Cronología de la dimisión de Fernando Paz (Vox)

Guerrilla Jr.

Madmaxista
Desde
21 Oct 2017
Mensajes
11.886
Reputación
35.396
Los que oyíais al cojo...menos mal que os conozco, porque vamos...

 

365

Madmaxista
Desde
3 Nov 2013
Mensajes
19.810
Reputación
45.864
Como me gustaría que Vox arrasase y pusieran a Paz de ministro de educación lo que me reiría viendo a los progres llorar

Pues estaria muy bien por varios motivos. Dos principalmente.
El primero es que parece ser un excelente profesor a la par que buena persona.
Los ex-alumnos de Fernando Paz se manifiestan ante su ¿dimisión? de VOX:"Usted es un ejemplo de valores y una excelentísima persona"

Y el segundo motivo seria ver a la ralea progresista..ista..ista echar rios de bilis en las teles, legales e ilegales que regentan, que son todas las teles, por cierto.
 

Tau Ceti

Himbersor
Desde
12 Nov 2015
Mensajes
2.653
Reputación
5.330
Hombre @Igualdad 7-2521 ya que andas por aquí, a ver si me puedes explicar una cosa, tú que eres un liberal (entiendo que 'auténtico' y por tanto sin dogmas inamovibles a modo de autos de fe) y te ha parecido bochornosa la actitud LD-EsRadio en el tema este.

Escuchando el otro día este corte de una entrevista a pío moa para RadioYa sobre el tema de F.Paz:



Dice una frase muy pertinente:

"La revisión es una cuestión básica de la Ciencia y de la Historia. Si declaramos cualquier suceso histórico no revisable estamos cayendo en el totalitarismo ya directamente"

Digo que es pertinente porque plantea dudas sobre la postura seudoliberal de LD. La pregunta que te hago es: ¿Se puede uno denominar liberal (de verdad) asumiendo un auto de fé inamovible o un dogma totalitario como si fuera una especie de sustitutivo de la religión? Tenía entendido que el liberalismo no casaba bien con eso.
 

Trovador

Madmaxista
Desde
17 Oct 2013
Mensajes
13.923
Reputación
42.835
Lugar
Entre Asia y América
Este tipo en ABC se acerca bastante acertádamente a toda la polémica y niega que Paz sea un negacionista:

El caso Fernando Paz

(Este texto acelerado y pobre -pido disculpas por ello- se refiere al asunto de Fernando Paz y el Holocausto. Queda para otro momento el asunto de Vox y la gaysidad y el asunto del actual canibalismo en las derechas -gentes en chaleco comiéndose vivas-, apasionantes cuestiones)

Cuando vi la imagen del vídeo de Fernando Paz dando una conferencia en la sede de Falange me recordó a esos vídeos que circulan ahora de acrobacias en lo alto de rascacielos. Imposible no matarse, piensas. Hablar sobre los juicios de Nuremberg bajo la bandera de la Falange se parecía mucho a hacer cabriolas sobre la rueda delantera de una bicicleta en lo alto de una torre de 100 plantas. Grabándolo para más inri.

De la conferencia, escenografía aparte (él es presentado como un escritor e historiador) solo se ha tenido por polémico el párrafo extractado que empieza por un “Yo sí creo en el Holocausto”. Después añade algunas cosas.

A partir de ahí, de ese párrafo, algunos periodistas han acusado a Paz de negacionismo, aunque el libro de Paz sobre los Juicios de Nuremberg lo publicó La Esfera de los Libros, una editorial razonable, y el mismo Paz escribió en El Mundo, sección Crónicas, al respecto. ¿Era ya entonces un negacionista? ¿Publicaba El Mundo a negacionistas?

Lo mejor quizás era ir al libro, “Nuremberg”, una obra que se dedica a los históricos juicios. La narración del proceso, los protagonistas, las posibles controversias, la actuación de acusación y defensa, la prisión, las penas… El objetivo del libro no es el Holocausto en sí mismo, pero evidentemente aparece, aunque se señala que la importancia de esta acusación fue evolucionando durante el proceso. Al principio, esto no interesaba demasiado a los soviéticos, siendo el Este de Europa donde había más evidencias.

Esta naturaleza del libro, la descripción de un juicio, de lo “justo” de un juicio y de lo que tuvo de expiación, de representación o simple imposición de los vencedores, le da un aspecto “contradictorio”. De oposición de puntos de vista. Este ánimo contradictorio aparece inevitablemente también al hablar del Holocausto, y quizás está en la base ideológica e intelectual de Paz, pero ¿es tan fuerte en Paz como para negarlo? ¿Es tan fuerte como para cuestionar los hechos probados?

Paz no niega los millones de muertos, no niega las cámaras de gas y no niega el ánimo racial ni la autoría nancy.

Lo que hace es introducir alguna matización, dentro del marco de una explicación de lo que se trató en el juicio y de lo que se sabía del asunto en ese momento.

Para empezar, las referencias al exterminio no escasean. Y Paz introduce matizaciones, nunca negaciones. La evolución del término “solución final” es una de ellas. Evolucionó. “En el tercer período fue la llamada Solución Final de la cuestión judía, es decir, el exterminio y destrucción planificados de la raza judía”.

“Años más tarde, Eichmann ratificaría que la expresión cambió de sentido hacia 1941 para significar ‘aniquilación’ y aunque no es seguro que la fecha sea enteramente correcta, lo significativo es que para 1940 hacía referencia a la expulsión y emigración”.

Empezó siendo expulsión, acabó siendo aniquilación.

