Ya no creo en nada ni en nadie

Si los medios de comunicación privados están en manos de la banca, la iglesia o incluso otras potencias como EEUU, está claro que no pueden ser objetivos y por supuesto su fin no es el de informar, si no el de manipular, ya que esos medios se montan para eso, ya que esos medios son los que sirven para proteger o beneficiar a sus dueños y no a la verdad o al ciudadano.

En los medios de comunicación no importa la verdad ni la mentira, lo único que importa es que hagamos, opinemos y pensemos, lo que en cada momento les interese a los dueños de los medios de comunicación.

Los medios de comunicación públicos tienen el mismo problema y es que trabajan para el gobierno y no para el ciudadano, aunque sea él, el que lo mantiene.

Así que tanto los medios de comunicación privados como los públicos, lo que menos les importa es ser objetivos y informar, porque para eso no han sido montados.

Para que veáis el poder que tienen los medios de comunicación, solo hay que ver a los de Podemos, que han conseguido 1,6 millones de votos en tan solo 3 meses desde su constitución, gracias al grupo A3 Media que con sus canales (Cuatro y la Sexta) han sido los que les han dado bombo mediático y son los que han hecho posible que un tipo con coleta, que desde mi punto de vista como político es bastante mediocre y no pasaría de cargo medio bajo en cualquier partido político ha acabado siendo prácticamente según las encuestas (que habrá que creérselas...) el líder de la tercera fuerza política de este país y que por supuesto sin el grupo A3Media no lo conocería nadie.

Los medios de comunicación quitan y ponen gobiernos, la gran mayoría del pueblo se traga lo que le echen y si los medios dicen que los verdes son los buenos y los naranjas los malos, pues el 80% se lo cree, por que en el fondo somos unos vagos y ni nos molestamos en investigar lo más mínimo que hay detrás de una ideología o un partido político, ya que eso supone estudiar y pensar y la plebe no está para eso, la plebe está para que se lo den todo bien masticadito y ya está.

En los tiempos de la burbuja, no había ningún medio de comunicación y digo ninguno, que hubiese puesto en duda el fin de la burbuja y por supuesto, la posible pérdida de valor de las viviendas hipotecadas. Todos abrían los telediarios diciendo que la economía iba chachi piruli, que era un momento inmejorable para hipotecarse y que la vivienda nunca caería de precio y por supuesto, nunca se dejaría de edificar al ritmo que se estaba haciendo y esto que digo no lo digo de coña, tengo 39 tacos y recuerdo perfectamente que desde 2001 a 2006 esa era la tónica en todos los medios de comunicación.
 
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