Mitsuhirato
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Blesa contraataca acusando a miles de jubilados de llevarse los bolígrafos de Caja Madrid | Rokambol
“Lo que pasa es que yo me he estado haciendo el simple muchos años”, ha asegurado el expresidente de la entidad financiera.
El contraataque de Miguel Blesa no se ha hecho esperar, y ya en su primera comparecencia ante el juez ha arremetido contra un numeroso grupo de clientes a los que acusa de sustraer los bolígrafos mientras firmaban el contrato de preferentes en sus respectivas sucursales.
Según el testimonio de Blesa, los jubilados leían “deprisa y corriendo” los términos del contrato porque iban a Caja Madrid con una sola obsesión: “llevarse el puñetero bolígrafo de la sucursal”.
Miguel Blesa asegura que dio la orden de que se regalaran cien mil gorras y más de noventa mil llaveros a los preferentistas pero que eso solo sirvió para estropear la cuenta de resultados de la entidad. “Cuando les dabas la gorra se volvían locos, pero no dejaban de mirar de reojo el Bic”, señala el financiero.
“La prueba es que la venta de preferentes cae en picado desde que empezamos a encadenar los bolígrafos a las mesas en 2008”, asegura el expresidente de Caja Madrid.
“Lo que pasa es que yo me he estado haciendo el simple muchos años”, ha asegurado el expresidente de la entidad financiera.
El contraataque de Miguel Blesa no se ha hecho esperar, y ya en su primera comparecencia ante el juez ha arremetido contra un numeroso grupo de clientes a los que acusa de sustraer los bolígrafos mientras firmaban el contrato de preferentes en sus respectivas sucursales.
Según el testimonio de Blesa, los jubilados leían “deprisa y corriendo” los términos del contrato porque iban a Caja Madrid con una sola obsesión: “llevarse el puñetero bolígrafo de la sucursal”.
Miguel Blesa asegura que dio la orden de que se regalaran cien mil gorras y más de noventa mil llaveros a los preferentistas pero que eso solo sirvió para estropear la cuenta de resultados de la entidad. “Cuando les dabas la gorra se volvían locos, pero no dejaban de mirar de reojo el Bic”, señala el financiero.
“La prueba es que la venta de preferentes cae en picado desde que empezamos a encadenar los bolígrafos a las mesas en 2008”, asegura el expresidente de Caja Madrid.
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