Hay un párrafo que puede acercar al lector la naturaleza del libro y que trascribo:

“La conquista de los inmensos espacios de la URSS, y la no menos ingente cantidad de judíos que los poblaban, condujo a una situación que alteraba los propósitos iniciales. Los judíos y los eslavos pasaron a ser objetivo de la política étnica de los nazis; las increíbles victorias de 1941 y 1942 proporcionaron casi 6 millones de prisioneros a los alemanes, de los que unos tres millones murieron en sus campos de prisioneros a consecuencia de los tratos recibidos y de hambre. Además, fue incontable el número de los ejecutados por ser oficiales soviéticos durante los primeros meses de la campaña, de acuerdo a las directrices emanadas del Alto mando de la Wehrmacht, partisanos, judíos y comunistas resultaban identificados como enemigos y, por tanto, destinados a la aniquilación.

En ese contexto se produjo la acción de los Einsatzgruppen en el frente ruso. Actuaron con particular dureza durante los primeros meses de la campaña en el Este y asesinaron a cerca de un millón de personas, judíos en su inmensa mayoría. La Unión Soviética fue un inmenso laboratorio en el que los comandos nazis de la SS comenzaron a experimentar diversos métodos de aniquilar a los judíos; el asesinato en masa apenas había sido practicado en escasas ocasiones, por lo que Himmler…”
. Pasará a contar aquí el salto a otro tipo de método de aniquilación.

Habla de “campos de prisioneros”, no de “exterminio”, y explica que hubo una evolución tanto en los planes para los judíos de esa zona como en su forma de ejecución, pero no niega las cámaras de gas. No niega el exterminio.

No empezaron con las cámaras de gas, pero llegaron a ella a partir de Himmler. A partir de un momento, era una forma de dar de baja de la suscripción de la vida más eficiente. Las formas de dar de baja de la suscripción de la vida evolucionaron.

“La Unión Soviética fue un inmenso laboratorio en el que los comandos nazis de la SS comenzaron a experimentar diversos métodos de aniquilar a los judíos”.

Eran ejecuciones que asquearon a Himmler, según cuenta el autor. Himmler comprobó que esas ejecuciones destrozaban los nervios de los verdugos, sus militares se alcoholizaban, y ese rasgo de “humanidad” le permitía hablar a Himmler de su decencia, en una de esas insoportables contradicciones del exterminio nancy. Como los fusilamientos no eran el método más adecuado, se llegó a probar la dinamita con perturbados mentales, pero el resultado fue tan penoso que no se volvió a intentar de nuevo. Transcribo:

“Y cuando las ejecuciones se ampliaron a las mujeres y los niños, las cosas se complicaron aún más […] Posteriormente se comenzaría a enviar al Este también a los judíos de Europa Occidental, alejados del prototipo del Ostjuden que cumplía mejor la imagen del infrahombre tal y como la expresaba la propaganda nancy, así que la labor de exterminio cada vez se volvía más penosa […] La consecuencia fue que se comenzase a experimentar con gas para dar de baja de la suscripción de la vida a los judíos, por estimar que se trataba de un método más humano”.

A partir de aquí comienza a hablar de la evolución de ese método de gaseo. Acaba esa parte así: “Aunque más tarde se instalaron cámaras de gas con carácter permanente la mayor parte de los judíos no fueron asesinados de este modo, sino por medio de armas de fuego”. Aquí cita a Rhodes en “Amos de la Muerte. Los SS Einsatzgruppen y el origen del Holocausto”, publicado en Seix Barral.

El libro introduce el testimonio de Rudolf Höss sobre “la admisión franca del exterminio” y también los experimentos del doctor Mengele.

El libro no huye de los términos genocidio, solución final o exterminio. “La liquidación de los judíos se pudo abordar porque primero se los eliminó del campo visual de la población”, por ejemplo.

Se transcribe el informe del general de la SS Jürgen Stroop sobre el gueto de Varsovia en el que se basó la fiscalía.

Se aportan los documentos del fiscal Walsh “demostrando que las acciones contra los judíos no obedecían a una lógica militar sino a una razón ideológica”. Se relata la “utopía racial” nancy.

Sirvan de ejemplo algunas frases anotadas:

“La destrucción de los judíos europeos fue la primera parte de la pieza que siguió: la acusación de haber proyectado la germanización y expolio de los países ocupados por Alemania”.

“El nivel de conocimiento de los Aliados en lo referente al genocidio judío en 1945-1946 era bastante bajo”.

Eso no se le hurta al lector. La destrucción, el genocidio.

Pero junto a eso aparece la mención a otras formas del antisemitismo, y quizás es esto lo que asoma en las explicaciones de Paz al final de aquella conferencia donde la Falange.

El libro hace referencia también a la identificación del judío como comunista, como partisano, o al antisemitismo criminal en lugares del Este de Europa.

Otro ejemplo de cómo es el libro: Paz aporta el testimonio de Marie Claude Vaillant-Couturier sobre Auschwitz. Estremeció al público con el relato de las atrocidades cometidas sobre las mujeres y sobre los procedimientos de gaseamiento.

Paz quiere contar Auschwitz de la forma en que se tuvo que escuchar en el juicio, no según lo sabido después. Ofrece la opinión del comandante nancy y la víctima francesa. Pero no se priva de señalar que, desde el punto de vista de un juicio, “no cabía ignorar que era una militante comunista a la hora de valora sus testimonio”. Paz indica que el juez Biddle anotó en su diario “el escepticismo de algunas de las afirmaciones de Vaillant-Couturier le suscitaban”. Aquí cita un libro: “Nuremberg”, de David Irving, un conocido historiador con extendida reputación de negacionista.

