Nunca la han garantizado: son ineptos, corruptos, politizados, tienen más agresiones y torturas a sus espaldas que la policía de cualquier dictadura, se han dedicado durante 30 años a ocultar la corrupción de Convergencia... y encima ganan mucho más que los policías nacionales y guardias civiles.
Una fruta vergüenza de cuerpo que debería DESAPARECER por el bien de la democracia.