EUROPIA
Madmaxista
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Los británicos huyen del ladrillo de la costa española
La mayor constructora de viviendas de Reino Unido, Taylor Wimpey, provisiona su negocio en España al sufrir un descenso del 44% en la venta a extranjeros. La agencia Viva Estates cierra sus oficinas por la crisis.
Nuevas señales alarmantes para el sector inmobiliario en España. Los compradores extranjeros, que en los últimos años han alimentado el boom de las propiedades en la costa, se baten en retirada ante el temor de un desplome de los precios.
Taylor Wimpey, la mayor constructora de viviendas de Reino Unido, anunció ayer un descenso del 44% de sus ventas en España durante 2007 y comunicó su decisión de revisar el valor de sus promociones en Andalucía, Levante y Baleares. Algunos analistas no descartan que Taylor Wimpey llegue a vender su filial española, que construye y vende casas para clientela británica, fundamentalmente.
Impacto en otras firmas
La huida de los ciudadanos británicos ha afectado a otras empresas. La agencia Viva Estates, que contaba con ocho oficinas en España para vender casas a ciudadanos ingleses, ha cerrado todos sus puntos de venta, excepto la sede central en Marbella. La firma española Marina D’Or, que cuenta con una oficina en el centro de Londres para comercializar sus productos, afirma que el público muestra ahora más interés en sus promociones de Egipto o jovenlandia que en las de Castellón.
Los datos más reveladores del frenazo son los de Taylor Wimpey, grupo constructor con un valor bursátil de 1.690 millones de libras (2.230 millones de euros) y que lleva cincuenta años en España y Gibraltar. Durante 2007, vendió 212 viviendas en este mercado, frente a las 379 del año anterior. En consecuencia, los beneficios del pasado ejercicio han sido “muy inferiores” a los de 2006, cuando logró una facturación de 92,1 millones de libras y un beneficio operativo de 26,4 millones en España.
Peter Redfern, consejero delegado de la empresa, espera que “las condiciones del mercado sigan siendo débiles en España en 2008”, por lo que va a efectuar “una revisión del valor de la cartera de viviendas”. La firma tiene cerca de 2.500 casas en promoción en la costa. “La cantidad de la posible provisión no será significativa en el contexto del grupo”, según Redfern. El directivo de Taylor Wimpey dijo que no contempla la venta de su negocio en España a corto plazo, “aunque, a largo plazo, nunca se sabe”. Taylor Wimpey, pese a vender menos viviendas en 2007, lo hizo a un precio medio muy superior al de 2006 (279.000 libras frente a 205.000 libras).
Los expertos creen que el frenazo de la demanda de residencias en España por parte de los británicos se debe a la expectativa de una bajada de precios y a la preocupación por las noticias que llegan sobre la crisis de inmobiliarias como Llanera, bien conocida en Reino Unido.
Competencia exterior
Según la consultora Savills, los británicos venían comprando unas 20.000 viviendas en España cada año, con lo que es el principal destino para las inversiones de los ciudadanos de Reino Unido en segunda vivienda fuera de su país. Pero Savills asegura que los ingleses han empezado a buscar segundas residencias en países más baratos como Bulgaria, jovenlandia y Dubai.
La incertidumbre sobre la evolución de la economía británica y la devaluación de la libra son otros factores que limitan los deseos de invertir en el extranjero.
En septiembre, cuando la crisis del negocio hipotecario estadounidense se propagó al mercado financiero mundial, la inversión extranjera en bienes inmuebles en España se situó en 339 millones de euros, frente a los 472 millones de euros del mismo mes de 2006. Hasta ese mes, la inversión foránea venía creciendo.
http://www.expansion.com/edicion/exp/empresas/inmobiliario/es/desarrollo/1078995.html
La mayor constructora de viviendas de Reino Unido, Taylor Wimpey, provisiona su negocio en España al sufrir un descenso del 44% en la venta a extranjeros. La agencia Viva Estates cierra sus oficinas por la crisis.
Nuevas señales alarmantes para el sector inmobiliario en España. Los compradores extranjeros, que en los últimos años han alimentado el boom de las propiedades en la costa, se baten en retirada ante el temor de un desplome de los precios.
Taylor Wimpey, la mayor constructora de viviendas de Reino Unido, anunció ayer un descenso del 44% de sus ventas en España durante 2007 y comunicó su decisión de revisar el valor de sus promociones en Andalucía, Levante y Baleares. Algunos analistas no descartan que Taylor Wimpey llegue a vender su filial española, que construye y vende casas para clientela británica, fundamentalmente.
Impacto en otras firmas
La huida de los ciudadanos británicos ha afectado a otras empresas. La agencia Viva Estates, que contaba con ocho oficinas en España para vender casas a ciudadanos ingleses, ha cerrado todos sus puntos de venta, excepto la sede central en Marbella. La firma española Marina D’Or, que cuenta con una oficina en el centro de Londres para comercializar sus productos, afirma que el público muestra ahora más interés en sus promociones de Egipto o jovenlandia que en las de Castellón.
Los datos más reveladores del frenazo son los de Taylor Wimpey, grupo constructor con un valor bursátil de 1.690 millones de libras (2.230 millones de euros) y que lleva cincuenta años en España y Gibraltar. Durante 2007, vendió 212 viviendas en este mercado, frente a las 379 del año anterior. En consecuencia, los beneficios del pasado ejercicio han sido “muy inferiores” a los de 2006, cuando logró una facturación de 92,1 millones de libras y un beneficio operativo de 26,4 millones en España.
Peter Redfern, consejero delegado de la empresa, espera que “las condiciones del mercado sigan siendo débiles en España en 2008”, por lo que va a efectuar “una revisión del valor de la cartera de viviendas”. La firma tiene cerca de 2.500 casas en promoción en la costa. “La cantidad de la posible provisión no será significativa en el contexto del grupo”, según Redfern. El directivo de Taylor Wimpey dijo que no contempla la venta de su negocio en España a corto plazo, “aunque, a largo plazo, nunca se sabe”. Taylor Wimpey, pese a vender menos viviendas en 2007, lo hizo a un precio medio muy superior al de 2006 (279.000 libras frente a 205.000 libras).
Los expertos creen que el frenazo de la demanda de residencias en España por parte de los británicos se debe a la expectativa de una bajada de precios y a la preocupación por las noticias que llegan sobre la crisis de inmobiliarias como Llanera, bien conocida en Reino Unido.
Competencia exterior
Según la consultora Savills, los británicos venían comprando unas 20.000 viviendas en España cada año, con lo que es el principal destino para las inversiones de los ciudadanos de Reino Unido en segunda vivienda fuera de su país. Pero Savills asegura que los ingleses han empezado a buscar segundas residencias en países más baratos como Bulgaria, jovenlandia y Dubai.
La incertidumbre sobre la evolución de la economía británica y la devaluación de la libra son otros factores que limitan los deseos de invertir en el extranjero.
En septiembre, cuando la crisis del negocio hipotecario estadounidense se propagó al mercado financiero mundial, la inversión extranjera en bienes inmuebles en España se situó en 339 millones de euros, frente a los 472 millones de euros del mismo mes de 2006. Hasta ese mes, la inversión foránea venía creciendo.
http://www.expansion.com/edicion/exp/empresas/inmobiliario/es/desarrollo/1078995.html