Aquí llegamos a un punto más crítico. El deslizamiento de algún argumento o punto de vista que, sin ser hegemónico en su obra, sí la sazona.
Pero aquí podemos dar rienda suelta al histerismo o no. ¿David Irving? ¿El negacionista Irving entre la bibliografía? Y movidos por esta alarma podemos destrozar el libro por completo y a su autor hasta la muerte civil por mucho que su heterodoxia linde con. Más serenamente se puede poner todo en su lugar: Auschwitz no es puesto en duda, nos ha presentado el testimonio fundamental, y lo que hace es recoger una duda que el juez pudo anotar en su diario, según ese ánimo de “contradicción” que inspira el libro.

Poco después hace algo parecido. Hablando de la inconsistencia “judicial” de ciertos testimonios, se refiere a las autopsias en Dachau. Refiere la supuesta importancia del tifus para explicar una gran proporción de muertes. Cita aquí a un doctor Larson, forense americano que habló de un 90% de fallecidos del total de víctimas, “para acabar concluyendo que la mayoría de los millones de judíos muertos a manos de los nazis lo fueron no por crímenes directos sino más bien debido a las condiciones en las que se encontraban”. Razón por la cual, el fiscal ruso remarcó la posible infección intencionada del tifus.

Este testimonio de Larson que habla del tifus lo extrae de una cita de J. D. McCallum, “Doctor Crime”, Washington, 1978. Las alusiones a los descubrimientos forenses del doctor Charles Larson ocupan páginas de revisionismo reconocido en internet.

¿Esto lo sostiene Paz en el libro como tesis? NO, ciertamente. Pero le da cabida. Lo hace dentro de un marco circunscrito al juicio y de una voluntad no negada de anotar las debilidades y posibles incongruencias de las posiciones de entonces.

En ese punto, al finalizar la parte del juicio dedicada a los campos, Paz advierte: “Hay que tener en cuenta que dicho tema resultaba entonces novedoso y que es natural que fuese presentado de modo un tanto inconsecuente. Incluso hoy hay muchos aspectos que distan de haberse aclarado y que afectan a cuestiones fundamentales. Aun así, no deja de ser llamativo que el Holocausto ocupase muy poco espacio en el proceso, si se compara con el que se dedicó a cuestiones relativamente menores, como la del fusilamiento de cincuenta aviadores británicos huidos de un campo de internamiento militar. Pues si bien desde un punto de vista moral podía ser el crimen más atroz de todos los imputados a los alemanes, en ese momento y-pese al impacto que tuvo en la prensa y el público- parecía que había cuestiones más perentorias”. Y sigue, a partir de ahí, con la parte del juicio dedicada a los crímenes, ya no contra la humanidad, sino de guerra.

Este es quizás el quid del asunto. Paz no niega el Holocausto, ni eleva una visión alternativa o claramente revisionista del mismo, pero sí da entrada a algún argumento de ese tipo en el contexto del juicio con el ánimo de reflejar la “inconsecuencia”.

¿Qué lleva a alguien a sentirse obligado a recordarnos que el testimonio por el que conocimos Auschwitz por primera vez -era en alguna medida quizás puramente judicial- cuestionable?

En la España actual, el matiz de un argumento potencialmente revisionista siquiera en el contexto de los contrargumentos de los juicios de Nuremberg resultará intolerable, y cada vez más intolerable, pero debería llegarse hasta ese punto de esfuerzo antes de despachar a alguien como negacionista.

Me considero incapaz, pues no soy historiador, de juzgar el trabajo de Paz. Pero sí creo que el apelativo de “negacionista” es sin embargo demasiado grueso como para no indagar. Deberían ser los historiadores, quizás, los que lo evaluaran, cuando no el juez a falta de otra instancia (Paz afirma que llevará la cuestión a los juzgados y será interesante si lo hace).

¿Cuándo un argumento se acerca a ser tan inadecuado como para condenar a la persona que lo emite y cuándo le asiste la libertad de expresión?

Esto me recuerda a la cita de Twain: En EEUU tenemos libertad de prensa y de conciencia, y el buen criterio de no hacer uso de ellas (algo así).

Defender la libertad de expresión de quien está completamente de acuerdo contigo tiene escaso mérito. Es interesante cuando el señor cuyos márgenes expresivos ves limitados no tiene nada que ver contigo. Es más, cuando el territorio de su libertad no lo explorarás jamás. ¡Ahí les quiero ver yo a los abajofirmantes!

El lector tiene aquí (modestamente) algún elemento más de juicio. Esa era la intención. Los epítetos vociferantes de un señor, por liberal que diga ser, no pueden ser suficientes. NI la chisporroteante barbacoa electoral.

Hay en España además un tipo de periodista y político que se recubre con el manto de las víctimas de ETA y de las víctimas judías. El efecto es como ver a seres con una capa de kryptonita. Van imponiendo una especie de territorialidad macarra. En esa España, y en la actual España, Fernando Paz era un triple salto mortal: heterodoxia muy heterodoxa con lo gays+ heterodoxias con Nuremberg+fotos bajo bandera de Falange y AN.

Fernando Paz era como un Alberto Tomba cuesta abajo por el pronunciado monte de la corrección política. Es como si a un famoso de Hollywood le pillaran con crack, con una cortesana “barely legal” y con una declaración de apoyo solemne a Weinstein. ¿Podría ese ser humano volver a hacer películas?

¡Fernando Paz quería hacer el Triplete de la incorrección!

