Los padres y hermanos, como ahora, no querían que sus hijas/hermanas se quedaran preñadas del primer malote que pasara por la calle, los maridos, como ahora, no querían que sus mujeres se quedaran preñadas del primer matole que les hiciera jijijear, los trabajos eran tan duros que existía una división, una mujer sola lo tenía muy difícil o imposible, un hombre solo tampoco tenía una vida muy buena que digamos, en familia, en tribu, era lo ideal, los hijos eran una inversión para poder tener seguridad económica en la madurez y supervivencia en la vejez.
Desde un cómodo escritorio, con la nevera llena de viandas, la cartera llena de dinero, el aire acondicionado puesto (30 grados en la calle), recién duchado, bien vestido y las manos de piel fina y suave es muy fácil hacer teorías sobre lo malos que han sido los hombres siempre dominando y discriminando a las mujeres.
Es la supervivencia, fulastre!!