No creo que mi aplicación se pueda vender, la verdad.
Lo que hace es conocerse al dedillo la relación lectura/resultado de una instalación en concreto, de modo que la idea de trasladarla a otra planta no la veo viable. Ya he dicho que si me cambias las máquinas me toca recalibrar todas las alertas y los métodos de contingencia. Y que para funcionar como funciona de bien me toca hacer una parada cada dos o tres días para cambiar cojinetes, gomas, algún servo, recalibrar varias cosas... La pirula ha disparado los costes de mantenimiento, pero como ya casi no hay pérdidas de producción defectuosa, las cuentas salen mucho mejor que antes. Y todas las entregas se sirven antes de tiempo.
Vaya, que para funcionar tan alemanamente necesito no sólo que las máquinas sean las que son, sino que además funcionen perfectamente, marciales, las doce.
El jefe tiene mala reputación, por lo que he averiguado. Si los empleados le tuvieran por un emprendedor honrado yo ya le habría tanteado, o insinuado algo sobre cómo llevo su planta, por lo que no tengo nada claro que ser honrado con él sea una buena idea.
El problema es que aquí el que es honrado soy yo. Me siento incómodo tocándome la faba casi todo el día. A ratos siento como si estuviera desplumando a un primo, cosa que no va conmigo.
El conflicto que me está generando esto, a nivel de ética profesional, no es moco de pavo.