Era imposible. Esto ha marcado definitivamente también el contorno futuro de Vox. Un poco más cerca ya del Espacio Habitable.
Cuando uno va por la calle y ve que una muchedumbre apaliza a alguien, como mínimo se acerca un poco. Salvarle no puede (en el caso remoto de querer hacerlo) y quizás lo segundo que se le ocurra sea pensar: algo habrá hecho. Pero la curiosidad ante el “linchamiento” es un escrúpulo que no deja dormir.

Hemos de pedirle ya al legislador (es decir, a los políticos) un índice de libros prohibidos y de opiniones insostenibles que no se pueden ni merodear para que el acceso a la vida pública esté definitivamente claro.

El caso Fernando Paz - Columnas sin fuste | ABC Blogs
 

Igualdad 7-2521

Madmaxista
Desde
6 May 2011
Mensajes
20.089
Reputación
41.736
Digo que es pertinente porque plantea dudas sobre la postura seudoliberal de LD. La pregunta que te hago es: ¿Se puede uno denominar liberal (de verdad) asumiendo un auto de fé inamovible o un dogma totalitario como si fuera una especie de sustitutivo de la religión? Tenía entendido que el liberalismo no casaba bien con eso.
Es una buena pregunta y no sé la respuesta. Rafael Termes daba precisamente esa definición de liberalismo (estar abierto a cuestionar y revisar tus propias ideas), yo lo intento pero, como todos, a veces puedo ser sectario.

El caso es que Moa, a quien le tengo bastante ardor de estomago, tiene razón en este caso, ¿qué es eso de que no se puedan revisar hechos históricos?, ni siquiera compararlos con las fuentes originales, ni moverse una coma de la versión oficial -que ni se sabe la que es, pero la que sea hay que decirla con tono comprometido-, ni nada porque si no te llaman nancy y te echan del partido.

No sé la respuesta porque seguramente todos seamos totalitarios en algún tema y mandemos ahí a la hez nuestro liberalismo. Aunque sí sé que es algo a evitar. Y Losantos parece que no se ha esforzado mucho en evitarlo.
 

El Reaccionario

Madmaxista
Desde
25 Ene 2018
Mensajes
6.943
Reputación
21.055
Vamos a ver. Fernando Paz es verdad que estuvo en Vox en 2014, pero se fue a inicios 2015. Por lo que Vox sabía su opinión sobre muchísimos temas, entre ellos la gaysidad. Por eso el problema no ha sido el tema de la gaysidad, ha sido el del Holocausto y Nurember, ya que los libros de Fernando Paz y sus opiniones sobre estos temas fueron posteriores a su salida de Vox. Y el partido no los conocía.

Al salir en el País lo del negacionismo, el resto de periódicos siguieron con la matraca, pero el partido no les dió la más importancia. Hasta que Libertad Digital y Federico Jiménez Losantos empezaron a unirse al ataque el jueves, entonces las personas de la cúpula del partido empezaron a ponerse nerviosos y presionaron a Fernando Paz para que se marchara. Por eso nadie del partido salió a defenderle públicamente en esos 2 días, dejaron que se cayera por su propio peso y renunciará de acuerdo con el partido.

Juega un papel fundamental en esta historia el fuego "amigo", que es Libertad Digital (Carmelo Jordá, Daniel Ari, Raúl Vilas, Daniel Herrera, Luis del Pino y Federico). Sin ellos, no hubiera ocurrido nada. Por eso digo que, o Vox deja de hacer caso a todos los medios y ser una marioneta de Federico, o les veo poco futuro.

Al final a Fernando Paz lo han echado solo por hablar sobre Nurember y el Holocausto. Cosa que demuestra que en este país no hay ni democracia, ni libertad. Y que todos los partidos, de derechas a izquierdas, aceptan sin rechistar los dogmas de lo políticamente correcto.
 
Última edición:

Tau Ceti

Himbersor
Desde
12 Nov 2015
Mensajes
2.653
Reputación
5.330
Vale igualda, date por thankeado

Ojo a este hilo que acaba de abrir un conforero, que despeja un poco mas el tema:

El tuit de Iván Espinosa de los Monteros señalando sin decirlo a Fedeguico me da a entender que si hubiera sido por VOX, no dejan caer a Fernando Paz. Es decir, que VOX ha estado sufriendo presiones. Pero ¿por qué VOX cede ante esas presiones? La única solución es que sean presiones internas y no externas. Miedo a la pérdida de algo que se podía perder. A los de VOX les han llamado de todo: Muy de derechas, maltratadores, etc. pero nunca se han comportado como lo han hecho con Fernando Paz.

"Fuego amigo" > > > Dictadura Digital



Todo apunta al pacto entre VOX y Dictadura Digital siguiendo el mandato de Bannon de que se hicieran con un medio afín a toda costa. Vox gana un medio y Fedeguico el tema de las licencias.

La relación de Santiago Abascal con Dictadura Digital viene de lejos:
Santiago Abascal- Libertad Digital

No sé... por un lado VOX queda limpio de culpabilidad con respecto a Fernando Paz. Por el otro, no me gusta que la prensa tenga tanto poder.
Ese tuit de espinosa puede servir para reconciliar a algunos con vox, pues no parece que se hayan divorciado de Paz por sus ideas. Y a la vez también muestra el poder mediático del "fuego amigo" que ha pedido su cabeza y la ha obtenido porque, no nos engañemos, es probable que sus compañeros lo hayan dejado caer.

Así que una de cal y otra de arena (de momento..)
 

