pepito_en_potencia
Madmaxista
- Desde
- 25 Oct 2006
- Mensajes
- 802
- Reputación
- 135
Mirad este el testimonio de un particular que ha escrito en el blog de madrid.
pisos y dinero oscuro
SANTIAGO FERNÁNDEZ
3 de abril.- Siempre he pensado que el sector inmobiliario es agresivo, pero lo que estoy viviendo en estos días en mis carnes con la venta de un piso no se lo recomiendo a nadie.
En este sector, como en todos, habrá gente más seria y profesional que otros, pero en el caso que nos ocupa y a juzgar por la experiencia sufrida, hemos topado con unos grandísimos sinvergüenzas.
En primera instancia, las inmobiliarias intentan aprovecharse de la persona que se pasa por sus oficinas a informarse -en el barrio donde vivo fundamentalmente pagapensiones, que son quienes están adquiriendo el 90% de los pisos de segunda mano-. Se aprovechan de su ingenuidad y de su falta de conocimientos para embelesarles con lo que a ellos más les conviene, e incluso a veces van más allá y lo intentan con la persona que vende que, en muchas ocasiones, está deseando dar carpetazo a un asunto que se ha ido alargando durante meses y en el que, tal vez por desesperación, puede que trague con carros y carretas.
En el caso que nos ocupa, intentan que el vendedor, un 'currito' de nómina, acepte un 30% del precio del piso en oscuro (unos 60.000 euros), insistiéndole en que eso es completamente legal y que si declarara el 100% del valor del piso en la escritura "podría ir a la guandoca". Un insulto a la inteligencia pero, a buen seguro, en más de una ocasión les habrá servido el cuento para amedrentar a otras personas. No obstante, en un caso como el mío, lo que provocó fue desesperación, cabreo y posteriormente, viendo que la situación continuaba con argumentos en este sentido, que me riese en su cara y los mandara bien lejos, una vez ya redactadas las escrituras y con fecha para la firma ante notario para el día siguiente.
Intentaron amenazarnos con posibles acciones de sus "maridos jueces" y de sus "amigos inspectores de hacienda", es decir, una panda de mafiosos, de 'Vittos Corleone' de pacotilla, pero que, vistos los días que corren, no hay que negar que siempre te dejan el cuerpo un poco revuelto pensando que puede haber alguien detrás de ellos que les proporciona el dinero que manejan o los avales que solicitan y que puedas ser objeto de posibles represalias por negarte a aceptar una operación absolutamente ilegal.
La pena fue no esperarse al siguiente día y montársela delante de un señor notario que se presta a semejantes abusos, puesto que, ante esto, lo que supongo que haría su ilustrísima, sería retirarse y mirar para otro lado; da igual, mientras a él le paguen esa fabulosa minuta por dar fe y firmar en la esquina de un folio, qué le puede importar si en sus propias instalaciones se está cometiendo un atropello con grado de fraude.
En principio, todo esto tenía que estar limitado desde comienzos de año como consecuencia de la aplicación de una ley contra el fraude que recientemente se ha aprobado, gracias a la cual los notarios iban a ser los garantes de la limpieza de las operaciones cuya realización autorizaban, lo cual supondría que nunca más se prestarían a ser 'cómplices' de este tipo de acciones, pero visto lo visto, casi prefiero quedarme al final de la cueva y con la espalda contra la pared, que nunca se sabe que cuchillo puede acercarse por ella.
Bueno, termino el cuento con una sola recomendación: Si estáis metidos en una situación como la mía... ¡No os fiéis de nada ni de nadie!
pisos y dinero oscuro
SANTIAGO FERNÁNDEZ
3 de abril.- Siempre he pensado que el sector inmobiliario es agresivo, pero lo que estoy viviendo en estos días en mis carnes con la venta de un piso no se lo recomiendo a nadie.
En este sector, como en todos, habrá gente más seria y profesional que otros, pero en el caso que nos ocupa y a juzgar por la experiencia sufrida, hemos topado con unos grandísimos sinvergüenzas.
En primera instancia, las inmobiliarias intentan aprovecharse de la persona que se pasa por sus oficinas a informarse -en el barrio donde vivo fundamentalmente pagapensiones, que son quienes están adquiriendo el 90% de los pisos de segunda mano-. Se aprovechan de su ingenuidad y de su falta de conocimientos para embelesarles con lo que a ellos más les conviene, e incluso a veces van más allá y lo intentan con la persona que vende que, en muchas ocasiones, está deseando dar carpetazo a un asunto que se ha ido alargando durante meses y en el que, tal vez por desesperación, puede que trague con carros y carretas.
En el caso que nos ocupa, intentan que el vendedor, un 'currito' de nómina, acepte un 30% del precio del piso en oscuro (unos 60.000 euros), insistiéndole en que eso es completamente legal y que si declarara el 100% del valor del piso en la escritura "podría ir a la guandoca". Un insulto a la inteligencia pero, a buen seguro, en más de una ocasión les habrá servido el cuento para amedrentar a otras personas. No obstante, en un caso como el mío, lo que provocó fue desesperación, cabreo y posteriormente, viendo que la situación continuaba con argumentos en este sentido, que me riese en su cara y los mandara bien lejos, una vez ya redactadas las escrituras y con fecha para la firma ante notario para el día siguiente.
Intentaron amenazarnos con posibles acciones de sus "maridos jueces" y de sus "amigos inspectores de hacienda", es decir, una panda de mafiosos, de 'Vittos Corleone' de pacotilla, pero que, vistos los días que corren, no hay que negar que siempre te dejan el cuerpo un poco revuelto pensando que puede haber alguien detrás de ellos que les proporciona el dinero que manejan o los avales que solicitan y que puedas ser objeto de posibles represalias por negarte a aceptar una operación absolutamente ilegal.
La pena fue no esperarse al siguiente día y montársela delante de un señor notario que se presta a semejantes abusos, puesto que, ante esto, lo que supongo que haría su ilustrísima, sería retirarse y mirar para otro lado; da igual, mientras a él le paguen esa fabulosa minuta por dar fe y firmar en la esquina de un folio, qué le puede importar si en sus propias instalaciones se está cometiendo un atropello con grado de fraude.
En principio, todo esto tenía que estar limitado desde comienzos de año como consecuencia de la aplicación de una ley contra el fraude que recientemente se ha aprobado, gracias a la cual los notarios iban a ser los garantes de la limpieza de las operaciones cuya realización autorizaban, lo cual supondría que nunca más se prestarían a ser 'cómplices' de este tipo de acciones, pero visto lo visto, casi prefiero quedarme al final de la cueva y con la espalda contra la pared, que nunca se sabe que cuchillo puede acercarse por ella.
Bueno, termino el cuento con una sola recomendación: Si estáis metidos en una situación como la mía... ¡No os fiéis de nada ni de nadie!
: 
