En una oficina técnica en la que estuve, con su jornada partida pdm. Tamaño pequeño mediano, con gente trabajando 20 años en lo mismo... Solíamos comer el menú del bar y luego subíamos a medio adormilarnos en las sillas (todo muy productivo).
Al llegar verano el jefe no venía muchas tardes, decía que iba a ver obras y a visitar clientes. El caso es que tenía en su despacho ochentero un sofá que se podía hacer cama.
Unas cuantas veces que avisó que no iba a venir esa tarde, se metían en el sofá cama a dormir la siesta a veces un compañero, a veces dos. De esos de cincuenta tacos, gordos como cochinos, todo muy typical.
Pues un día llegó el jefe sin avisar a las 16.00 o así, y el resto nos quedamos tan flipados pensando lo que iba a pasar que no se nos ocurrió ni cómo reaccionar. Entró dando las buenas tardes y dos segundos más tarde estaba abriendo el despacho y con la persiana medio bajada, medio a oscuras, se encuentra el sofá abierto y los dos compañeros medio vestidos, uno en calzoncillos, el otro sin camisa, recién despertados y atontados sin saber qué hacer. El jefe tardó como tres segundos en procesar y de repente empezó a gritar "PERO QUÉ shishiOOOOO, QUÉ narices ESTÁ PASANDO AQUIIIII".
La situación fue brutal, a la secretaría le dio la risa, les echó del despacho y les llamó como 20 min después a puerta cerrada, les pegó cuatro gritos.... No, no les despidió, pero luego les recordaba descojonándose que les había pillado en calzoncillos en su despacho y cosas así. De lo más brutal.
Luego cuento uno de los días que acabamos con el jefe y los clientes en pilinguiclús.