Tau Ceti

Himbersor
Desde
12 Nov 2015
Mensajes
2.653
Reputación
5.330
Pues estaria muy bien por varios motivos. Dos principalmente.
El primero es que parece ser un excelente profesor a la par que buena persona.
Los ex-alumnos de Fernando Paz se manifiestan ante su ¿dimisión? de VOX:"Usted es un ejemplo de valores y una excelentísima persona"

Y el segundo motivo seria ver a la ralea progresista..ista..ista echar rios de bilis en las teles, legales e ilegales que regentan, que son todas las teles, por cierto.
Pero inserta el tuit:

 

chemarin

Será en Octubre
Desde
20 Oct 2013
Mensajes
24.698
Reputación
55.671
Bueno, los que conocen bien a F.Paz dicen que él no es persona que se acobarde cuando le echan hez. Otra cosa es que no sea ni una cosa ni la otra, ni renuncia personal ni expulsión, sino que lo hayan hablado como caballeros y hayan llegado a un 'acuerdo' airoso para ambas partes.

De todas formas también es cierto que lo dejaron un pelín solo ante el linchamiento en las 48 horas precedentes a su renuncia, por lo que esto podría inclinar la balanza hacia el lado de la 'dimisión acordada' propuesta desde el partido.

No se puede confirmar nada
Habéis tomado el carril de la mentira y ya no salís de ahí.

El propio Fernando Paz dice que dimitió sin que se lo pidieran, también dice que recibió una llamada de Abascal apoyándole, si a pesar de eso seguís insistiendo en que ha sido VOX que quería que dimitiera, entonces es que creéis que Fernando Paz miente.
 

Euron G.

Ojo de cuervo
Desde
28 Jun 2018
Mensajes
18.530
Reputación
56.131
Lugar
En la frontera
Al final a Fernando Paz lo han echado solo por hablar sobre Nurember y el Holocausto. Cosa que demuestra que en este país no hay ni democracia, ni libertad. Y que todos los partidos, de derechas a izquierdas, aceptan sin rechistar los dogmas de lo políticamente correcto.
¿Está insinuando usted que el adalid de este foro, el partido que va a hacer de ESPAÑA el imperio que éramos en 1650, los que van a acabar con la conspiración judeo-masónica mundial y el imperio lavanda...Está insinuando usted que ese partido (de cuyo nombre no quiero acordarme) es igual que los demás?

 

Don Potettes

Madmaxista
Desde
18 Jun 2018
Mensajes
10.516
Reputación
27.272
FJL va a pagar por esto.... y los que le hicieron de mamporreros también. A MI NO SE ME VA A OLVIDAR y a otra mucha gente tampoco.

Tampoco parece que se le va a olvidar a muchos de sus lectores u oyentes. Que por algo tuvieron QUE DESACTIVAR LOS COMENTARIOS. ;)

VOX tocará moqueta. Tendrá poder. Y si lo hace bien cada vez MÁS PODER. Espero que recuerden perfectamente este suceso en concreto. Federico ha hecho LO MISMO que le hicieron a él. Lo llevan llamando muy de derechas y nancy desde hace décadas... y lo han represaliado innumerables veces. Pues bien si no sabe distinguir quien es amigo de quien no lo es.... estará SOLO. Y a partir de ahora SOLO DE VERDAD.

Espero que Abascal TOME nota de lo que hay.
Abascal toma nota porque es el ÚNICO medio que da voz a VOX.
VOX necesita a Libertad Digital. Por mucho meme y whatsapp que utilice, necesita algo de apoyo, aunque sea mínimo, en los medios convencionales como la radio. Esto no es EEUU.

Yo no sé si sois conscientes el daño que hacéis a VOX con la pataleta sobre Paz. Federico tiene al PP y Ciudadanos. Abascal no tiene medios afines aparte de LD, de la que se está surtiendo como cantera al Congreso y Senado.

Además, si sois tan fans de Paz hacedle caso y no lo tratéis como un aliadme. Él dice que los enemigos son los izquierdistas que no le han dejado explicar sus declaraciones en las entrevistas de televisión y los que han tergiversado todo. También dice que está agradecido a VOX, que no le han obligado a tomar ninguna decisión y lo importante es salvar la imagen del partido.

Vosotros abriendo hilos contra Libertad Digital y sorbiendo leche de los socialistas de ambos extremos pensáis que estáis haciendo una crítica heroica o constructiva. Y lo que hacéis es que no se hable de la corrupción del Psoemos sino del gran ultraje sufrido por el pobre señor Paz por parte de lojj malvadojj sionistahhhhh.

Si lo de Paz ha sido una canallada ¿No podéis esperar un mes para criticar a Vox y al único medio de comunicacion que lo sostiene?

El día que un mensaje mío reciba thanks de los foreros de izquierdas es que algo estaré haciendo mal.



Mención aparte un forero (que dice que su pareja es una mulatita guapísima latinoamericana) que ahora con el tema Paz parece que se ha vuelto el nuevo Jaisenberg, recibiendo thanks de los genetistas supremacistas blancos del foro Temas Calientes... Olé sus coj...


Un poco de por favor con el tema Fernando Paz. Estamos todos en el mismo barco. Yo porque VOX es el único que va a frenar a la religión de la paz. Vosotros porque como sigáis así vais muy pronto a disfrutar del flamante MINISTERIO DE FEMINISMO del Cum Fraude psoemita y sus socios lufoetarras.
 
