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Madmaxista
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Podemos ya ha presentado sus propuestas para lo que ellos denominan un Gobierno de Cambio. En dichas propuestas han dado un espacio de suma importancia a la transición energética al igual que hizo el PSOE. Pero la formación morada ha dado un paso más allá y se ha mojado en muchos más asuntos que el grupo socialista.
Sin ir más lejos, el principal objetivo de Podemos es atacar al corazón de las eléctricas, al verdadero negocio, al core business de las grandes compañías, que no es otro que el área de la distribución. Por ello, el partido que dirige Pablo Iglesias quiere realizar una reforma del sector eléctrico en el que se incluyan estas medidas:
El establecimiento de controles efectivos para impedir prácticas oligopólicas en el sistema eléctrico, y específicamente la integración vertical. En particular, se separará la propiedad y la gestión de las redes de distribución.
La modificación del marco regulatorio y del mercado eléctrico de modo que todas las fuentes de generación de electricidad reciban una retribución razonable basada en los costes reales de producción. Esta retribución proporcionará ventajas comparativas a las fuentes de menor impacto ambiental. Además, el nuevo marco terminará con los “beneficios caídos del cielo” (también conocidos como windfall profits) de las centrales nucleares e hidroeléctricas.
La elaboración de un plan detallado con el objetivo de tener un sistema eléctrico 100% renovable en 2050. La política en el ámbito del sector eléctrico será coherente con la consecución de ese plan.
La derogación de todas las trabas administrativas, técnicas y económicas al autoconsumo eléctrico que no tengan justificación, como las previstas en el R. D. 900/2015, y la revisión de la Ley 24/2013 del Sector Eléctrico. Se aprobará una legislación del autoconsumo de modo que:
a) La energía autoconsumida instantáneamente quede libre de cualquier tipo de imposición.
b) La energía vertida al sistema eléctrico sea justamente retribuida por la empresa comercializadora.
c) Los trámites administrativos sean ágiles.
d) Se permitan instalaciones compartidas; por ejemplo, entre viviendas de una misma comunidad de vecinos.
La planificación del cierre de las centrales de carbón, garantizando una transición justa de los empleos de esta actividad hacia otros sectores.
La determinación del número de centrales de ciclo combinado imprescindibles. El resto de ellas no recibirá pagos por capacidad.
El cierre definitivo de la central nuclear de Santa María de Garoña y la no extensión de los permisos de operación para el resto de centrales nucleares en funcionamiento, de modo que todas ellas estén cerradas en 2024.
Pobreza energética
Una de las grandes novedades del plan energético que propone Podemos es el capítulo de la pobreza energética. No porque quiere erradicarla, que eso ya se sabía, sino la forma de llevarlo a cabo.
La formación de Pablo Iglesias pretende que sean las grandes compañías eléctricas las que sufraguen el plan para acabar con la pobreza energética de España. Según la propuesta de Podemos, “el suministro energético recuperará su carácter de servicio público, con independencia de que sea gestionado por instituciones públicas o privadas. Los hogares vulnerables tendrán garantizado el acceso a un consumo mínimo vital de electricidad y gas a un precio adaptado a su renta. El coste de esta medida será asumido por las empresas suministradoras proporcionalmente a su volumen de negocio“.
Pero las propuestas que van directamente contra los intereses de las eléctricas no se quedan solo ahí. Hay más. Por ejemplo, “el Gobierno del Cambio reclamará ante la justicia la cantidad cobrada en exceso por las eléctricas en concepto de Costes de Transición a la Competencia”.
Pablo IglesiasEn este apartado, Bruselas está investigando los 3.600 millones de euros que presuntamente las eléctricas habrían cobrado de más por este concepto.
Además, Podemos, al igual que el PSOE, quiere realizar una auditoría del sistema eléctrico, “incluyendo tanto la deuda acumulada por el déficit de tarifa como una auditoría de costes de todo el sistema”.
Reducción del IVA
Asimismo, Podemos pretende llevar a cabo una reforma fiscal que tiene como objetivo recaudar dinero para poder financiar la transición energética a las renovables, y también ayudar a reducir el coste energético de los españoles.
Así, Podemos ha anunciado que reducirá el IVA del consumo eléctrico y de gas del actual 21% al 10%. Quiere imponer el tipo reducido del IVA del 10% a todos los suministros básicos.
El Plan de Transición Energética va a requerir una serie de gastos. Concretamente, según Podemos, el gasto asciende a 18.000 millones, aunque en esta partida también va lo destinado a I+D.
El caso es que va a necesitar obtener muchos ingresos para poder llevar a cabo estas medidas. Para ello propone “establecer una verdadera fiscalidad verde que desincentive el uso de fuentes de energía contaminantes e incentive el uso de las renovables y la eficiencia energética, impulsando la convergencia de la presión fiscal medioambiental española con la media de la Unión Europea”
Para ello propone los siguientes cambios en la política fiscal verde:
a) se reformarán los impuestos sobre los hidrocarburos y sobre el carbón y, en particular, los beneficios fiscales existentes;
b) se aplicará una exención del impuesto sobre la producción de la electricidad para las instalaciones renovables de menos de 100 kilovatios;
c) se igualarán los tipos impositivos sobre la gasolina y el gasóleo;
d) se reformará el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica para tomar en consideración las características contaminantes de los vehículos;
e) se estudiará la posibilidad de establecer tasas por el uso de determinadas infraestructuras de transporte;
f) se estudiará la aplicación de impuestos de congestión en ciertas ciudades para incentivar el transporte público;
g) se establecerá un precio mínimo en los derechos de emisión de CO2.
