La actividad de la industria alemana se hunde a mínimos de seis años y arrastra a toda la zona euro.
El índice adelantado de PMI manufacturero en Alemania registra un fuerte descenso en marzo y se sitúa en 44,7 puntos, el nivel más bajo desde 2012. Los expertos esperaban que la actividad del sector repuntara. Francia también experimenta una seria contracción como el sector manufacturero europeo. Los datos han provocado un fuerte retroceso del euro que ha puesto en peligro los 1,13 dólares.
La locomotora alemana sigue gripada por tercer mes consecutivo. Los índice PMI mide la actividad sectorial por países a través de encuestas a empresarios. El nivel de 50 determina si un sector registra expansión o contracción. Y la principal industria de Europa, la alemana, se ha hundido a 44,7 puntos, en niveles de la última recesión que experimentó el país, en pleno estallido de la crisis de deuda europea.
"La incertidumbre con el Brexit y las relaciones comerciales entre Estados Unidos y China, una crisis de la industria automotriz y la desaceleración de la demanda global siguen pesando mucho", explica Phil Smith, economista jefe de IHS Markit, la consultora que elabora el índice PMI.
Los economistas y analistas esperaban que hubiera una mejoría después de dos meses a la baja y de que
la economía alemana esquivara la recesión en el último trimestre de 2018. El parón que sufre el motor del país ha dañado también al conjunto de la actividad, el PMI compuesto que mide servicios y manufacturero, que ha caído a 51,5 puntos, el nivel más bajo desde junio de 2013. "El declive en el PMI alemán es preocupante ya que indica que la economía alemana no ha tocado fondo", señalan los analistas de ING.
La situación podría ser peor sino fuera por el sector servicios que se mantiene en expansión, aunque también ha perdido fuerza. Ha caído de 55,3 en febrero a 54,9. El consumo interno está salvando de momento al país pero señales comienzan a ser más que preocupantes. Por primera vez en tres años la industria alemana está destruyendo empleo y en términos anuales la producción se contrae un 1%.
El economista 22/03/2019