Última edición:

Tau Ceti

Himbersor
Desde
12 Nov 2015
Mensajes
2.653
Reputación
5.330
Este tipo en ABC se acerca bastante acertádamente a toda la polémica y niega que Paz sea un negacionista:

El caso Fernando Paz

(Este texto acelerado y pobre -pido disculpas por ello- se refiere al asunto de Fernando Paz y el Holocausto. Queda para otro momento el asunto de Vox y la gaysidad y el asunto del actual canibalismo en las derechas -gentes en chaleco comiéndose vivas-, apasionantes cuestiones)

Cuando vi la imagen del vídeo de Fernando Paz dando una conferencia en la sede de Falange me recordó a esos vídeos que circulan ahora de acrobacias en lo alto de rascacielos. Imposible no matarse, piensas. Hablar sobre los juicios de Nuremberg bajo la bandera de la Falange se parecía mucho a hacer cabriolas sobre la rueda delantera de una bicicleta en lo alto de una torre de 100 plantas. Grabándolo para más inri.

De la conferencia, escenografía aparte (él es presentado como un escritor e historiador) solo se ha tenido por polémico el párrafo extractado que empieza por un “Yo sí creo en el Holocausto”. Después añade algunas cosas.

A partir de ahí, de ese párrafo, algunos periodistas han acusado a Paz de negacionismo, aunque el libro de Paz sobre los Juicios de Nuremberg lo publicó La Esfera de los Libros, una editorial razonable, y el mismo Paz escribió en El Mundo, sección Crónicas, al respecto. ¿Era ya entonces un negacionista? ¿Publicaba El Mundo a negacionistas?

Lo mejor quizás era ir al libro, “Nuremberg”, una obra que se dedica a los históricos juicios. La narración del proceso, los protagonistas, las posibles controversias, la actuación de acusación y defensa, la prisión, las penas… El objetivo del libro no es el Holocausto en sí mismo, pero evidentemente aparece, aunque se señala que la importancia de esta acusación fue evolucionando durante el proceso. Al principio, esto no interesaba demasiado a los soviéticos, siendo el Este de Europa donde había más evidencias.

Esta naturaleza del libro, la descripción de un juicio, de lo “justo” de un juicio y de lo que tuvo de expiación, de representación o simple imposición de los vencedores, le da un aspecto “contradictorio”. De oposición de puntos de vista. Este ánimo contradictorio aparece inevitablemente también al hablar del Holocausto, y quizás está en la base ideológica e intelectual de Paz, pero ¿es tan fuerte en Paz como para negarlo? ¿Es tan fuerte como para cuestionar los hechos probados?

Paz no niega los millones de muertos, no niega las cámaras de gas y no niega el ánimo racial ni la autoría nancy.

Lo que hace es introducir alguna matización, dentro del marco de una explicación de lo que se trató en el juicio y de lo que se sabía del asunto en ese momento.

Para empezar, las referencias al exterminio no escasean. Y Paz introduce matizaciones, nunca negaciones. La evolución del término “solución final” es una de ellas. Evolucionó. “En el tercer período fue la llamada Solución Final de la cuestión judía, es decir, el exterminio y destrucción planificados de la raza judía”.

“Años más tarde, Eichmann ratificaría que la expresión cambió de sentido hacia 1941 para significar ‘aniquilación’ y aunque no es seguro que la fecha sea enteramente correcta, lo significativo es que para 1940 hacía referencia a la expulsión y emigración”.

Empezó siendo expulsión, acabó siendo aniquilación.

Hay un párrafo que puede acercar al lector la naturaleza del libro y que trascribo:

“La conquista de los inmensos espacios de la URSS, y la no menos ingente cantidad de judíos que los poblaban, condujo a una situación que alteraba los propósitos iniciales. Los judíos y los eslavos pasaron a ser objetivo de la política étnica de los nazis; las increíbles victorias de 1941 y 1942 proporcionaron casi 6 millones de prisioneros a los alemanes, de los que unos tres millones murieron en sus campos de prisioneros a consecuencia de los tratos recibidos y de hambre. Además, fue incontable el número de los ejecutados por ser oficiales soviéticos durante los primeros meses de la campaña, de acuerdo a las directrices emanadas del Alto mando de la Wehrmacht, partisanos, judíos y comunistas resultaban identificados como enemigos y, por tanto, destinados a la aniquilación.

En ese contexto se produjo la acción de los Einsatzgruppen en el frente ruso. Actuaron con particular dureza durante los primeros meses de la campaña en el Este y asesinaron a cerca de un millón de personas, judíos en su inmensa mayoría. La Unión Soviética fue un inmenso laboratorio en el que los comandos nazis de la SS comenzaron a experimentar diversos métodos de aniquilar a los judíos; el asesinato en masa apenas había sido practicado en escasas ocasiones, por lo que Himmler…”
. Pasará a contar aquí el salto a otro tipo de método de aniquilación.

Habla de “campos de prisioneros”, no de “exterminio”, y explica que hubo una evolución tanto en los planes para los judíos de esa zona como en su forma de ejecución, pero no niega las cámaras de gas. No niega el exterminio.

No empezaron con las cámaras de gas, pero llegaron a ella a partir de Himmler. A partir de un momento, era una forma de dar de baja de la suscripción de la vida más eficiente. Las formas de dar de baja de la suscripción de la vida evolucionaron.

“La Unión Soviética fue un inmenso laboratorio en el que los comandos nazis de la SS comenzaron a experimentar diversos métodos de aniquilar a los judíos”.

