella Franco traicionó a los suyos y nada recibió de Franco a pesar de jugarse la vida por el movimiento nacional, mientras la izquierda era mimada por Franco.
Desconozco cuantas víctimas mortales hubo de ambos bandos, lo que se con toda seguridad es, que la izquierda o frente popular además sin estar aún en guerra, fueron de un sadismo brutal en sus crímenes que, con la mentalidad de hoy nos resulta difícil aceptar que, españoles, compatriotas nuestros, tuvieran en masa esa capacidad de orates demencial, toda la imaginativa de como dar de baja de la suscripción de la vida con los sufrimientos más inconcebibles y muertes lentas eran el pan nuestro de cada día, a una tía mía por parte materna, la mataron introduciendo por el ano una bomba de llenar ruedas de bicicletas después de violarla en grupo, mi abuelo materno estuvo casi un mes prisionero en una Iglesia junto a otros 20,s , todos los días les decían que era un día menos para arder junto con la Iglesia, apenas les daban de comer o beber, justo en ese pueblo en una carnicería de poca monta, colgaron la pierna y muslo de un cura con el letrero de a tanto el kgs. de cerdo, eso era nada para las atrocidades que se escuchaban de Cataluña, Asturias, Sevilla, Málaga y algunas que ya ni recuerdo. Mi padre también fue encarcelado y le libró de la sentencia a muerte, un cura, ironía de la vida porque mi padre era un anticrerical de tres pares de narices.
El ejército de Franco luchó contra otro ejército, el republicano y hubo muertos de un lado y de otro según la batalla, cuando el frente nacional entró en pueblos y ciudades, la derecha denunció a sus agresores que fueron encarcelados y sometidos a juicio, seguramente no todas las sentencias fueron justas, los juicios eran rápidos y las pruebas mayoritariamente estaban basadas en testimonios de los vecinos, pero en general a aquellos que condenaron a muerte se lo merecían, después de la sentencia a muerte eran conducidos a prisión y de allí a cementerios donde los fusilaban y los enterraban en fosas comunes abiertas al propósito, por eso no entiendo lo de buscar muertos de los gente de izquierdas en las cunetas, los muertos de Franco no necesitaban de cunetas para esconder sus crímenes porque cada muerto por Franco era reconocido por una sentencia judicial documentada, los que enterraban en cunetas eran los gente de izquierdas porque eran crímenes clandestinos, desde 2007 está aprobada la ley de memoria histórica, 12 años, ¿sabéis de alguna cuneta donde hayan aparecido ni un solo muerto de los gente de izquierdas? . La demagogia de la izquierda sigue igual a través del tiempo.
La izquierda es muy jodida, ahí tenéis a Cristina Almeída, a los padres de Pit y cientos de miles más que han conseguido éxito en sus vidas gracias a Franco, mi madre lo supo bien y se convirtió a pesar de todo lo que sufrió de la izquierda, en votante socialista, según ella Franco traicionó a los suyos y nada recibió de Franco a pesar de jugarse la vida por el movimiento nacional, mientras la izquierda era mimada por Franco.