Una consideración de año viejo (parte I)
Me gustaría recordar a todos algunas cuestiones que, por los comentarios que a veces veo escritos, se olvidan y me resulta chocante que así sea. Me refiero al hecho de si los avances son rápidos o lentos y, sobre todo, respecto a la fuerza de voluntad y la determinación (el “valor”) de los soldados sirios. Las poco apreciables palabras del asteriscos no me sorprenden, pero no dejan de enervarme.
El ejército sirio ha enfrentado a una fuerza que, estoy más que seguro, las FFAA españolas, con toda su mayor operatividad y presupuesto, no habrían podido soportar ni durante medio año, sin colapsar. Un alto oficial de inteligencia español, os doy mi palabra, me ha confesado sin ambages que nosotros, los españoles, no habríamos aguantado esto ni un semestre.
Los soldados sirios se han fajado contra un enemigo que contaba y cuenta con:
— Inteligencia militar, con un centro de planificación y control radicado en Turquía, aprovechando los recursos propios de ese país, asociados con Israel (MOSAD y AMAN) y EEUU (CIA en particular, aunque también por vía indirecta, la DIA), amén de Francia e Inglaterra, bien que en menor medida.
— Área de recursos económicos, con la confluencia de ingente dinero procedente de Qatar, Arabia Saudita y Emiratos, gestionada igualmente desde Turquía y, en menor medida, también Jordania.
— Área de armamento y logística, con gestores internacionales, capaces de comprar y transportar armas modernas de diversa índole, por más que ligeras y medias, amén de munición y sistemas de comunicación hasta el lugar preciso. Se incluye asesoría de ingenieros militares (turcos y sauditas) para la construcción de búnkeres y explosivos.
— Área de recursos humanos, gestionada desde Turquía, capaz de dotar con medios de transporte y alojamiento a millares de fanáticos, muchos ya con formación y experiencia militar, procedentes de una decena o más de países. Todo perfectamente coordinado y bien engrasado con dinero contante y sonante
— Sistema de apoyo a la conducción de operaciones, basado en Turquía y Jordania, con subsedes en Idlib y subsede propia semiindependiente en Tel Aviv, dando información táctica en el momento, con instrucciones operativas y de coordinación.
— Subsistema de adiestramiento, radicado de nuevo en Turquía esencialmente. Todos hemos podido ver que bien manejan armas que no son precisamente sencillas.
Aún así, el ejército sirio, que desde el primer momento supo a lo que se enfrentaba, ha podido soportar la embestida. Superados los primeros reveses, sin apenas deserciones o huidas entre la oficialidad, durante el año 2013 los soldados sirios lograron estabilizar la situación y dejaron claro que no podrían ser derrotados si no se subía la apuesta. En septiembre de 2013, los asesinos responsables de esta sangría (en particular el criminal señor Obama) tenían claro que si no machacaban por el aire a las fuerzas sirias, junto a un aumento del terrorismo directo en las poblaciones bajo control gubernamental que hiciera imposible la vida normal, la guerra no acabaría como ellos deseaban. Crearon el ambiente “mediático” adecuado (ya sabéis, las armas químicas y demás), se hablaba a todas horas del “régimen” en los noticieros y se rasgaban las vestiduras los onejetas y los babosos periolistos a sueldo. Rusia les jodió el plan, impidiendo los bombardeos, y para ello tuvo que plantar barcos en la costa siria y me imagino que algunos bajo el agua. Sólo in extremis las fieras se la envainaron, no sin prometer más leña al fuego.
A partir de entonces, los enrabietados anglo-sionistas y tiranos petroarabescos volvieron a redoblar esfuerzos. Mas armas, más fanáticos, más hijoputismo, aunque, como subproducto, se gestara un monstruo del tamaño del ISIS. El hijo de la gran fruta que controla el foro militar general, denomina a los miembros del ISIS como “los fulastres” y sí, así los consideran, unos fulastres porque muerden la mano de su amo.