Eran ejecuciones que asquearon a Himmler, según cuenta el autor. Himmler comprobó que esas ejecuciones destrozaban los nervios de los verdugos, sus militares se alcoholizaban, y ese rasgo de “humanidad” le permitía hablar a Himmler de su decencia, en una de esas insoportables contradicciones del exterminio nancy. Como los fusilamientos no eran el método más adecuado, se llegó a probar la dinamita con perturbados mentales, pero el resultado fue tan penoso que no se volvió a intentar de nuevo. Transcribo:

“Y cuando las ejecuciones se ampliaron a las mujeres y los niños, las cosas se complicaron aún más […] Posteriormente se comenzaría a enviar al Este también a los judíos de Europa Occidental, alejados del prototipo del Ostjuden que cumplía mejor la imagen del infrahombre tal y como la expresaba la propaganda nancy, así que la labor de exterminio cada vez se volvía más penosa […] La consecuencia fue que se comenzase a experimentar con gas para dar de baja de la suscripción de la vida a los judíos, por estimar que se trataba de un método más humano”.

A partir de aquí comienza a hablar de la evolución de ese método de gaseo. Acaba esa parte así: “Aunque más tarde se instalaron cámaras de gas con carácter permanente la mayor parte de los judíos no fueron asesinados de este modo, sino por medio de armas de fuego”. Aquí cita a Rhodes en “Amos de la Muerte. Los SS Einsatzgruppen y el origen del Holocausto”, publicado en Seix Barral.

El libro introduce el testimonio de Rudolf Höss sobre “la admisión franca del exterminio” y también los experimentos del doctor Mengele.

El libro no huye de los términos genocidio, solución final o exterminio. “La liquidación de los judíos se pudo abordar porque primero se los eliminó del campo visual de la población”, por ejemplo.

Se transcribe el informe del general de la SS Jürgen Stroop sobre el gueto de Varsovia en el que se basó la fiscalía.

Se aportan los documentos del fiscal Walsh “demostrando que las acciones contra los judíos no obedecían a una lógica militar sino a una razón ideológica”. Se relata la “utopía racial” nancy.

Sirvan de ejemplo algunas frases anotadas:

“La destrucción de los judíos europeos fue la primera parte de la pieza que siguió: la acusación de haber proyectado la germanización y expolio de los países ocupados por Alemania”.

“El nivel de conocimiento de los Aliados en lo referente al genocidio judío en 1945-1946 era bastante bajo”.

Eso no se le hurta al lector. La destrucción, el genocidio.

Pero junto a eso aparece la mención a otras formas del antisemitismo, y quizás es esto lo que asoma en las explicaciones de Paz al final de aquella conferencia donde la Falange.

El libro hace referencia también a la identificación del judío como comunista, como partisano, o al antisemitismo criminal en lugares del Este de Europa.

Otro ejemplo de cómo es el libro: Paz aporta el testimonio de Marie Claude Vaillant-Couturier sobre Auschwitz. Estremeció al público con el relato de las atrocidades cometidas sobre las mujeres y sobre los procedimientos de gaseamiento.

Paz quiere contar Auschwitz de la forma en que se tuvo que escuchar en el juicio, no según lo sabido después. Ofrece la opinión del comandante nancy y la víctima francesa. Pero no se priva de señalar que, desde el punto de vista de un juicio, “no cabía ignorar que era una militante comunista a la hora de valora sus testimonio”. Paz indica que el juez Biddle anotó en su diario “el escepticismo de algunas de las afirmaciones de Vaillant-Couturier le suscitaban”. Aquí cita un libro: “Nuremberg”, de David Irving, un conocido historiador con extendida reputación de negacionista.

Aquí llegamos a un punto más crítico. El deslizamiento de algún argumento o punto de vista que, sin ser hegemónico en su obra, sí la sazona.
Pero aquí podemos dar rienda suelta al histerismo o no. ¿David Irving? ¿El negacionista Irving entre la bibliografía? Y movidos por esta alarma podemos destrozar el libro por completo y a su autor hasta la muerte civil por mucho que su heterodoxia linde con. Más serenamente se puede poner todo en su lugar: Auschwitz no es puesto en duda, nos ha presentado el testimonio fundamental, y lo que hace es recoger una duda que el juez pudo anotar en su diario, según ese ánimo de “contradicción” que inspira el libro.

Poco después hace algo parecido. Hablando de la inconsistencia “judicial” de ciertos testimonios, se refiere a las autopsias en Dachau. Refiere la supuesta importancia del tifus para explicar una gran proporción de muertes. Cita aquí a un doctor Larson, forense americano que habló de un 90% de fallecidos del total de víctimas, “para acabar concluyendo que la mayoría de los millones de judíos muertos a manos de los nazis lo fueron no por crímenes directos sino más bien debido a las condiciones en las que se encontraban”. Razón por la cual, el fiscal ruso remarcó la posible infección intencionada del tifus.

Este testimonio de Larson que habla del tifus lo extrae de una cita de J. D. McCallum, “Doctor Crime”, Washington, 1978. Las alusiones a los descubrimientos forenses del doctor Charles Larson ocupan páginas de revisionismo reconocido en internet.

¿Esto lo sostiene Paz en el libro como tesis? NO, ciertamente. Pero le da cabida. Lo hace dentro de un marco circunscrito al juicio y de una voluntad no negada de anotar las debilidades y posibles incongruencias de las posiciones de entonces.

En ese punto, al finalizar la parte del juicio dedicada a los campos, Paz advierte: “Hay que tener en cuenta que dicho tema resultaba entonces novedoso y que es natural que fuese presentado de modo un tanto inconsecuente. Incluso hoy hay muchos aspectos que distan de haberse aclarado y que afectan a cuestiones fundamentales. Aun así, no deja de ser llamativo que el Holocausto ocupase muy poco espacio en el proceso, si se compara con el que se dedicó a cuestiones relativamente menores, como la del fusilamiento de cincuenta aviadores británicos huidos de un campo de internamiento militar. Pues si bien desde un punto de vista moral podía ser el crimen más atroz de todos los imputados a los alemanes, en ese momento y-pese al impacto que tuvo en la prensa y el público- parecía que había cuestiones más perentorias”. Y sigue, a partir de ahí, con la parte del juicio dedicada a los crímenes, ya no contra la humanidad, sino de guerra.