Podemos ataca al
Sin ir más lejos, el principal objetivo de Podemos es atacar al corazón de las eléctricas, al verdadero negocio, al core business de las grandes compañías, que no es otro que el área de la distribución. Por ello, el partido que dirige Pablo Iglesias quiere realizar una reforma del sector eléctrico en el que se incluyan estas medidas:
El establecimiento de controles efectivos para impedir prácticas oligopólicas en el sistema eléctrico, y específicamente la integración vertical. En particular, se separará la propiedad y la gestión de las redes de distribución.
La modificación del marco regulatorio y del mercado eléctrico de modo que todas las fuentes de generación de electricidad reciban una retribución razonable basada en los costes reales de producción. Esta retribución proporcionará ventajas comparativas a las fuentes de menor impacto ambiental. Además, el nuevo marco terminará con los “beneficios caídos del cielo” (también conocidos como windfall profits) de las centrales nucleares e hidroeléctricas.
La elaboración de un plan detallado con el objetivo de tener un sistema eléctrico 100% renovable en 2050. La política en el ámbito del sector eléctrico será coherente con la consecución de ese plan.
La derogación de todas las trabas administrativas, técnicas y económicas al autoconsumo eléctrico que no tengan justificación, como las previstas en el R. D. 900/2015, y la revisión de la Ley 24/2013 del Sector Eléctrico. Se aprobará una legislación del autoconsumo de modo que:
a) La energía autoconsumida instantáneamente quede libre de cualquier tipo de imposición.
b) La energía vertida al sistema eléctrico sea justamente retribuida por la empresa comercializadora.
c) Los trámites administrativos sean ágiles.
d) Se permitan instalaciones compartidas; por ejemplo, entre viviendas de una misma comunidad de vecinos.
La planificación del cierre de las centrales de carbón, garantizando una transición justa de los empleos de esta actividad hacia otros sectores.
La determinación del número de centrales de ciclo combinado imprescindibles. El resto de ellas no recibirá pagos por capacidad.
El cierre definitivo de la central nuclear de Santa María de Garoña y la no extensión de los permisos de operación para el resto de centrales nucleares en funcionamiento, de modo que todas ellas estén cerradas en 2024.
Pobreza energética
Una de las grandes novedades del plan energético que propone Podemos es el capítulo de la pobreza energética. No porque quiere erradicarla, que eso ya se sabía, sino la forma de llevarlo a cabo.
La formación de Pablo Iglesias pretende que sean las grandes compañías eléctricas las que sufraguen el plan para acabar con la pobreza energética de España. Según la propuesta de Podemos, “el suministro energético recuperará su carácter de servicio público, con independencia de que sea gestionado por instituciones públicas o privadas. Los hogares vulnerables tendrán garantizado el acceso a un consumo mínimo vital de electricidad y gas a un precio adaptado a su renta. El coste de esta medida será asumido por las empresas suministradoras proporcionalmente a su volumen de negocio“.
Pero las propuestas que van directamente contra los intereses de las eléctricas no se quedan solo ahí. Hay más. Por ejemplo, “el Gobierno del Cambio reclamará ante la justicia la cantidad cobrada en exceso por las eléctricas en concepto de Costes de Transición a la Competencia”.
Pablo IglesiasEn este apartado, Bruselas está investigando los 3.600 millones de euros que presuntamente las eléctricas habrían cobrado de más por este concepto.
Además, Podemos, al igual que el PSOE, quiere realizar una auditoría del sistema eléctrico, “incluyendo tanto la deuda acumulada por el déficit de tarifa como una auditoría de costes de todo el sistema”.
Reducción del IVA
Asimismo, Podemos pretende llevar a cabo una reforma fiscal que tiene como objetivo recaudar dinero para poder financiar la transición energética a las renovables, y también ayudar a reducir el coste energético de los españoles.
Así, Podemos ha anunciado que reducirá el IVA del consumo eléctrico y de gas del actual 21% al 10%. Quiere imponer el tipo reducido del IVA del 10% a todos los suministros básicos.
El Plan de Transición Energética va a requerir una serie de gastos. Concretamente, según Podemos, el gasto asciende a 18.000 millones, aunque en esta partida también va lo destinado a I+D.
El caso es que va a necesitar obtener muchos ingresos para poder llevar a cabo estas medidas. Para ello propone “establecer una verdadera fiscalidad verde que desincentive el uso de fuentes de energía contaminantes e incentive el uso de las renovables y la eficiencia energética, impulsando la convergencia de la presión fiscal medioambiental española con la media de la Unión Europea”
Para ello propone los siguientes cambios en la política fiscal verde:
a) se reformarán los impuestos sobre los hidrocarburos y sobre el carbón y, en particular, los beneficios fiscales existentes;
b) se aplicará una exención del impuesto sobre la producción de la electricidad para las instalaciones renovables de menos de 100 kilovatios;
c) se igualarán los tipos impositivos sobre la gasolina y el gasóleo;
d) se reformará el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica para tomar en consideración las características contaminantes de los vehículos;
e) se estudiará la posibilidad de establecer tasas por el uso de determinadas infraestructuras de transporte;
f) se estudiará la aplicación de impuestos de congestión en ciertas ciudades para incentivar el transporte público;
g) se establecerá un precio mínimo en los derechos de emisión de CO2.
Podemos ataca al