Este es quizás el quid del asunto. Paz no niega el Holocausto, ni eleva una visión alternativa o claramente revisionista del mismo, pero sí da entrada a algún argumento de ese tipo en el contexto del juicio con el ánimo de reflejar la “inconsecuencia”.

¿Qué lleva a alguien a sentirse obligado a recordarnos que el testimonio por el que conocimos Auschwitz por primera vez -era en alguna medida quizás puramente judicial- cuestionable?

En la España actual, el matiz de un argumento potencialmente revisionista siquiera en el contexto de los contrargumentos de los juicios de Nuremberg resultará intolerable, y cada vez más intolerable, pero debería llegarse hasta ese punto de esfuerzo antes de despachar a alguien como negacionista.

Me considero incapaz, pues no soy historiador, de juzgar el trabajo de Paz. Pero sí creo que el apelativo de “negacionista” es sin embargo demasiado grueso como para no indagar. Deberían ser los historiadores, quizás, los que lo evaluaran, cuando no el juez a falta de otra instancia (Paz afirma que llevará la cuestión a los juzgados y será interesante si lo hace).

¿Cuándo un argumento se acerca a ser tan inadecuado como para condenar a la persona que lo emite y cuándo le asiste la libertad de expresión?

Esto me recuerda a la cita de Twain: En EEUU tenemos libertad de prensa y de conciencia, y el buen criterio de no hacer uso de ellas (algo así).

Defender la libertad de expresión de quien está completamente de acuerdo contigo tiene escaso mérito. Es interesante cuando el señor cuyos márgenes expresivos ves limitados no tiene nada que ver contigo. Es más, cuando el territorio de su libertad no lo explorarás jamás. ¡Ahí les quiero ver yo a los abajofirmantes!

El lector tiene aquí (modestamente) algún elemento más de juicio. Esa era la intención. Los epítetos vociferantes de un señor, por liberal que diga ser, no pueden ser suficientes. NI la chisporroteante barbacoa electoral.

Hay en España además un tipo de periodista y político que se recubre con el manto de las víctimas de ETA y de las víctimas judías. El efecto es como ver a seres con una capa de kryptonita. Van imponiendo una especie de territorialidad macarra. En esa España, y en la actual España, Fernando Paz era un triple salto mortal: heterodoxia muy heterodoxa con lo gays+ heterodoxias con Nuremberg+fotos bajo bandera de Falange y AN.

Fernando Paz era como un Alberto Tomba cuesta abajo por el pronunciado monte de la corrección política. Es como si a un famoso de Hollywood le pillaran con crack, con una cortesana “barely legal” y con una declaración de apoyo solemne a Weinstein. ¿Podría ese ser humano volver a hacer películas?

¡Fernando Paz quería hacer el Triplete de la incorrección!

Era imposible. Esto ha marcado definitivamente también el contorno futuro de Vox. Un poco más cerca ya del Espacio Habitable.
Cuando uno va por la calle y ve que una muchedumbre apaliza a alguien, como mínimo se acerca un poco. Salvarle no puede (en el caso remoto de querer hacerlo) y quizás lo segundo que se le ocurra sea pensar: algo habrá hecho. Pero la curiosidad ante el “linchamiento” es un escrúpulo que no deja dormir.

Hemos de pedirle ya al legislador (es decir, a los políticos) un índice de libros prohibidos y de opiniones insostenibles que no se pueden ni merodear para que el acceso a la vida pública esté definitivamente claro.

El caso Fernando Paz - Columnas sin fuste | ABC Blogs
Creo que este es el único articulista que hace el sano ejercicio periodístico de intentar profundizar en el tema sin dogmatismos prestados
 

Tau Ceti

Himbersor
Desde
12 Nov 2015
Mensajes
2.653
Reputación
5.330
El propio Fernando Paz dice que dimitió sin que se lo pidieran
Independientemente de lo que hablasen o dejasen de hablar (que realmente no podemos saberlo), lo de que F.Paz haya dicho que dimitió sin que se lo pidieran es un hecho, esto es innegable, como también es un hecho que lo dejaron solo y no lo respaldaron durante los dias mas críticos. El tuit de Iván mostrándole su apoyo y criticando el "fuego amigo" (LD-EsRadio-liberales varios) se produce después de su dimisión. Quizás esa y algunas muestras mas de apoyo le hubieran venido bien ese mismo día por la mañana, o el día anterior cuando la caterva 'liberal' le atacaba en jauría, o dos días antes cuando empezaba su defenestración mediática. Han sido tres días de silencio. Si el partido se hubiera volcado con él en todo momento dudo que hubiera renunciado.

¿Renunció sin que nadie se lo pidiera? Probablemente sí. Si lo dice el propio Paz, creámosle ¿Lo dejaron caer? Con toda seguridad ¿Que quizás sus compañeros habrían preferido que Paz continuase? También ¿Que tuvieron que morderse la lengua ante el conglomerado mediático "amigo" por diversos intereses de partido cuando estos pedían su cabeza? Eso está mas que claro.

Pero también hay un descargo en el tuit de espinosa que supone un guiño a sus simpatizantes para que éstos 'tomen nota' de dichos medios 'amigos'.

Por otra parte, Vox para no tener que depender de los plumillas de turno, debería plantearse desde ya crear medios alternativos como los tienen en otros países partidos similares. Eso es indispensable